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¿Desregular, fusiones o gasto público: cómo cerramos la brecha tecnológica de Europa?

El continente busca respuestas para alcanzar el nivel de EE. UU. y China en un mercado donde el 80% de los productos y servicios tecnológicos que consume la ciudadanía proviene del extranjero

Maite Barrera, Francesca Bria, Jesús Mantas y Marc Murtra durante la 40 Reunión del Cercle d'Economia | Cedida
Maite Barrera, Francesca Bria, Jesús Mantas y Marc Murtra durante la 40 Reunión del Cercle d'Economia | Cedida
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Periodista
Barcelona
05 de Mayo de 2025

Lejos queda ya la imagen de Europa como líder mundial de industria de vanguardia que mantuvo durante el siglo XX. Referentes como Nokia o Airbus no se pueden comparar hoy en día con los gigantes tecnológicos de Estados Unidos o la acelerada remontada china motorizada por el capitalismo de estado de Pekín. “Europa ha sido líder de automoción, pero no ha sido capaz de engancharse a la ola tecnológica, y esto nos genera una gran vulnerabilidad: la dependencia tecnológica”, ha corroborado la vocal de la Junta Directiva del Cercle d’Economia, Maite Barrera, en una de las sesiones de la 40ª reunión anual del Cercle. La tecnológica es una de las emergencias que la entidad catalana remarca en su wake-up call a Europa, una prioridad que confirman los datos: el 80% de las tecnologías y servicios digitales que se consumen en el continente provienen del extranjero; el 70% de la nube que empleamos, tanto a escala individual como de estructuras críticas, es de origen estadounidense; y el 70% de los modelos de inteligencia artificial generativa se han diseñado en Estados Unidos o en China.

 

Estos son solo tres de los datos que se recogen en el informe EuroStack, un estudio comisionado por la fundación alemana Bertelsmann Stiftung que tiene el objetivo de que Europa “retome el control de tecnologías críticas”, en palabras de la autora principal del informe, Francesca Bria. “Si ahora mismo Elon Musk decide cortar StarLink a Ucrania, el país se queda a oscuras”, ha ejemplificado la también fundadora de Decode Project en la Reunión del Cercle d’Economia para recalcar la importancia que tienen estas tecnologías. ¿Cuáles? Los datos y la inteligencia artificial, el software, el internet de las cosas, la nube, las redes y los chips, pero también las materias primas, la energía y el agua necesarias para que todas ellas funcionen. Un conjunto que el informe denomina stack y del cual Bria defiende que es necesario recuperar la soberanía por tres motivos principales: seguridad nacional, competencia internacional y democracia. “Y digo democracia, porque si desde Rusia o China sabotean las redes sociales que usan el 90% de los ciudadanos europeos, pueden polarizar sociedades enteras”, ha recalcado.

Bria (EuroStack): “Si ahora mismo Elon Musk decide cortar StarLink a Ucrania, el país se queda a oscuras”

La falta de economías de escala

Los datos corroboran la dependencia tecnológica en aspectos clave en los que Europa ha caído en el último cuarto de siglo. Pero, ¿cómo se ha llegado hasta este punto? El presidente ejecutivo de Telefónica, Marc Murtra, ha identificado el incremento de las diferencias al surgimiento de las grandes tecnológicas estadounidenses de Silicon Valley y Seattle, y ha citado varios motivos, como “el dinamismo empresarial, un mercado de capitales más acostumbrado a invertir en riesgo y el hecho de que cuando tienes un gran buscador en internet o una red social que vive de externalidades positivas, ya no dejan espacio para otros buscadores o redes en aquellos segmentos”.

 

Una serie de factores que convergen en un concepto que desde el sector de las telecomunicaciones hace años que reclaman impulsar en Europa: la convergencia empresarial. “Sin empresas de una enorme escala no generaremos según qué tecnologías”, ha dejado claro. “En Estados Unidos, en la India, en China o en Japón tienen tres operadores, y en Europa tenemos 41”, ha remarcado Murtra. Un mensaje que defiende desde su estreno en el pasado Mobile World Congress como máximo responsable de Telefónica y que considera indispensable para recuperar la tan deseada autonomía: “La fragmentación actual no permite la escala necesaria para desarrollar, desplegar y mantener estructuras cercanas a las telecos”.

El director ejecutivo de Telefónica, Marc Murtra, durante su intervención en la Reunión del Cercle d'Economia | Cedida
El presidente ejecutivo de Telefónica, Marc Murtra, durante su intervención en la Reunión del Cercle d'Economia | Cedida

¿Se puede regular sin liderar?

El problema de escala también es percibido desde Estados Unidos, como lo corrobora el senior advisor de IBM y consejero de Biogen y Nasdaq Jesús Mantas, quien hace más de 30 años que vive y trabaja en el país norteamericano. “Europa es un mercado muy atractivo, pero muy fragmentado. La economía de escala es un problema real”, opina el experto. El talento también es valorado positivamente desde el otro lado del Atlántico, pero con un el inciso de su “rigidez laboral”, que es considerado “un freno”. La tercera punzada refuerza los estereotipos del continente: “Europa es referencia en regulación, pero no en innovación”.

La regulación ha sido uno de los principales temas de debate de la jornada: ¿puede permitirse Europa la exigencia legislativa que ha mostrado hasta ahora en los ámbitos tecnológicos? Sin decir nunca directamente que no, Murtra se ha mostrado escéptico con la posición de la UE: “Estamos capturados por unas inercias y unos esquemas mentales que tenían sentido hace 20 años, pero que hoy han quedado completamente rotos”. Para el presidente ejecutivo de Telefónica, “tiene sentido que haya unas limitaciones éticas y una forma correcta de hacerlo, pero no en un vacío donde Europa es el único operador tecnológico, sino en un mundo donde ya hay inteligencia artificial generativa en Estados Unidos y en China”. Porque, ha incidido, “desde Europa somos ultrapuristas con la información que controlamos, y esto genera una ventaja competitiva a los competidores de EE. UU.”, el cual aprovechan para desarrollar una tecnología “ampliamente superior” a la europea que es consumida finalmente por los usuarios del continente. “Nos quedamos con lo peor de los dos mundos: ni estamos protegiendo de manera segura los datos, ni tenemos la tecnología”, se ha lamentado Murtra.

Murtra (Telefónica): “Nos quedamos con lo peor de los dos mundos: ni estamos protegiendo de manera segura los datos, ni tenemos la tecnología”

Una idea que también ha recuperado Bria como uno de los indicadores que explica el estancamiento europeo en materia tecnológica: “No se puede regular aquello que no se controla”. La autora principal del informe EuroStack considera que “hemos sido demasiado lentos a la hora de entender la realidad geopolítica a la que nos enfrentamos”, y también a interiorizar que “la dependencia tecnológica ya no es solo un riesgo económico, sino también una vulnerabilidad estructural”. Sin embargo, su receta no se basa en desregular el sector, sino en aumentar considerablemente la inversión pública y privada con la creación de un fondo paneuropeo. ¿El objetivo? “Crear y conformar un mercado” interno que promueva las compras europeas a tecnologías nacidas dentro del continente. “Tenemos que hacer crecer nuestras capacidades científicas y tecnológicas para preservar lo que es Europa hoy en día”.

A pesar de que no comparte la agresividad del discurso de Donald Trump, las políticas de recuperación de la soberanía tecnológica comparten parte del componente proteccionista que las define. Un posible “proteccionismo bilateral” que para Mantas “tiene bajas probabilidades de éxito”. La apuesta del senior advisor de IBM se basa en la autonomía abierta: promover la colaboración en áreas en que la interdependencia genere riesgos bajos, como la biotecnología, la farmacéutica o las telecomunicaciones, donde hay “interés común de asegurar y reforzar las tecnologías contra amenazas comunes”; pero al mismo tiempo, incrementar la autonomía de aquellos ámbitos que sí que puedan generar riesgos graves, como pueden ser los semiconductores o las infraestructuras básicas de defensa.