Barcelona quiere reducir el uso del vehículo privado. Pruebas de esta afirmación las podemos encontrar prácticamente en todas partes: desde el Plan de Movilidad Urbana impulsado por el Ayuntamiento de la ciudad condal, que en los próximos cinco años espera reducir el uso de los coches del 19,9% actual a un 15%, pasando por las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) que poco a poco se extienden por el territorio catalán, hasta la aparición de las famosas supermanzanas, que pretenden impulsar una ciudad más verde y saludable. Este año, además, se añaden las obras iniciadas en la avenida Meridiana para transformarla en un eje cívico, lo que reducirá drásticamente la cifra de 100.000 vehículos diarios que hasta ahora transitaban esta vía tan significativa para la ciudad -e incrementará considerablemente los 10.000 peatones que respectivamente la cruzan transversalmente-.
Estos últimos datos, además, cobran peso si tenemos en cuenta que hasta el 70% de la población metropolitana de Barcelona está dispuesta a reducir el uso del coche, tal y como se recoge en la última encuesta sobre los hábitos energéticos en los hogares del área metropolitana de Barcelona, elaborada por el Institut Metròpoli. Con todo, la radiografía del automóvil catalán, y, especialmente el barcelonés, representa todo un reto para un sector que en Catalunya factura un total de 6.697 millones de euros y genera más de 77.000 puestos de trabajo: el sector de los concesionarios.
El sector de los concesionarios factura en Catalunya 6.697 millones de euros y genera más de 77.000 puestos de trabajo
El mundo concesionario, en contra de "cualquier movimiento que sitúe el vehículo privado en el último lugar"
Para poner en contexto estas cifras, facilitadas en la memoria de 2024 de Faconauto, la patronal que integra las asociaciones de concesionarios oficiales en el Estado español, hay que tener en cuenta que el sector de la automoción es el tercer sector industrial en Catalunya con una facturación cercana a los 15.000 millones de facturación, según datos de Acció. Es decir, el sector de los concesionarios factura casi la mitad de esta industria, aunque ambas magnitudes corresponden a eslabones diferentes de la cadena de valor -la productiva y la comercializadora-.
Y es que la envergadura de las cifras que mueve el mundo de los concesionarios catalán es probablemente equiparable al reto que afronta: “Estamos en contra de cualquier movimiento que sitúe al vehículo privado en el último lugar del derecho a la movilidad”, apunta a VIA Empresa José Ignacio Moya, director general de Faconauto, quien añade que “ningún medio de transporte debe estar por encima de otro; tenemos que encontrar cómo hacer toda la movilidad más sostenible y ecológica”.
Uno de los indicadores que más presentes tiene Moya a la hora de hacer estas dos afirmaciones es la cifra de 312 concesionarios repartidos en Catalunya, que crece a 780 si tenemos en cuenta las instalaciones vinculadas -como las diferentes sedes, talleres, exposiciones o puntos de venta que dependen del conjunto de concesionarios-. “El sector genera 25.577 puestos de trabajo directos y unos 51.400 de indirectos, una cifra que representa el 2,1% de la población activa catalana”, subraya el director general de Faconauto. Destaca, además, la estabilidad de los puestos de trabajo generados, con un 93% de contratos indefinidos.
La facturación de los concesionarios crece ante un parque envejecido

Si bien destacan los retos mencionados, así como el “momento crucial” que, según Moya, afronta la industria automovilística no solo en Catalunya, sino en toda Europa, la facturación de los concesionarios catalanes crece año tras año, pasando de los 5.158 millones de euros registrados en 2022 a los 6.697 mencionados previamente, que hacen referencia al ejercicio de 2024. “El impacto económico total de los concesionarios en Catalunya es de 8.148 millones de euros, una cifra muy significativa si tenemos presente el conjunto estatal, que asciende a los 56.123 millones. La contribución catalana es, ni más ni menos, que de un 14%”, aprecia Moya.
El impacto económico total de los concesionarios en Catalunya es de 8.148 millones de euros, el 14% del conjunto del Estado
Un dato positivo que contrasta con los 14,1 años que tiene de antigüedad el parque automovilístico catalán, próxima a la estadística estatal (14,5 años): “Es una auténtica barbaridad, teniendo en cuenta que somos la segunda potencia industrial en automoción de Europa”, lamenta Moya. Las principales razones de contar con un parque más saneado respecto a otras comunidades como Castilla y León (16,6 años), Extremadura o Galicia (ambas con 16,3 años) se encuentran en el decreto del Plan de Calidad del Aire y en las mencionadas ZBE, según asegura a VIA Empresa Joan Blancafort, secretario general y portavoz de Fecavem.
“Además, en Catalunya y en Madrid hay un cierto nivel de renta más elevado respecto a otros territorios del Estado, y esto hace que haya más vehículos de alta gama y más renovación de coches”, sostiene Blancafort. Sin embargo, no es aconsejable correlacionar el nivel de riqueza de un territorio con la antigüedad de su parque de vehículos: es cierto que la Comunidad de Madrid, con 44.755 euros por habitante, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), es el territorio con un PIB per cápita más elevado y a la vez disfruta -de lejos- del parque automovilístico más joven del Estado (11,5 años), pero los territorios que ocupan las siguientes posiciones de la lista del PIB per cápita, País Vasco y Navarra, cuentan con unos parques bastante más anticuados -14,9 y 15,6 años, respectivamente-.
Los vehículos catalanes, ¿más penalizados que en el resto del Estado?
Por otro lado, el secretario general de Fecavem reclama que “en otras comunidades autónomas se han puesto en marcha planes Renove, y no se ha penalizado como en Catalunya la circulación de determinados vehículos”. En este sentido, Blancafort señala el mencionado decreto de calidad del aire, que comportó una serie de prohibiciones a vehículos con etiqueta amarilla: “Son prohibiciones que solo se han puesto aquí en Catalunya”. Blancafort añade que el territorio dispone del Plan de impulso al vehículo eléctrico “pero se centra solo en este tipo de vehículo, no hay un plan donde tenga cabida un coche con motor de combustión”: “Desde Fecavem, creemos que se debería haber incentivado también el mercado a la compra de vehículos de combustión. Se podrían haber hecho mejor las cosas con un plan de renovación, como en otras comunidades”.
En una línea muy similar se pronuncia el director general de Faconauto, quien alerta de que, si bien el debate se debe conducir a la consecución de los objetivos de emisiones con el horizonte 2030, se debe llevar a cabo una transición “ordenada”: “Solo con la electrificación no podremos alcanzar estos objetivos”, asegura. Con esta convicción, la patronal española presentó el pasado mes de junio un Plan Estatal de Renovación del Parque que tiene la finalidad de retirar los coches antiguos del mercado. “Es un plan de renovación que no es incompatible con la electrificación, al contrario, la impulsa”, apunta Moya.
La iniciativa se extiende en 2027 y pretende aprovechar el dinamismo del sector, consolidar la transición ecológica y, sobre todo, proteger la mencionada ocupación que genera. Un plan diseñado para “activar a las clases medias” y basado en el modelo del Plan Reinicia Auto+ de la Comunidad Valenciana, muy similar al que han aplicado otros territorios del Estado y que, según Faconauto, habrían superado la media de matriculaciones de vehículos electrificados y disminuido emisiones. “Sabemos que el modelo funciona. Un ejemplo claro es el del País Vasco, donde las matriculaciones de menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro han alcanzado, en solo dos meses, el 55,4% del total”, afirmó la presidenta de Faconauto, Marta Blázquez, en la presentación del Plan.
Blancafort: "Hay que tener en cuenta que, actualmente, en Catalunya el único vehículo que llega a todas partes es el privado"
Con todo, tanto Faconauto como Fecavem hace tiempo que reivindican la evolución del concesionario como “centros de movilidad” destinados a clientes que quieren ser asesorados sobre cómo ejercer este derecho. “El objetivo es dar soluciones a una sociedad cada vez más compleja”, apunta Moya, aunque el portavoz de Fecavem apunta que estas soluciones “están cada vez más penalizadas”: “Estamos viendo una gran apuesta hacia el transporte público, que deja de lado la movilidad privada, y hay que tener en cuenta que, actualmente, en Catalunya el único vehículo que llega a todas partes es el privado. Debe haber una complementariedad entre ambos”.