
El sector de la construcción en el Estado ha experimentado una tendencia positiva en cuanto a las obras residenciales. Con 5.896 proyectos registrados en el primer semestre, las viviendas se sitúan como el tipo de edificación que registra un mayor volumen de obras. Además, se construye un 15% más de viviendas respecto al mismo periodo del año pasado, lo cual plasma la reacción del mercado inmobiliario estatal.
Sin embargo, por otra parte, el mercado ha registrado un notable frenazo en el primer semestre de 2025. Según un informe de la firma tecnológica de soluciones analíticas DoubleTrade, se han ejecutado 26.912 obras entre enero y junio, un 8% menos que en el mismo periodo del año anterior. La inversión total también se ha contraído con fuerza, hasta los 44.226 millones de euros, lo que supone una caída del 29% interanual. Ahora bien, en este contexto general de desaceleración, la construcción de viviendas se consolida como uno de los motores más resistentes de la industria, impulsado por la altísima demanda.
En cualquier caso, a pesar del retroceso global, las obras residenciales muestran una tendencia positiva. Este repunte de la vivienda en un momento de contracción general responde a factores estructurales. El Estado continúa enfrentando una escasez significativa de oferta habitacional, especialmente en zonas urbanas y turísticas.
En lo que llevamos de 2025, se han destinado 44.226 millones de euros a la ejecución de obras
Este desequilibrio ha incentivado tanto la promoción privada como la inversión pública en nuevos desarrollos residenciales. Además, la demanda contenida tras años de encarecimiento y la necesidad de cumplir con objetivos de sostenibilidad y eficiencia energética están impulsando reformas y rehabilitaciones.
Como revela el estudio Análisis y evolución del sector de la construcción, realizado por DoubleTrade, en lo que llevamos de 2025 se han destinado 44.226 millones de euros a la ejecución de obras, a las que se destina una superficie media de 585 metros cuadrados por obra.