El empresariado mantiene "una elevada preocupación" por la crisis energética

El mundo industrial, reunido en el Cercle d'Economia, pide estabilidad para dibujar "estrategias realistas"

Imagen general de la charla en el Cercle d'Economia | Aleix Ramirez Imagen general de la charla en el Cercle d'Economia | Aleix Ramirez

La llegada del año 2023 no ha insertado ningún mensaje de optimismo en el mundo empresarial. Una representación del sector industrial se ha congregado, este miércoles, al atardecer en el auditorio del Cercle d'Economia, para tratar el impacto de la crisis energética.

Francesc Rubiralta ha abierto la conversación con una radiografía de todas las amenazas externas, especialmente de los problemas vinculados a la situación geopolítica. "No estamos compitiendo en igualdad de condiciones", advierte el presidente de Celsa y miembro de la junta directiva del Cercle.

En este sentido, Rubiralta ha puesto de ejemplo la diferencia de los precios energéticos entre España y otros países de la Unión Europea "como una razón para plantearse traslados de producción". Sin dejar el análisis, el directivo lamenta que "la competitividad queda marcada por factores que no controlas".

La falta de estabilidad, un obstáculo para fijar una estrategia realista

En su turno de intervención, Martina Font ha puesto deberes a la administración pública con una suave crítica. "Sin estabilidad no se puede hacer ninguna estrategia en el ámbito industrial", remarca la directora corporativa y de Innovación en Font Packaging Group.

Lejos de parar los mensajes envenenados hacia el Gobierno, Font exige a las autoridades aparcar el horizonte electoral y definir políticas realistas" que minimicen "la pérdida de competitividad". Los ponentes han orientado sus peticiones hacia los planes de ayudas de Alemania (200.000 millones de euros) y Francia para hacer frente al consumo energético de sus empresas y viviendas.

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Primer plano de Pedro González e Inka Guixà | Cercle d'Economia

Las organizaciones: "Nadie puede sobrevivir con un precio de 200 euros el MWh"

El principal grito de alerta llega por parte de la Asociación de Empresas con Gran Consumo. Este colectivo cuenta con 27 empresas asociadas de sectores como la metalúrgica, la farmacia o la siderúrgica. Firmas que concentran el 10% del consumo eléctrico en España.

"Ninguna empresa puede sobrevivir con un precio de 200 euros el megavatio", así de explícito se ha pronunciado Pedro González. El director de la asociación ha expresado "una elevada preocupación" por como avanzará el año 2023, "marcado todavía por las dudas y las incertidumbres".

Las empresas de la AEGE concentran el 10% del consumo eléctrico en España

A pesar de ser evidente, González ha hecho especial mención a las amenazas externas. "No competimos en un mercado nacional, nosotros estamos en Europa y, a la vez, trabajamos más allá de las fronteras comunitarias". Desde el colectivo empresarial se ha hecho un llamamiento a "aprovechar los beneficios de la tecnología".

Reivindicación del liderazgo de la industria

Más allá de la situación coyuntural, Inka Guixà ha lanzado una reflexión sobre el papel del sector industrial en España. "Me encanta el turismo, pero también necesitamos las industrias", ha recordado la directora general de La Farga.

Siguiendo el camino marcado por Martina Font, Guixà no ha desaprovechado el altavoz del Cercle para denunciar que los "factores externos no pueden obstaculizar nuestra competitividad". De forma irónica, la empresaria ha asegurado que La Farga "marchará de les Masies de Voltregà, "antes cierro".

A la pregunta de como, en el día a día, se puede minimizar el impacto de la crisis, el empresariado se ha mostrado incapaz de publicitar una estrategia positiva. "Antes, la energía ocupaba el 20-30% del gasto de la empresa y ahora supera el 50%", esta ha sido la respuesta global que han escuchado los asistentes a la charla.

El Gobierno justifica la distancia con Francia y Alemania

La representación del gobierno español ha ido a cargo de Joan Groizard, director general del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). Esta empresa pública está adscrita al ministerio de Transición Ecológica, a través de la secretaría de Estado de Energía.

"Cuando hablamos de las actuaciones de otros países, hay que entender que Alemania tiene margen fiscal para impulsar un gran paquete de ayudas y, por su parte, Francia tiene una empresa pública que puede llevar a cabo determinadas acciones", expone el representante estatal.

En un mensaje conciliador con los presentes en la sala del Cercle d'Economia y el resto del sector privado, Joan Groizard ha ofrecido la colaboración del Gobierno "para dar respuestas a la situación coyuntural, pero también para pensar soluciones a largo plazo".

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