Pero no todo es el negocio químico. En la primera parte de este artículo había sacado la nariz el Deutsche Ueberseeische Bank (el Banco Alemán Transatlántico, embrión del actual Deutsche Bank) y ahora es el momento de pararse un momento. En 1904 esta entidad, filial del Deutsche Bank, había abierto oficina en Barcelona con la intención de hacer de puente para los negocios alemanes en Latinoamérica, donde ya tenían sedes desde 1887. Su operativa duró hasta el final de la Segunda Guerra Mundial cuando, como la mayoría de negocios alemanes, tuvo que someterse a las decisiones de los países aliados, los vencedores del conflicto bélico. En el caso de esta entidad, la filial española pasó a manos estatales y después se privatizó, para ser, en 1950, el Banco Comercial Transatlántico, conocido durante muchos años como Bancotrans.
Cómo se puede ver, el término "alemán" desapareció para dar lugar a "comercial", y es que con la guerra tan reciente, todo lo que sonara a germánico era de muy mal ver. En aquellos años cincuenta, su consejo de administración nos da pistas sobre los empresarios relevantes del momento, porque allí se sentaban Demetrio Carceller I (falangista de primera hora, empresario del petróleo, ministro y propietario de Damm), José Torra Closa (propietario de la banca Soler y Torra Hermanos, con intereses en FOCSA, Aigües de Barcelona, Societat de Tramvies y abuelo de Alberto Alcocer Tuesta), Ignacio Coll Castell (heredero de un imperio textil y propietario de Damm y del balcón de la Diagonal desde el que Franco asistió al desfile de las tropas vencedoras de la Guerra Civil) u Otto Maier Zeuner (fundador del Barça y representante de la firma alemana de material sanitario Hartmann), para poner algunos ejemplos.
El consejo del Banco Comercial Transatlántico nos da pistas sobre los empresarios relevantes de los 50: Demetrio Carceller I e Ignacio Coll Castell (Damm), José Torra Closa (Banca Soler y Tuesta Hermanos) u Otto Maier Zeuner (Barça y Hartmann)
No sería ni mucho menos la única relación de Carceller con los negocios alemanes, porque un tiempo más tarde en el capital de la cervesera Damm entraría el gigante de la alimentación Dr. Oetker, propiedad de la familia homónima. Por otro lado, la firma Hartmann -donde Otto Maier había trabajado desde finales del siglo XIX- continúa presente en Catalunya a través de las dos plantas que tienen en el país -las únicas del Estado- en Montornès y Mataró, donde se dedican fundamentalmente al tratamiento de heridas y a los primeros auxilios.
El Bancotrans se mantuvo todavía más de una década en su sede histórica de Plaza de Catalunya 19 (hoy hay una oficina del Deutsche Bank como vestigio de aquellos tiempos, además de un hotel de la cadena Olivia), porque hasta el 1961 no levantaron su gran edificio corporativo, aquel que hay en Paseo de Gràcia 111, esquina con la Avenida Diagonal.
De Deutsche Bank a Casa Seat
Hoy este edificio está de actualidad porque está siendo reformado muy profundamente para construir apartamentos de lujo de la cadena Mandarin. En la planta baja se ha instalado la llamada "Casa Seat", donde la marca de coches de capital alemán ofrece toda una experiencia compuesta por demostraciones de movilidad, gastronomía, arte, cultura y varios ámbitos más.
Volviendo a los avatares del Bancotrans, hay que decir que a partir de la segunda mitad de los años cincuenta los antiguos propietarios, el Deutsche Bank, empezaron a recuperar posiciones en el accionariado. En 1957 eran titulares del 10% del capital, en 1971 ya habían llegado al 25% y a finales de los ochenta poseían el 40%. A partir de este momento dieron el paso para quedarse con la totalidad, en paralelo a la fusión, en 1994, con el Banco de Madrid, la entidad fundada por Jaume Castell Lastortras, que habían adquirido un año antes.
En otro punto del área metropolitana, en Cornellà, hay una de las principales sedes de Siemens en España. La relación con el municipio del Baix Llobregat viene de lejos, porque ya hace más de un siglo que la firma alemana adquirió la compañía local La Industria Eléctrica, SA, que pertenecía a la familia Muntadas, también propietarios de La España Industrial, uno de los conglomerados más grandes del sector textil que han existido nunca. Precisamente la dirección de la planta lleva hoy en día el nombre de uno de los Muntadas, puesto que está ubicada en la Calle Lluís Muntadas, en homenaje al fundador de La Industria Eléctrica, SA. Y recuperamos un nombre que ya mencionamos en el capítulo anterior, como es el de Francisco Belil Creixell, para recordar que fue consejero delegado de Siemens hasta su jubilación en 2012.
Henkel, Faus y la Sagrada Familia
Quien también tiene la sede española en Barcelona es Henkel Ibérica, que aterrizó en Catalunya en 1961 cuando compró la firma catalana Gota de Ámbar, dedicada a la producción de aceites y grasas para la higiene corporal. La sede de la empresa catalana en la calle de Córsega fue casi la misma donde Henkel tuvo su sede central hasta que el 2015 se mudaron en un edificio corporativo del distrito 22@.
Las antiguas oficinas, de carácter singular, habían sido levantadas en 1970 y fueron derrocadas en 2016 porque el fondo de inversión Meridia Capital Partners (encabezado por Javier Faus Santasusana) había comprado el inmueble con la intención de hacer un hotel sobre la misma parcela. Hoy hay el establecimiento Barcelona 1882 de cuatro estrellas y propiedad del mismo fondo de inversión.
De cara al turismo, su principal atractivo es la proximidad al templo de la Sagrada Familia y por este motivo su marca comercial lleva el año en que se iniciaron las obras.
El Bisolvon y el Nolotil de Sant Cugat
Y del 22@ en Sant Cugat, porque allí está establecida otra de las grandes multinacionales alemanas que han elegido Catalunya como lugar de referencia dentro del Estado o, incluso, en el marco del sur de Europa. Se trata de la farmacéutica Boehringer Ingelheim, una de las más grandes del mundo, que se estableció aquí en 1952. La firma alemana es la fabricante de fármacos tan conocidos como el Bisolvon (jarabe para reducir la mucosidad en los resfriados) o el Nolotil (para dolor intenso o fiebre).
Antes hemos mencionado la Seat, y no podemos pasar por alto que también es una empresa de capital alemán. Lo que se fundó en 1950 como Sociedad Española de Automóviles de Turismo, siendo filial de la italiana Fiatc, pasó a manos de Volkswagen a mediados de los ochenta, después de que el 1981 se rompiera el vínculo entre la firma española y la italiana. Desde la entrada de los alemanes en el capital de Seat, la marca ha vivido una evolución constante hasta transformarse en una máquina de generar beneficios apoyada sobre la planta de Martorell, que abastece de vehículos a toda Europa.
Seat ha vivido una evolución constante hasta transformarse en una máquina de generar beneficios apoyada sobre la planta de Martorell, que abastece toda Europa de vehículos
Resulta imposible encabir aquí a todas las empresas alemanas con sede en Catalunya, pero no podemos olvidar otros como Freudenberg (desde 1968 y con la mayoría de su actividad concentrada en Parets del Vallès), Fresenius (con oficina central en Barcelona), Bosch (con más de un siglo de relación con Barcelona, aunque la sede actual está en Madrid) o Lacer (propiedad de la familia Andress, establecidos en Catalunya desde los años 20).
Además de generar una gran masa de puestos de trabajo, de producción y de investigación, el clúster alemán en Catalunya es uno de los remaches que nos mantiene unidos a la Unión Europea.