
La movilidad es uno de los ámbitos a los que más miradas se dirigen a la hora de hablar de transición energética. En España, el sector del transporte representa el 30,7% de las emisiones de gases de efecto invernadero, y el transporte por carretera supone individualmente el 28,4% del total, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
La adopción del vehículo eléctrico es vista como la principal solución para impulsar este cambio, y Europa ya ha comenzado a ponerse las pilas para preparar la infraestructura necesaria. Según el informe Global EV Outlook 2025 de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), el número de cargadores eléctricos públicos creció un 35% en el continente y ya supera el millón de estaciones. Eso sí, el ritmo difiere en función del país, ya que en 11 de los 27 estados miembros de la UE la cifra creció más de un 50% durante 2024.
Las buenas perspectivas europeas, que posicionan al continente por encima de Estados Unidos, contrastan con el liderazgo incontestable de China: el gigante asiático acumula alrededor del 65% de los puntos de recarga de todo el mundo y el 60% de los vehículos eléctricos disponibles. Además, lo hace con una gran concentración en las áreas urbanas: más del 50% de los puntos de recarga de acceso público se ubican en las 15 principales ciudades del país. Queda aún mucho camino por hacer, y más si se quiere alcanzar el objetivo de la Unión Europea de reducción de emisiones para 2030, para lo cual la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) calculaba en un informe de 2024 que sería necesario llegar a los 8,8 millones de estaciones de recarga para dar respuesta a los vehículos eléctricos necesarios.
El liderazgo, con futuro incierto, de Ámsterdam
Quien ha liderado con firmeza hasta ahora la implementación de estaciones de recarga de vehículos eléctricos en el continente son los Países Bajos, que tienen la red nacional de recarga más grande del continente, con más de 180.000 puntos. De acuerdo con Electromaps, la plataforma digital sabadellense (propiedad de Wallbox desde 2020) que monitoriza las electrolineras de todo el mundo, la cifra asciende hasta 212.274 puntos de recarga. Estos datos van en consonancia con el porcentaje de adopción del coche eléctrico en el país: el primer trimestre de 2025 se matricularon un total de 32.439 vehículos eléctricos, lo que representa más del 35% de las matriculaciones totales y un crecimiento del 7,9% interanual, según datos de la Asociación RAI de fabricantes, la asociación de concesionarios BOVAG y la consultora de gestión RDC.
Sin embargo, esta situación puede dar un giro en el futuro próximo. Una de las razones que había catapultado el vehículo eléctrico en los Países Bajos eran los subsidios que el gobierno otorgaba en su compra, los cuales han dejado de otorgarse este año. Además, este 2025 está prevista la entrada de un nuevo impuesto a los coches eléctricos, que se incrementará en un 75% durante 2026. Según cálculos del portal Ranking Royals a partir de los datos del Observatorio Europeo de Combustibles Alternativos de la Comisión Europea, el coste de recarga en los Países Bajos es de 9,2 euros por cada 100 kilómetros, cifra que se sitúa en la parte alta del continente.
Más allá de los precios, la gran apuesta neerlandesa por la movilidad eléctrica también ha tenido efectos negativos: la sobrecarga de la red eléctrica. Ciudades como Utrecht, Rotterdam, Ámsterdam experimentaron durante 2024 varios apagones por una demanda excesiva en la red de alta tensión de electricidad, provocada fundamentalmente por los vehículos eléctricos. La solución por la que se ha optado y que se ha comenzado a implementar en Utrecht es la de la carga bidireccional: aquellos coches enchufados a la red que ya están cargados no solo chupan energía, sino que pueden compensar los desequilibrios de la red devolviendo parte de su electricidad.
El fin de las ayudas, una piedra en el camino
Alemania es el segundo país con más puntos de recarga de Europa, con un total de 160.000 electrolineras de acuerdo con el informe de IEA, cifra que cae hasta los 83.955 en la base de datos de Electromaps. El estado germánico es uno de los mejor preparados en el ámbito de las autopistas, con un 94% de las vías cubiertas con cargadores eléctricos y el 80% con la variante ultrarrápida y el otro 14%, con estaciones tanto rápidas como ultrarrápidas.
Con todo, la situación del país teutón también ha experimentado cambios importantes en los últimos años. Quien durante mucho tiempo había sido el país líder en ventas absolutas de coches eléctricos en Europa cedió la primera posición al Reino Unido en 2024 después de una importante caída del 27% de las adquisiciones de vehículos eléctricos, un total de 380.609 unidades. Fruto de ello, los coches eléctricos pasaron de representar un 18,4% de las nuevas matriculaciones en 2023 a solo un 13,5% el año siguiente.
Esta bajada se explica, en parte, por la inflación, pero más especialmente, por la retirada de las subvenciones a la compra de vehículos eléctricos que se llevó a cabo a finales de 2023, en la línea de otros países del continente. Sin este apoyo, y viendo el importante retroceso de 2024, el gobierno alemán ha optado por la vía fiscal para reflotar el sector, con rebajas fiscales de hasta el 40% del valor de los coches eléctricos para las empresas que adquieran uno nuevo. Esta medida, junto con la coyuntura europea, ha tenido efecto: las ventas han remontado un 38,9% durante el primer trimestre de 2025, según datos de la ACEA.
Los Países Bajos, Alemania y Francia lideran en Europa la instalación de puntos de recarga de acceso público
El caso alemán es muy reminiscente del del tercer país europeo con más cargadores eléctricos públicos, Francia. Aquí, de nuevo, encontramos una disparidad grande entre la IEA y Electromaps: el informe de la primera registra 155.000 estaciones de carga, mientras que la plataforma de la segunda solo identifica 60.368. En este caso, el 88% de las autopistas francesas están equipadas con cargadores eléctricos, un porcentaje que se divide en un 76% de estaciones ultrarrápidas y un 12% de las dos modalidades.
El estado francés ha acumulado caídas en la venta de coches eléctricos durante los seis primeros meses de 2025, según cifras de la Plateforme automobile (PFA), con una bajada del 6,7% interanual en junio. De la misma manera que los Países Bajos y Alemania, Francia también ha abandonado las ayudas económicas a la adquisición de vehículos eléctricos, aunque en su caso no se ha aplicado hasta el 1 de julio de 2025. Con todo, esto no quiere decir que se hayan dejado de subvencionar la transición energética en movilidad, sino que ha cambiado el método: ahora se hará a través del sistema de certificados de ahorro energético, que a través de impuestos a las grandes empresas para contribuir a la descarbonización financian ayudas directas a la compra, más generosas para las familias con menos ingresos.
Una de las ventajas de las que disfruta Francia respecto a los otros dos países es el reducido coste económico de cargar los vehículos. Si en los Países Bajos, el gasto por cada 100 kilómetros era de 9,1 euros, y en Alemania de 8,9 euros, en Francia la cifra cae hasta los 7,3 euros, en la mitad baja de la clasificación europea.
Las diferencias que marca el tipo de vivienda
Bélgica (57.440), Italia (34.925), Reino Unido (22.687) y Austria (19,384) son los siguientes países con más estaciones de carga en Europa según Electromaps, unas cifras que no coinciden necesariamente con el número total de ventas de coches eléctricos. Ya lo hemos visto en el caso del Reino Unido, que lidera la tabla de ventas absolutas de 2024 con 381.900 nuevas matriculaciones según la Society of Motor Manufacturers and Traders (SMMT), un crecimiento del 21,4% anual.
El barómetro de la IEA asocia este cambio a la concentración de población en las ciudades y a los diferentes modelos de vivienda de cada país: “El tipo de vivienda tradicionalmente disponible puede jugar un importante rol a la hora de dar forma a la necesidad de acceso de los cargadores públicos. Por ejemplo, Alemania y el Reino Unido tienen una cifra similar de volumen de coches eléctricos, pero el Reino Unido tiene un 60% más de coches eléctricos por cada cargador público. En Alemania, más del 60% de la población vive en apartamentos o pisos; mientras que en Inglaterra y Gales, menos del 25% de la gente lo hace, lo que implica más facilidades para instalar cargadores privados”.
España, a remolque
Después de todo este listado de estados, en octava posición de la clasificación de Electromaps encontramos España, con un total de 16.969 puntos de carga. De estos, la provincia de Barcelona es la que agrupa más, con un total de 2.297, seguida por Madrid (1.845) y Alacant (832). El resto de demarcaciones catalanas se posicionan positivamente dentro del panorama español: Girona es sexta, con 625 estaciones; Tarragona es décima, con 426, y Lleida es vigésima, con 238.
Según la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), los puntos de recarga operativos en el Estado ascendían hasta los 38.725 a finales del año pasado, más del doble de los que contabiliza Electromaps. Esto supone un crecimiento importante, del 32% anual, pero no se evita un golpe de atención de la patronal: si se activaran todas las electrolineras actualmente inactivas, se superarían los 50.000 puntos de carga. Estas cifras son insuficientes, a juicio de Anfac, ya que el Estado se había marcado como objetivo cerrar 2024 con 63.500 puntos de recarga, y solo representan un 3,5% de los hitos marcados para 2030. Haciendo caso a los datos de la patronal, Catalunya es la comunidad autónoma con más estaciones de carga del Estado, con un total de 9.125, un 23%, muy por encima de Madrid (4.873) y Andalucía (4.676).
España se encuentra en una situación relativamente diferente de la del resto de países mencionados. Con una adopción del vehículo eléctrico tradicionalmente mucho más lenta que el resto del continente, el país presenta unas cifras mucho más tímidas de ventas, con 124.716 vehículos eléctricos matriculados durante 2024, incluyendo turismos, comerciales, pesados y autobuses, según Anfac. En este sentido, el estado español tiene una media de 11,8 vehículos eléctricos por cargador público, según cifras de la IEA, un dato muy próximo a Francia (11,9) y a la media europea (12,8). La cobertura en autopistas también es más reducida, de un 78%, que se divide entre un 33% con solo cargadores ultrarrápidos y un 45% con estaciones de las dos modalidades.