Digitalització, personalització y diseño sonidón las tendències de la indústria editorial al Graphispag
Digitalització, personalització y diseño sonidón las tendències de la indústria editorial al Graphispag

Graphispag: las historias siguen explicándose en papel

Los editores encuentran en la impresión, el diseño y el perfeccionamiento de los acabados los aliados adecuados para mantener el libro físico como formato dominante del sector, por delante de un 'ebook' que no supera el 4,5% de cuota de mercado

Graphispag abre este martes sus puertas en la Fira de Barcelona con la promesa de mostrar las últimas tendencias en el sector de la impresión y las artes gráficas, que en los últimos años se organiza en torno a tres mantras: digitalización, personalización y diseño. "El salón mostrará la última innovación a partir de casos prácticos e identificará nuevas oportunidades de negocio ligadas al producto gráfico que surjan de la transformación social, económica y tecnológica en que estamos inmersos", explica el director del salón, Jordi Magro. Un buen ejemplo de esta profunda metamorfosis que vive el sector es el hecho que, en la actualidad casi la mitad de lo que se imprime en Europa se hace en soportes que no son papel. La hegemonía del papel ha pasado a la historia en muchos campos, pero no en el editorial.

El mundo editorial no ha sido excluido de la revolución tecnológica que ha cambiado el sector. Los ebooks y los audiollibres han traído la digitalización a los libros, pero el impacto de estos nuevos formatos sobre el mercado es menor del que se podría intuir si sólo atendemos a la atención mediática que generan las novedades tecnológicas y las promociones intensivas e interesadas que hacen gigantes como Amazon y otras plataformas de distribución.

El libro electrónico no pasa del 4,5% de cuota de mercado en España y sus perspectivas de crecimiento son modestas

Si reducimos el debate a las cifras, el impacto de la revolución digital en el sector editorial es menor. Según Libranda, el libro electrónico no pasa del 4,5% de cuota de mercado en España y sus perspectivas de crecimiento son modestas. La situación se repite incluso en los mercados más consolidados. En los Estados Unidos, los ebooks llegaron a representar el 25% de las ventas del sector. Parecía que el papel tenía los días contados, pero hoy la estadística ha caído hasta el 15%.

"El gran valor del ebook es que los libros son más económicos; es un producto pensado para la gente que lee mucho, pero la realidad es que el índice de lectura en España es la mitad que a países como Francia, por lo que el factor precio no resulta tan decisivo", explica el director comercial de Cayfosa, Ismael Fábregas.

El empresario considera que las editoriales hacen bien al sumarse a "modas", como el ebook, pero recuerda que "el negocio del editor es el libro impreso". En este sentido, lista las virtudes del formato clásico contra su competidor digital. "El libro físico proporciona una experiencia multisensorial gracias al tacto que ofrecen los matices de una cubierta, la misma vista, los estímulos auditivos del mismo movimiento del papel e, incluso, el olfato".

Fábregas: "El gran valor del ebook es que los libros son más económicos, pero en España el índice de lectura es bajo, por lo que el factor precio no es decisivo"

Es en este juego sensorial en que la industria de la impresión editorial está encontrando más campo para evolucionar. "Hay una parte de las ventas de libros que se dan por el mismo contenido, pero buena parte de la facturación viene por las compras impulsivas, que se generan sobre todo entre el público adulto y juvenil y que se relaciona con las obras de colección", explica Fábregas. "Es en este tipo de publicación donde buscamos llamar la atención con cubiertas con colores y relevos, diseños gráficos atractivos, acabados plastificados, tactos sedosos, relevos y tintados tanto en los bordes como en el corte de las páginas. El objetivo es crear colecciones que llamen la atención en su punto de venta y que sean identificables por el consumidor".

Diferenciación y calidad ante precio

Todas estas innovaciones suponen un sobrecoste de producción y, finalmente, un encarecimiento del producto final que, por ahora, tanto industria como consumidores parecen dispuestos a asumir. Un cambio de tendencia respecto a lo que pasó después de 2009, cuando el 40% del sector gráfico desapareció y los supervivientes se instauraron en la austeridad y la optimización de gastos.

Hoy, la apuesta de la industria por el valor añadido a través de la impresión no se reduce sólo a aquellas editoriales con libros de coleccionismo en su catálogo. Las firmas puramente literarias también buscan su identidad y la diferenciación a través de ediciones reconocibles, impulsadas principalmente por editoriales pequeñas y medias. "Firmas como Blackie Books o Malpaso están haciendo cosas muy diferentes, no tanto en el formato, sino en la investigación de materiales y diseños que se utilizaban antes, como el papel offset o el lomo recto", analiza Fábregas.

Para el experto, la razón de este esfuerzo de las editoriales más modestas para diferenciarse a pesar del encarecimiento del producto que esto supone es el hecho que "hay dos grandes grupos que controlan el 70% del mercado, por lo que hacen falta estrategias así para hacerse un agujero".

El libro educativo, un campo de pruebas

Si en la literatura las grandes innovaciones juegan en el campo de las mejoras sensoriales, en los libros infantiles y educativos es donde se están dando avances a medio camino entre el mundo analógico y el digital. En estas obras encontramos desde propuestas básicas, como la incorporación de códigos a los libros escolares para acceder a la versión online, hasta aplicaciones avanzadas de realidad aumentada e ilustraciones que sólo se pueden ver a través de un código QR.

Veldepeñas: "Veremos ediciones en las cuales los contenidos serán cada vez más mínimos y el papel servirá como hilo conductor por el consumo de contenidos digitales"

"En el mundo de la educación empieza a ser habitual el uso de la realidad aumentada, y es en estos libros destinados a la etapa infantil en los que se trabaja más la incorporación de innovaciones tecnológicas", apunta el director de producción del Grupo Anaya, José Valdepeñas.

El directivo de Anaya avanza que en los próximos años "veremos ediciones en las cuales los contenidos serán cada vez más mínimos y el papel servirá como hilo conductor para el consumo de contenidos digitales".

El boom de la impresión bajo demanda

La aparición de la impresión digital también ha abierto nuevas vías de negocio en el mundo editorial, que ahora ve cómo es posible hacer tiradas cortas, personalizadas o, incluso, bajo demanda, de forma rentable. Un estudio de la empresa Pode Print indica que el 50% de los editores ya utilizan el sistema print-on-demand, lo que permite hacer sus lanzamientos sin comprometer una tirada, al ritmo de la misma demanda, y abaratando así los gastos en los procesos de producción, almacenamiento y distribución.

El informe muestra como esta impresión bajo demanda está muy relacionada con la estrategia de internacionalización de las obras. Así, en lugar de aventurarse a un nuevo mercado con una tirada larga, los editores pueden responder a las peticiones a medida que llegan. Una cifra ilustra el éxito de este formato para la exportación: el 26,5% de las empresas del sector editorial tienen contratados servicios print-on-demand en sus mercados exteriores.

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