"Quien tiene que hacer cumplir la ley, dar ejemplo y organizar a la sociedad poniendo en el centro a las personas es el sector público". Clara como siempre, la directora del Observatori Dona, Empresa i Economia de la Cambra de Comerç de Barcelona y presidenta de la asociación 50 a 50, Anna Mercadé, ha vuelto a reclamar que, ahora que se acercan elecciones, se aproveche la ocasión para empezar una nueva legislatura cumpliendo con la Ley de Igualdad, así como que se reactive la tramitación del anteproyecto de ley sobre la profesionalización de la dirección pública. Si bien es cierto que, admite, "en el observatorio siempre nos hemos metido con la empresa privada", también lo es que, gracias a la transparencia aportada por la Generalitat, esta ha sido la primera vez en que la ODEE Cambra ha podido estudiar el nivel de igualdad en las administraciones públicas. "Hacemos esto ahora porque es antes de las elecciones, no para criticar, sino para poner encima de la mesa cifras porque si no se cuenta, no existe", ha avisado durante la presentación telemática del estudio La presencia de mujeres en altos cargos, eventuales y puestos directivos en la Generalitat de Catalunya y su sector público.
Un estudio que, a pesar de que demuestra que la desigualdad en el ámbito público es menor que en el privado, también confirma que todavía hay mucho trabajo por hacer para poder hacer de la "democratización de nuestro país" una realidad. Y es que las principales conclusiones del informe no son muy esperanzadoras y los datos presentados ponen en evidencia que, como ha subrayado la directora de Análisis Económico de la Cambra, Carme Poveda, "las mujeres están infrarepresentadas en los altos cargos y puestos directivos del sector público de la Generalitat y en los nombramientos en órganos de gobierno" y, además, en la administración pública "también hay techo de cristal".
Esto quiere decir que el propio Govern "incumple la Ley de Igualdad de 2015", que en su artículo 18.2 señala que "las administraciones públicas de Catalunya tienen que procurar de atenerse al principio de representación equilibrada de mujeres y hombres en el nombramiento de los titulares de los órganos de dirección y de los organismos públicos vinculados o dependientes, y fomentar este principio en los órganos de dirección de las asociaciones y organizaciones de toda índole". Hoy por hoy, la participación de las mujeres en órganos de gobierno de entidades participadas, es decir, sin retribución, es del 30%, mientras que en los altos cargos del Govern se eleva al 48% -cuando forman el 66% del total de la plantilla- y en los puestos directivos del sector público el porcentaje cae hasta el 24%.
Roser Xalabarder, Carme Poveda y Anna Mercadé durante la presentación del estudio
Todo ello corrobora el hecho de que, como advierte Poveda, "las mujeres están menos presentes a medida que aumenta el nivel del alto cargo" y esto se ve claro en las diferentes pirámides que confirman el techo de cristal en la Generalitat presentadas en el estudio: a medida que la responsabilidad del cargo aumenta, la cifra de mujeres cae, a pesar de ser casi dos terceras partes de la plantilla. En este sentido, la directora de Análisis Económico de la Cambra lamenta que "vamos perdiendo talento femenino por el camino" y añade, además, que la presencia de mujeres se incrementa en los puestos más precarios de la plantilla del sector público catalán. Y no solo esto. Si nos fijamos en el total de puestos que hay en los órganos de gobierno -2.925-, se puede ver claramente como solo un 30% de estos son ocupados por mujeres.
Un camino lento hacia la paridad
Ahora bien, sí que es verdad que hay departamentos que, poco a poco, se acercan a la paridad como lo son las conselleries de Justícia -con un 47% de mujeres-, de Treball -con un 50%- y de Cultura -con un 47%, mientras que en otros departamentos como Salut, Territori y Empresa la representación femenina cae hasta entre el 20% y el 30%. De hecho, solo tres de los 13 departamentos de la Generalitat se acercan a la paridad, a pesar de que todavía ninguno la logra al 100% si tenemos en cuenta el número de mujeres que hay en total en la plantilla del sector público.
Poveda: "Las mujeres están infrarepresentadas en los altos cargos y puestos directivos del sector público de la Generalitat y en los nombramientos en órganos de gobierno. En la administración pública también hay techo de cristal"
Esto quiere decir que la propia Generalitat no cumple con la Ley de Igualdad, cosa que, como recuerda Mercadé, va ligada a una menor representación en aspectos tan importantes a nuestras vidas como las personas que gestionan nuestro dinero e impuestos, las infraestructuras, los servicios y una parte muy importante de las contrataciones y del PIB, motivo por el cual, insiste, "sería muy importante que se aprobara la ley porque profesionalizaría la gestión de nuestras vidas y esto frena el progreso de nuestro país". "La realidad es que en las grandes entidades y empresas públicas las mujeres no están", lamenta.
Todo ello repercute en los aspectos citados, pero también en la brecha salarial del sector público, motivada por, indica Poveda, "la mayor presencia de hombres en cargos mejor remunerados", cosa que provoca una brecha del 9,4% entre los altos cargos y eventuales y del 6,3% a las entidades del sector público. Y la cosa todavía va más allá. A pesar de que las mujeres son el 74% de la ocupación con título universitario, solo un 40% están representadas en los altos cargos y puestos directivos, hecho que se suma al elevado porcentaje de mujeres que hay en los puestos más precarios, es decir, los de los contratos temporales e interinos, que suben hasta el 73% cuando, recordamos, son el 66% de la plantilla.
Una mirada hacia un futuro urgente
Justamente con todos estos argumentos presentados, el ODEE Cambra propone que, de cara a la nueva legislatura que empezará una vez se hayan celebrado elecciones en Catalunya, "se obligue por ley a que haya paridad en las designaciones de los órganos de gobierno de entidades participadas por la Generalitat", así como que "se logre la paridad en altos cargos y puestos directivos de las entidades del sector público y se cumpla con la Ley de Igualdad", además de instar a las fuerzas políticas de cara a los próximos comicios a que hagan un "gran acuerdo preelectoral para reactivar la tramitación del anteproyecto de ley sobre la profesionalización de la dirección pública". Porque, solo esto, conseguirá hacer que la selección del personal se haga en base a la meritocracia y no por "criterios políticos".
Mercadé: "Quien tiene que hacer cumplir la ley, dar ejemplo y organizar a la sociedad poniendo en el centro a las personas es el sector público"
Además, también sugieren que se haga un seguimiento anual del cumplimiento de la paridad en los diferentes ámbitos del sector público" y que se apruebe un plan para la eliminación de la precariedad y temporalidad en la Generalitat. Y es que, como dice Mercadé, "no entendemos cómo es que se sigue con este marco mental en que las cuotas son de hombres blancos, occidentales y bajo algún paraguas de corriente política" porque, recuerda, "las mujeres no somos un colectivo, ni un grupo, y la sociedad será mejor si el 50% de la sociedad entramos a decidir" puesto que "nos mueve hacer una Catalunya mejor y una sociedad mejor y la visión femenina de las mujeres de poner por encima de todo el bien común".
Y es que, como decía en su manifiesto durante el segundo Fòrum Hipàtia antes del confinamiento, "esta és la revuelta de las mujeres contra la injustícia de la sociedad patriarcal y machista, organizada y dirigida por hombres que solo tienen en cuenta su visión del mundo".