La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha anunciado que los nuevos impuestos extraordinarios a los beneficios de las entidades de crédito y las grandes empresas energéticas han supuesto ya ingresos para el Estado de 1.454,5 millones de euros. Según Montero, una vez agotado el plazo para el primer pago anticipado, donde las empresas debían pagar el 50% de la cuota del año, "los resultados son muy positivos".
En concreto, el Estado ha recaudado 817,4 millones de euros de las grandes empresas energéticas, y otros 637,1 millones de los beneficios de la banca. La suma, según Montero, anticipa que la recaudación real anual será superior a los 2.900 millones de euros, por lo que se ajustará a la previsión más conservadora de 3.000 millones de euros.
Los nuevos impuestos entraron en vigor el 1 de enero para gravar ya los ingresos extraordinarios de las grandes empresas energéticas y las entidades de crédito de 2022. Los tributos suponen el 1,2% sobre la cifra de negocios (salvo las derivadas de las actividades reguladas) de las compañías energéticas que facturen más de 1.000 millones de euros en 2019.
La ministra ha recordado que estas empresas están publicando importantes beneficios extraordinarios: más de 21.000 millones en el caso de la banca, "una cifra inédita", y 12.000 millones de euros de beneficios por parte de las empresas energéticas. Por tanto, según Montero, las cantidades que deben pagar las empresas de estos dos sectores son "bastante asumibles" teniendo en cuenta las cuentas de resultados y, pese al discurso de la derecha, "no se pueden calificar de incautadores". Ambos sectores, ha dicho, "disponen del apoyo del gobierno" español, y "lo único que les pedimos es que ante beneficios históricos hagan un pequeño esfuerzo" y "contribuyan".