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La tecnología para pasajeros con discapacidad visual avanza, pero los retos físicos continúan

TMB calcula que la etiqueta tiene unas 40.000 lecturas mensuales y constata que es una herramienta útil para todos los pasajeros

La etiqueta de NaviLens en una estación de la red de metro de Barcelona | Albert Hernàndez (ACN)
La etiqueta de NaviLens en una estación de la red de metro de Barcelona | Albert Hernàndez (ACN)
Redacción VIA Empresa | ACN
Barcelona
13 de Octubre de 2025 - 09:07

La etiqueta de colores que hay repartida por las paradas de autobús y estaciones de metro de la red de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) ayuda a usuarios con discapacidad visual. Pero "la accesibilidad no avanza como lo hace la tecnología”, según constata Mar Masdeu, miembro del equipo motor de la Fundació Punt de Vista, y usuaria del transporte público. Masdeu precisa que la tecnología progresa más rápido de lo que lo hace la accesibilidad, lo que supone una adversidad en la movilidad cotidiana, y sugiere que la apuesta tecnológica "se acompañe de mejoras arquitectónicas". Por su parte, TMB registra unas 40.000 lecturas mensuales de estos códigos y certifica que se ha convertido en una herramienta útil para todos los pasajeros en general.

 

Las etiquetas, también llamadas ddTags, contienen información relacionada con el servicio de bus y metro y sirven como guía para personas con problemas de visión. Se pueden consultar a través de la aplicación NaviLens o la aplicación móvil de TMB y disponen de una voz asistente en una veintena de idiomas. “La aplicación las detecta si están cerca. No es como un código QR, que tienes que hacer una fotografía”, puntualiza Anaïs Garcia, responsable de la Unidad de Autonomía Personal, Tecnología y Accesibilidad de la ONCE Catalunya, organización que ha participado en la implementación de esta iniciativa.

Masdeu: "La tecnología progresa más rápido de lo que lo hace la accesibilidad, lo que supone una adversidad en la movilidad cotidiana. Es necesario que la apuesta tecnológica se acompañe de mejoras arquitectónicas"

Garcia concreta que, una vez que se accede a la aplicación, da "más información". En el caso de los autobuses, detalla el número de parada, las líneas que se detienen o el tiempo que queda para que llegue uno. En cuanto al metro, por ejemplo, indica las direcciones de las salidas desde los andenes y cómo hacer un transbordo. “No es un guiado, da información”, precisa Garcia. “La aceptación ha sido muy notable”, valora el responsable de Accesibilidad Física de TMB, Xavier Peradalta. Sin embargo, matiza que la evolución de esta tecnología ha llevado a que los usuarios potenciales no solo sean las personas con discapacidad visual "sino todo el pasaje en general". "NaviLens tiene esta doble vertiente", subraya Peradalta.  

 

El responsable de Accesibilidad Física de la empresa pública recalca que se trata de una manera "muy rápida y eficaz" de trasladar información del estado de la red, especialmente “importante” si hay incidencias. Peradalta concreta que actualmente hay unas 9.800 etiquetas distribuidas por toda la red de transporte, de las cuales unas 5.600 por paradas de bus y 4.200 por estaciones de metro.

"Accesibilidad universal"

La miembro de la Fundació Punt de Vista reclama una “accesibilidad universal” y apunta que "hay muchas barreras que no son arquitectónicas" con las que se encuentra durante el día a día. Masdeu considera que el NaviLens “muchas veces va bien”, pero hacen falta avances que acompañen la tecnología como la señalización del escalón cero. Se trata de “marcar” el primer peldaño con, por ejemplo, un adhesivo de un color llamativo y así "no hace falta estirar el pie para saber dónde acaba".

Actualmente hay unas 9.800 etiquetas distribuidas por toda la red de transporte, de las cuales unas 5.600 para paradas de bus y 4.200 para estaciones de metro

Mar Masdeu, que tiene reconocida una baja visión, celebra que se implanten innovaciones para facilitar la movilidad, pero insiste en que “la tecnología no avanza a la misma velocidad que la accesibilidad”. En este sentido, considera que puede haber las etiquetas de colores, pero llegar a una parada “es toda una experiencia”. Por otro lado, Masdeu lamenta que si quiere moverse fuera de la red de TMB no lo puede hacer con la misma facilidad. Aun así, dice que “siempre hay alguien” dispuesto a ayudar y “pocas veces” se ha encontrado con que nadie le haya echado una mano.

Mar Masdeu usando el NaviLens en el vestíbulo de la estación de metro de Tetuán (L2) | Albert Hernàndez (ACN)
Mar Masdeu usando el NaviLens en el vestíbulo de la estación de metro de Tetuán (L2) | Albert Hernàndez (ACN)

El responsable de Accesibilidad Física de TMB califica de “importante” e “ideal” que esté cubierto todo el guiado desde que la persona sale de su casa. En este sentido, Peradalta asegura que Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) “ya lo tiene implementado” y el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) “está en proceso de implementación”.

Medidas “no tecnológicas” a aplicar

La miembro de la ONCE Catalunya coincide con la opinión de Mar Masdeu y apunta que “hay medidas no tecnológicas” que se necesitan en paralelo a la tecnología. Es decir, dice que no se deben olvidar "los encaminamientos en las paradas de bus y del metro". Garcia recuerda que actualmente existe el Código de Accesibilidad de Catalunya, que fija que "deben estar señalizadas, para que se pueda detectar con los pies y con un bastón".

Garcia (ONCE): "No se deben olvidar los encaminamientos a las paradas de bus y del metro. Estas deben estar señalizadas, para que se pueda detectar con los pies y con un bastón"

La responsable de la ONCE lamenta que “la mayoría de municipios” no aplican esta normativa catalana y los invita a ponerse “al día”. Además, admite que se debe “picar mucha piedra” en esta materia y “se debe ir trabajando” a través de las diecisiete agencias que la organización tiene repartidas por Catalunya.

Una prueba piloto

El origen de la tecnología NaviLens se remonta a 2018, cuando se hizo una prueba piloto en la estación de Fira (L9) del metro y en las paradas de bus alrededor de la plaza España. Cuando se cercioró “del funcionamiento óptimo”, afirma Peradalta, y las asociaciones de personas con discapacidad visual dieron el visto bueno, se implementó entre 2019 y 2020. El estallido de la pandemia condicionó el proyecto y lo retrasó hasta principios de 2021, cuando se extendió y toda la red de TMB quedó equipada. 

El responsable de Accesibilidad Física de TMB afirma que “el reto” de cara a los próximos meses es incorporar toda la información de servicio como la ocupación de los trenes, más incidencias y estado de los ascensores de las estaciones de metro, entre otros datos.