El Túnel de Viella: de ser el más peligroso a darle la vuelta a una zona singular

Luces y sombras de una infraestructura clave que ha cambiado el Valle de Arán y ha dado paso al auge del turismo madrileño, francés... y cada vez menos catalán

Baqueira nevado durante los últimos años | iStock Baqueira nevado durante los últimos años | iStock

Hay túneles que cambian vidas, relaciones y comarcas enteras. Lo hemos explicado en VIA Empresa con el del Cadí (Berguedà) y con el de Bracons (la, pero no podía faltar la infraestructura que ha dado acceso desde hace décadas al territorio del Valle de Arán. Proyectado durante el reinado de Alfonso XIII e inaugurado 22 años después, el túnel cuenta con cinco kilómetros de largo y cinco metros de ancho. Sin obviar que tiene una dificultad añadida: es el más peligroso de Europa y está considerado "muy malo" por la seguridad, las alarmas antiincendios, la iluminación, las salidas de emergencia y los teléfonos de emergencia. De ahí que en 2007 fue sustituido por una nueva infraestructura y dejó atrás años de historias, inseguridades y la apertura de una zona que ha cambiado la historia de Catalunya.

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La idea de comunicar esta zona del Valle de Arán con el resto de Catalunya y España, no es nueva. Desde el siglo XIX, los habitantes de la zona lo reclamaban de forma reiterada y, con una visita de Alfonso XIII al Valle de Arán, le pidieron por favor, "salir del aislamiento en el que se encontraban". 22 años después, con la inestabilidad política de los regímenes políticos, una guerra civil en medio y problemas técnicos con fuertes inundaciones, la kilométrica cavidad fue inaugurada por fin en 1948. Como era común entonces, el túnel fue nombrado Túnel de Vielha- Alfonso XIII y dejó atrás un complicado paso por el puerto de la Bonaigua (más de 2.000 metros de altura), que a menudo lo hacían a pie o en caballo. Un túnel que, según cifras de la época, tenía una pronunciada pendiente del 5%, más de 6.000 vehículos de la época diarios y más de 700 camiones con materias peligrosas. Pese a las numerosas denuncias por las faltas de seguridad, tan sólo registró dos accidentes de gravedad en sus 59 años de historia. El primero fue un desprendimiento en 2003 y se cerró durante días, mientras que el segundo tuvo lugar en 2007 con el hundimiento de 100 metros de un falso techo.

León (empresario): “Recuerdo de pequeño tener miedo cuando cruzaba el túnel, no había luz, con filtraciones de agua constantes, lleno de agujeros y sin sistema de ventilación”

Juan Carlos León, director de Gestiaran, una inmobiliaria de Baqueira, explica a VIA Empresa que cuando era pequeño fue a vivir al Valle de Arán y que cuando cruzaba el túnel "tenía miedo", ya que recuerda "cruzarlo sin luz, con filtraciones de agua constantes, lleno de agujeros y un sistema de ventilación que no funcionaba". "Fue una época dura, entonces se mejoró, pero llegaron años de falsas promesas que nunca se han cumplido".

Como consecuencia, el director de la obra Felipe Cabredo detalla a los medios de comunicación de la época que fue una excavación compleja con el descubrimiento de "bolsas enormes de agua que arrastraron vagones, vigas y todo lo que encontraba en su paso". Murieron cinco obreros por una explosión y otros cinco por una inundación. Casi 600 obreros formaron parte de la construcción y se contó con 200 prisioneros de guerra, según ha podido descubrirse décadas después. “Dormían con barracones con más de 80 camas juntos y pasaban mucho frío”, afirman fuentes de la época.

La mayoría de la población del Vall d'Aran vive en Vielha | iStock
La mayoría de la población del Valle de Arán vive en Viella | iStock

“Cuando empecé, me daban ocho pesetas (4 céntimos de euro). Una peseta por cada hora. Quienes trabajaban fuera del túnel sólo cobraban seis. Luego, cuando me hicieron maquinista, subí a 9,50. En esa época, aquello era una fortuna. Piense que con sólo tres pesetas podía comer toda una familia”, explica uno de los obreros de la época, Fermín Monge, en una entrevista en El Periódico de Catalunya. “Tenga en cuenta que, excepto los cuatro señoritos ricos de Viella, todos los araneses trabajamos, en un momento u otro, en las obras del viejo túnel. Allí estábamos gente de la capital, de Escunhau, de Betren, de Gausac... Carpinteros, herreros de todo el valle. El túnel fue nuestra riqueza, no sólo esos años porque nos dio trabajo, sino por lo que supuso después”, concluye.

Monge (obrero de la época): "El túnel fue nuestra riqueza, no sólo aquellos años porque nos dio trabajo, sino por lo que supuso después"

Pese a que se incorporaron mejoras en el túnel inaugural durante las décadas posteriores, el ministerio de Fomento aprobó en el 2000 un proyecto de construcción paralelo con mejores condiciones por 128 millones de euros en OHL, Comsa y Copcisa. Las obras empezaron en 2002 y se inauguró en 2007 con el nombre de Túnel de Vielha-Juan Carlos I. Finalmente costó 200 millones de euros. En cuanto al viejo túnel, se reabrió para el transporte de mercancías peligrosas y como galería de evacuación de las nuevas instalaciones.

Unos inicios rurales

¿Cómo era el Valle de Arán de principios de siglo? Según explica Kike Vidal, miembro de la Fundación Etnológica del Valle de Arán en El Mercantil "la mayoría de las familias aranesas vivían del autoabastecimiento y por elementos extras bajaban a los mercados del Pont de Suert dos veces al año", continúa. "Aspectos como los muebles o los relojes provenían de Francia".

Valle de Arán es la comarca donde más crece la renta por habitante, según el Idescat

Por otra parte, León apunta que "la nieve era un gran inconveniente y durante más de cuatro meses vivían aislados, apostaban por completo por la ganadería y la explotación de bosques y forestales y, décadas después, la economía ha mirado hacia el turismo". En estos momentos la Estación de Baqueira Beret se ha convertido en el motor económico del Valle de Aran y ha habido nuevas tendencias y se ha dado valor a la naturaleza, a los parques nacionales, a deportes de mucha exigencia y se aprovecha mucho la época estival". Una economía vinculada al turismo y servicios que lo han complementado con la ganadería, las reformas, el sector del mantenimiento y la construcción.

Campanario de Santa Eulària d'Unha | iStock
Campanario de Santa Eulària de Unha | iStock

Como curiosidad, sólo dos comarcas catalanas concentran más del 80% de su valor añadido bruto en el sector servicios. Una es el Barcelonès, donde se encuentran las sedes administrativas de las principales empresas y el gobierno de la Generalitat, así como la máxima planta hotelera y los hospitales más importantes. La otra es el Valle de Arán. Una marca turística de invierno, gracias al deporte de nieve, pero también por la falta de alternativas de una demarcación aislada durante siglos. Así lo plasman las cifras: Valle de Arán es la zona donde más crece la renta por habitante, según el Idescat. Y la cereza del pastel: Baqueira Beret busca facturar otros sesenta millones en el 2022-2023 con un millón de esquiadores.

Cuando los franceses superan los madrileños y catalanes

¿Pero cómo llega alguien de Madrid al Valle de Arán? "Hay que tener claro que desde Barcelona se tarda más de tres horas con una carretera poco agradecida, así que muchos de ellos llegan a Lleida con el AVE y alquilan coches para subir con dos horas a nuestra comarca. O, incluso, muchos madrileños vuelan hasta Toulousse que existe una amplia flota de rutas y después disfrutan de una buena carretera hasta Viella o la zona que deseen". “También sorprende la llegada de muchos vascos o navarros que aprovechan las infraestructuras francesas y llegan a través del país vecino en tres horas", continúa León. Como contrapartida, los habitantes comentan en VIA Empresa que "tenemos más cerca de Toulouse que la capital de nuestra provincia (Lleida)”.

León (empresario): "El túnel se ha convertido en la única forma de entrar en el Valle de Arán desde España y el 70% de los visitantes lo hacen por esta vía, pero es necesario un cambio una vez se atravesado la infraestructura”

"Venimos de muchas falsas promesas, de un túnel que ha mejorado, pero de una carretera hasta Lleida que no cumple los estándares de calidad, son trazados de los años 40 y ahora se sufren las consecuencias. Cientos de camiones -con dificultades para adelantarles si eres un coche- y condiciones climáticas adversas condicionan una vía que debería ser primordial", apunta el empresario del Valle de Arán. "El túnel se ha convertido en la única forma de entrar en el Valle de Arán desde España y el 70% de los visitantes lo hacen por esta vía, pero es necesario un cambio una vez atravesada la infraestructura".

Una población que va de los 6.000 habitantes a principios del siglo XX, hasta los 10.372 actuales, concentrados primordialmente en Viella. Hace cien años el Valle de Arán estaba aislado y se ha convertido en un motor económico de Catalunya. Una obra arquitectónica que ha comportado cambios económicos, sociales y de nuevos vínculos. Pero tiene deberes pendientes más allá del túnel: bienvenida la transformación de la carretera N-230 en autovía.

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