• Empresa
  • Adam, la tecnológica catalana que opera centros de datos desde la creación de Wikipedia

Adam, la tecnológica catalana que opera centros de datos desde la creación de Wikipedia

La compañía tiene instalaciones en Barcelona, Cerdanyola del Vallès y Alcalá de Henares e inicia la construcción de un nuevo centro de datos en el Parc de l'Alba de 8 MW

El centro de datos de Adam en Alcalá de Henares, en Madrid | Adam
El centro de datos de Adam en Alcalá de Henares, en Madrid | Adam
Marc Vilajosana, periodista de VIA Empresa | Mireia Comas
Periodista
Barcelona
11 de Noviembre de 2025 - 05:30

En 2001, con un internet aún incipiente en Catalunya tras la llegada del ADSL, surgieron entidades preeminentes dentro del espacio digital del territorio, como la edición catalana de la Wikipedia o la Fundació .cat (ahora, Accent Obert). Y justamente aquel mismo año, la empresa catalana Adam inauguraba su primer centro de datos, unas instalaciones de 500 metros cuadrados en el centro de Barcelona. “Fuimos de los primeros, en la época no se oía hablar mucho de este tipo de infraestructuras”, recuerda el director general de la compañía, José Mejías. Una apuesta pionera que ha demostrado un largo recorrido, y que este martes se reforzará con la colocación de la primera piedra de lo que será el cuarto centro de datos de la empresa: unas instalaciones de 7.500 metros cuadrados en pleno Parc de l’Alba (Cerdanyola del Vallès) con una potencia instalada de ocho megavatios.

 

Pero la historia de Adam se remonta todavía más atrás, hasta 1989, año en que la compañía nació como “una pequeña startup de ensamblaje de equipos tecnológicos”, explica Mejías. Avanzando a medida que lo hacía la tecnología, en 1995 dieron el salto y comenzaron a actuar como proveedores de accesos a internet en el momento en que se empezaban a ofrecer estos servicios. “De aquella primera conexión, en poco tiempo surgieron las necesidades de los clientes de tener ordenadores encendidos 24 horas al día, 365 días al año”, señala Mejías, y esta fue la razón que les impulsó a construir aquel primer centro de datos, que aún hoy se encuentra en funcionamiento, con una potencia ampliada de un megavatio. 

Comparado con 24 años atrás, el director general de Adam confirma que el sector ha cambiado drásticamente: “En la época, el tema era bastante incipiente y todavía no había temas de climatización, pasillos cerrados… Estaba todo bastante en pañales”. Pero con el tiempo, la empresa catalana fue evolucionando de la mano con la industria, mejorando la eficiencia energética de los centros de datos, reduciendo su impacto e incorporando servicios complementarios, un control más férreo y una inversión en I+D.

 

Nacida en 1989, Adam comenzó a operar centros de datos en 2001 y acumula 24 años de experiencia en el sector

En este camino, Mejías subraya fechas específicas, como el año 2008, primera vez en que instalaron un centro de datos dentro de un contenedor marítimo, “con ocho racks de clientes y máquinas de frío” para que pudiera operar en aquellas condiciones. A su vez, en 2014 inauguraron el segundo centro de datos de la compañía, ubicado en Cerdanyola del Vallès, un movimiento impulsado por la necesidad “de ampliar y crecer desde el centro de datos de Barcelona”. La población vallesana se consideró un “buen lugar” por su proximidad al Parc Tecnològic del Vallès, y las instalaciones en el municipio se han convertido, hasta ahora, en las principales de la compañía, que también tiene un centro de datos en Alcalá de Henares (Madrid). 

El centro de Cerdanyola, que en la actualidad tiene una potencia instalada de cuatro megavatios, ha sido diseñado bajo una filosofía de “construcción modular”, es decir, que se fue ampliando a medida que llegaba la demanda de nuevas salas: “Así, el cliente que venga tendrá la tecnología más nueva e innovadora de cada momento”. Y esta es la misma filosofía con la que planean el nuevo centro del Parc de l’Alba, una construcción que duplicará la potencia actual y que está previsto que se finalice durante el primer trimestre de 2027.

De nuevo, la ubicación de estas nuevas instalaciones también responden a una voluntad de estar cerca del tejido empresarial e innovador que conforman el Parc de l’Alba: “Para Adam, es el lugar idóneo por el tipo de infraestructura, por las sinergias con las compañías del alrededor, por la ubicación y por la conexión”. Además, la voluntad de la entidad es crear un “modelo campus” conjuntamente con el centro de datos que ya tienen en Cerdanyola, que “estarán unidos por fibra óptica de alta velocidad”. Una “doble seguridad” que les permitirá mejorar las latencias y la proximidad de los datos “prácticamente como si estuvieran al lado”.

Mejías: “Para Adam, el Parc de l’Alba es el lugar idóneo por el tipo de infraestructura, por las sinergias con las compañías del entorno, por la ubicación y por la conexión”

Más allá del almacenamiento

Como operadora de centros de datos, y concretamente de aquellos diseñados para alojar “equipos de misión crítica”, uno podría pensar que esta es la única función a la que se dedica Adam. Sin embargo, la compañía ofrece otros dos tipos de servicios vinculados a los centros de datos: por un lado, la empresa ofrece sus servidores bajo el modelo de negocio “de infraestructura como servicio”, es decir, una capacidad de computación o de almacenamiento extra que puede servir a las empresas que busquen “utilizar un modelo híbrido conectado a nuestros centros de datos para picos de trabajo”, o bien en aquellos momentos en que las compañías quieran instalar unas máquinas concretas y requieran un servicio superior al habitual.

Por otro lado, Adam también provee servicios de consultoría e interconexión de telecomunicaciones, de los cuales se sirven de la experiencia acumulada en las dos últimas décadas y media de operaciones. “Uno de nuestros hechos diferenciales es que cubrimos todos los servicios y acompañamos a las empresas en el proceso de digitalización”, asegura Mejías. Al mismo tiempo, la compañía vallesana también da soporte en el “primer paso” de los clientes en el mundo de los centros de datos, guiándolos en cuestiones como el impacto energético de estas soluciones y los costes de mantenimiento de las infraestructuras críticas.

Diversos armarios de 'racks' de uno de los centros de datos de Adam | Cedida
Diversos armarios de 'racks' de uno de los centros de datos de Adam | Cedida

Esta cobertura integral hace que los clientes de Adam no se limiten a una única dimensión: “Tenemos todo tipo de empresas, desde muy grandes e internacionales, o empresas que ni siquiera están ubicadas aquí, hasta compañías pequeñas y medianas que tienen otro tipo de necesidad”. Esta diversidad también se traslada a los sectores productivos, con colaboraciones con entidades de alta especialización tecnológica, pero también marcas de cava, aseguradoras o compañías del sector de la salud. “Tenemos muchas ganas de ser más socios que proveedores, y por eso nos va muy bien con las pymes, porque quizás son las que más necesitan este experto en el negocio que las ayude y las prevenga de los problemas que se pueden encontrar”, valora Mejías.

La oportunidad de Catalunya en un sector impulsado por la IA

La experiencia en el sector ha consolidado una compañía que tiene una plantilla de alrededor de 40 personas, con la previsión de hacerla crecer cuando el nuevo centro de datos entre en operación. Con una facturación de 8,7 millones de euros en 2024 y la previsión de llegar a los 10 este 2025, la compañía admite que tecnologías como la inteligencia artificial o la nube “han acelerado la necesidad” de centros de datos, una tendencia que, admite Mejías, “nos ha ido bien”. El director general de Adam confirma que el auge de estas nuevas tecnologías “nos ha permitido tener más negocio e interés en nuestros servicios para los clientes generalistas y no tan generalistas”, pero también opina que la curva de aceleración “se ha acelerado un poco demasiado en los últimos tiempos”.

Mejías: "En Cataluña se pueden hacer grandes cosas y ser un puente de interconexión muy interesante"

Con todo, Mejías cree que Catalunya y, en general, el sur de Europa “están muy bien posicionados” en la industria de los centros de datos. Uno de los principales motivos que esgrime el director general de Adam es el acceso a una “fibra transoceánica” proveniente del Mediterráneo, a través de la Barcelona Cable Landing Station, la infraestructura que empezó a operar hace dos años y que se ha convertido en “un puente de interconexión muy importante” para el continente.

La otra gran razón es la saturación que experimentan lo que Mejías y el sector denominan como FLAP (Fráncfort, Londres, Ámsterdam y París): “Son plazas muy saturadas y con restricciones por la gran cantidad de centros de datos, y los grandes operadores y compañías de datos están mirando de descentralizarlo hacia España”. Este movimiento está motivado por la “seguridad jurídica” del Estado, el bajo precio de la energía y los “buenos recursos profesionales” en forma de talento local. “Es un momento muy propicio, y en Catalunya se pueden hacer grandes cosas y ser un puente de interconexión muy interesante, no solo para las empresas de centros de datos, sino también de software y de gestión”, sintetiza Mejías.