Los beneficios operativos de Seat disminuyeron un 96,2% entre enero y septiembre respecto al mismo periodo del año pasado, alcanzando los 16 millones de euros, por el efecto de los aranceles de la Unión Europea, según ha informado este viernes la firma automovilística. El grupo atribuye este descenso “principalmente al mix de ventas” por el impuesto de Bruselas al Cupra Tavascan, fabricado en China, y los costes. Los ingresos de la compañía se elevaron un 6,9%, hasta los 11.200 millones de euros y que se explican por el incremento del 30,5% en el volumen de modelos Cupra, con el Terramar y Tavascan a la cabeza. En cuanto a la rentabilidad sobre las ventas se ha pasado de un 3,9% en septiembre de 2024 a un 0,1%.
La compañía ha destacado que en estos nueve primeros meses del año se entregaron 245.300 vehículos, un máximo histórico y que supuso un 37% interanual más. Asimismo, ha recordado que Cupra ha alcanzado recientemente el millón de unidades producidas, con el Cupra Formentor siendo protagonista “de esta cifra histórica”, y que se manufactura en la planta de Martorell.
El presidente de Seat y Cupra, Markus Haupt, ha afirmado que los resultados muestran “los vientos contrarios” que han afrontado a lo largo del año. En un escrito en LinkedIn, Haupt ha subrayado que operan “en un mercado complicado y dinámico”. Aun así, ha subrayado que siguen “plenamente comprometidos” hacia la electrificación, donde ha recalcado la línea “creciente” de sus vehículos, y la globalización de Cupra.
Haupt ha subrayado que siguen “plenamente comprometidos” hacia la electrificación
Haupt ha recalcado que la llegada de nuevas versiones de los best-sellers Seat Ibiza y Seat Arona supone “una gran oportunidad para mantener la marca Seat como pilar de la compañía”. Ha apuntado que con los nuevos lanzamientos previstos a principios de 2026, la firma se prepara para “fortalecer” la posición e “impulsar el crecimiento del futuro”.