Carmanyola Picant, el tamaño de la independencia

La empresa de 'tuppersex' apuesta por productos de proximidad y sostenibles y los bautiza con nombres como 'Los huevos de Llarena'

La fundadora de la Carmanyola Picant, Rosa Grau | Cedida La fundadora de la Carmanyola Picant, Rosa Grau | Cedida

Humor catalán, educación sexual y ocio. Cuando el concepto tuppersex da problemas en las redes sociales y tu público objetivo es catalano-parlante salen cosas como la Carmanyola Picant, una empresa catalana con más de 13 años de experiencia que se dedica a hacer reuniones de tapersex "sin perjuicios ni tabúes" con el objetivo de empoderar a las mujeres y de "transformar la realidad social, cultural y ambiental con consumo responsable". Su reputación y su fama crece año tras año, pero, según asegura su fundadora, Rosa Grau, en una conversación con VIA Empresa, el Satisfyer ha elevado hasta las nubes las peticiones de reuniones. "Yo nunca había hecho un febrero como este", relata.

Todo empezó cuando Grau viajó hace 14 años a Inglaterra y le comentaron que los sex shop de allí eran muy diferentes a los de Catalunya. Fue a visitarlos y con una amiga decidieron que cuando tornéssin en casa harían un tapersex con más amigas. Una cosa lleva a la otra, y Rosa decidió empezar a hacerlo ella como extra de fines de semana. Como buena comercial que es, sabía hacia donde tenía que caminar. "Nos sentíamos muy cómodas explicando y asesorando", dice, pero, al cabo de unas cuantas reuniones, se dieron cuenta de que "faltaba el tema catalán y de que las empresas que había en Catalunya eran la mayoría alemanas y los productos estaban en castellano y ya".

Este fue el filón de mercado para hacer nacer un proyecto diferente al que había hasta entonces en los Países Catalanes. Primero, crearon una web bautizada como Carmanyola Sex, cuando "ya empezaba el movimiento catalanista y, además, hay mucha gente que habla en catalán, piensa en catalán y busca en internet en catalán". Pero la palabra sex les daba problemas en Facebook y fue entonces cuando pensaron en poner Picant como apellido de Carmanyola.

Desde sus inicios, han tenido claro que los productos tenían que ser de proximidad y, de hecho, muchos los compran en Catalunya, pero también adquieren muchos del País Valencià. Pero no sólo los productos que presentan -y muchas veces venden- en las reuniones son de proximidad y de silicona médica, sino que procuran que, por ejemplo, la cosmética sea sin gluten, parabenos y azúcares. A esto se suma el hecho de que tienen muy en cuenta su embalaje apostando por la sororidad y, por lo tanto, evitan del todo aquellos que muestren imágenes sexistas.

Los huevos de Llarena y un Melindro

"Cuando cogemos un producto de máxima proximidad le ponemos un mal-nombre en catalán como el Trabuc de Serrallonga, el Llepafigues, Los huevos de Llarena... le ponemos nombres más divertidos que den el toque picante y catalanista", explica Grau. Los nombres llaman la atención de sus clientes y le sirven de gancho para hacer bromas vinculadas, en cierto modo, con el independentismo. Cuando presenta, por ejemplo, el Melindro, Grau dice a su público: "Pensad que este melindro sería la media catalana, lo que tenemos por aquí, que son unos 15 centímetros".

Una de les reunions de la Carmanyola Picant | Cedida

Una de las reuniones de la Carmanyola Picant | Cedida

El humor hace de guía durante sus intervenciones. Con esta información ya puede hacer una broma que le gusta mucho y les dice: "Piensa que todos los problemas que tenemos en Catalunya vienen de aquí, ¿eh? Porque la media española son unos 13,5 centímetros y por eso no nos dejan irnos de España, porque bajaría la media. Todo el mundo ríe mucho", relata. Su público es de toda Catalunya, pero sobre todo la llaman de municipios "donde la gente busca más en catalán", como Vic, Berga, Igualada o Girona, y gran parte de las solicitudes que recibe son de grupos de mujeres.

Grau hace broma: "Piensa que todos los problemas que tenemos en Catalunya vienen de aquí, ¿eh? Porque la media española son unos 13,5 centímetros y por eso no nos dejan irnos de España, porque bajaría la media"

Pero, con la cantidad de productos que hay en el mercado, ¿cómo elige los productos según el grupo de gente que contrate sus servicios? Antes de ir a la reunión, Grau se pone en contacto con el grupo para saber qué celebran y qué edades tienen. Prepara alrededor de 30 productos diferentes y los presenta a sus asistentes. Algunos grupos directamente le dicen que "queremos el Satisfyer", otros que ya lo han utilizado y piden novedades.

La revolución del Satisfyer

Si la curiosidad siempre estaba y los clientes no faltaban, el Satisfyer ha llenado más su agenda. De hecho, cuando tiene los días llenos, tiene otras colaboradoras que también hacen las reuniones, en el País Valencià hay una chica que siempre hace las charlas con el nombre de Carmanyola Picant y, si todas ellas tampoco pueden llegar a todo, lo acaba derivando a otras empresas que, según afirma, se dan mucho apoyo entre ellas.

Grau: "Nunca en tu vida dirás 'yo me masturbo', pero sí que dirás que tienes un Satisfyer"

Pero volviendo a la revolución del Satisfyer, Grau recuerda como finales de 2019, tocando las fiestas navideñas, y a principios de año, el producto estaba agotado prácticamente por todas partes y cada vez recibía más pedidos. "Yo no había hecho nunca un febrero como este, todo febrero lleno, porque veníamos de una Navidad en qué el Satisfyer se ha vendido muchísimo, en la Península no había en ninguna parte, yo encontré un rinconcito en Holanda que tenían y me decían que vendían mucho a España, todo el mundo pedía y todo el mundo lo quería para ya", explica. Después llegó la pandemia de covid-19 y tuvieron que hacer una parada, pero ahora han vuelto con más fuerza que nunca.

Y es que, a pesar de que hay una gama inmensa de productos, nunca como hasta el Satisfyer la gente se había abierto tanto. "Nunca en tu vida dirás 'yo me masturbo', pero sí que dirás que tienes un Satisfyer", ejemplifica Grau, que anima a todo el mundo a tomar conciencia de sí mismos: "Te tienes que conocer porque sino cuando estés con alguien no podrás decirle qué te gusta, mucha gente tiene relaciones de pareja antes de que con ella misma y esto cuesta mucho todavía y es el trabajo que hacemos".

Un cóctel y un premio lingüístico

La compañía Satisfyer -que tiene otros muchos productos- revolucionó el mercado porque, a pesar de que ya hacía unos años que existían los succionadores, no estaban al alcance de todo el mundo: valían unos 186 euros, mientras que el de la marca estrella reventaba los precios y los rebajaba hasta 49 o 65 euros, dependiendo del modelo. Pero el equipo del tapersex catalán también quiere hacer descubrir otras novedades alternativas y realidades durante sus encuentros. Y en catalán, motivo por el cual ganó el premio de la Confederació de Comerç de Catalunya a la mejor iniciativa lingüística del sector comercial dentro de la categoría de establecimientos comerciales.

Els còctels afrodisíacs de la Carmanyola Picant | Cedida

Los cócteles afrodisíacos de la Carmanyola Picant | Cedida

Además, la Carmanyola Picant también revoluciona el mundo del tapersex empezando todas las reuniones con la producción de dos cócteles afrodisíacos, que se hace cada asistente con sus propias manos. A parte de que les dan la receta porque los puedan continuar haciendo en otras ocasiones, también se lo van tomando mientras reciben toda una lección magistral de sexualidad de unas dos horas. Pero muchos grupos también piden charlas específicas de suelo pélvico y, de hecho, hay mucho desconocimiento general sobre esta cuestión. El suelo pélvico "es una muscultatura que tenemos tanto hombres como mujeres y aguantan todo el que hay encima" y, por lo tanto, es importante trabajarlo. No sólo se evitarán pérdidas de orina y problemas abdominales más adelante, sino que, asegura Grau, "disfrutarás más del sexo".

Risas, educación y mucho humor (en catalán) apto para todos los públicos es la fórmula mágica del éxito de la Carmanyola Picant. Y es que, como subraya Grau, "el regreso que tengo siempre de mis reuniones es que se lo han pasado muy bien, han aprendido mucho y han pasado un rato compartiendo con las amigas".

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