Escuchar multiplica los resultados

La tecnología obliga a modificar las formas de liderazgo y adaptar las organizaciones a los nuevos valores de las generaciones emergentes

Las nuevas generaciones quieren una cabeza que los escuche y los haga ser mejores | Acistock Las nuevas generaciones quieren una cabeza que los escuche y los haga ser mejores | Acistock

La tecnología y la gestión de datos obliga a cambiar las formas de liderar y gestionar los equipos. El cambio, como afirma Jaume Gurt, "ha venido para quedarse y el entorno es más dinámico. Estamos preparados para vivir en un entorno así?", se pregunta en su intervención la exdirectiu de Infojobs a la jornada SmarTEQ celebrada al Mobile World Centro.

Gurt se acaba de incorporar como Business Director de TeamEQ , una startup que a través de una aplicación mide el clima laboral de las empresas y propone mejoras para aumentar la productividad y mejorar los resultados del negocio. En esta línea, da algunas pistas para ayudar las organizaciones a adaptarse en este entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo (VUCA en inglés).

"Hay que tener presente que hoy en día a las empresas conviven cuatro generaciones formadas en hábitos y dinámicas muy diferentes, desde los Baby boomers a la generación X, hasta los millennials y la generación Z, que dominan la tecnología y se mueven por unos nuevos valores", contextualiza el directivo.

Helena Guardans, CEO de Sellbytell, una empresa con más de 3.300 trabajadores, muchos de los cuales de nuevas generaciones, asegura que "las expectativas de los millennials han cambiado mucho, ahora piensan en su proyecto y desarrollo, no sólo en la nómina. Y no quieren una cabeza sino un coach, alguien que los ayude a ser mejores".

Gurt: "Los mandos intermedios son el eje vertebrador entre visión y acción, pasan a ser una parte estratégica"

"Las generaciones que suben quieren ser escuchadas, quieren hablar y decir la suya, y quieren las cosas ya", explica Gurt. En este cambio de actitud tiene mucho que ver la influencia de las nuevas tecnologías, que cambian "la forma de vivir y de ser y nos obliga a transformarnos". Una solución, por este experto, es "el trabajo en equipo".

En este mismo sentido, Guardans apunta precisamente que saber trabajar en equipo es una de las habilidades más buscadas por las compañías, así como también cuestiones como la creatividad en la resolución de problemas, la capacidad para ser analíticos o la comunicación verbal. "El conocimiento no es lo más importante, el que importa es la actitud de compromiso, de quererse integrar y la capacidad de trabajar en equipo", dice.

Jaume Gurt SmarTEQ

Jaume Gurt durante la jornada SmarTEQ | JV

Los ejes de la transformación

Según Gurt, los cuatro ejes de transformación de las compañías son los directivos, los mandos intermedios, las personas y los objetivos. En cuanto a la dirección, Gurt cree que "las organizaciones piramidales tienen que desaparecer". En este sentido, los mandos intermedios "son el eje vertebrador entre visión y acción, pasan a ser una parte estratégica".

También hace falta empoderar las personas, los trabajadores de las organizaciones. "Si no las empoderem, esto fracasará", advierte Gurt, que cree que también es muy importante fijar unos objetivos, "que no pueden ser sólo ganar dinero".

Guardans: "Aquello que no se mide no existe; y si no existe, no se puede mejorar"

Ante esta transformación, el Business Director de TeamEQ señala cuatro aspectos importantes. Uno de ellos es la boy escout activa: "Hay que estar atentos, preocuparse por las personas, preguntar". Pone como ejemplo los Open office y las Open sesiones que se hacen a Infojobs para escuchar las opiniones y sugerencias de los trabajadores. También hará falta que las empresas reconozcan el trabajo y aportación de las personas, porque según dice Gurt, "las nuevas generaciones necesitan ser reconocidas". Esto va ligado a la necesidad de empoderar las personas porque puedan tomar decisiones alineados con la dirección".

Por último, habrá que medir las acciones hechas, puesto que la medida "nos da la conciencia de dónde somos, hacia donde evolucionamos". En este sentido, Guardans también señala que "aquello que no se mide, no existe; y si no existe no se puede mejorar".

En esta transformación, señala Gurt, el papel de los líderes también cambia, puesto que se tienen que volver mucho más cercanos, escuchar, atender a la gente y ser un ejemplo del que se pide al resto de personas de la organización".

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