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Fitter: entrenamiento, nutrición y fisioterapia se dan la mano en Sant Cugat

La compañía, que tiene un centro de entrenamiento para grupos reducidos, trabaja en el desarrollo de una app para expandir su método a un nuevo público

Beth Iriarte y Gerard G. Planagumà, los cofundadores de Fitter, en el BIZ Barcelona | Cedida
Beth Iriarte y Gerard G. Planagumà, los cofundadores de Fitter, en el BIZ Barcelona | Cedida
Marc Vilajosana, periodista de VIA Empresa | Mireia Comas
Periodista
Barcelona
17 de Octubre de 2025 - 05:30

Poco después de la pandemia, la experta en marketing y comunicación digital Beth Iriarte dijo basta. La ansiedad y el insomnio la afectaban constantemente, y después de consultarlo con el psicólogo, este le recomendó hacer más deporte. A través de su prima, Iriarte conoció al entrenador y coach Gerard G. Planagumà, quien la guio, a través del entrenamiento físico, la nutrición y la fisioterapia, a un cambio en su vida diaria. Un cambio que, después de ver cómo le había funcionado, encendió una bombilla en la cabeza de Iriarte: “Le dije que quería que esto lo conociera más gente”.

 

De esta historia personal nace Fitter Training, el proyecto que Iriarte y Planagumà han construido juntos para expandir esta metodología y llegar a tanta gente como fuera posible. Lo que empezó con Planagumà como autónomo, alquilando salas de entrenamiento para hacer sesiones con los clientes que se iban consiguiendo, poco a poco fue creciendo hasta la apertura en octubre de 2024 de un centro propio, ubicado en la calle Sant Domènech de Sant Cugat del Vallès, gracias al cual su alcance ha crecido considerablemente: “Gerard cerró 2024 con una facturación de 35.000 euros como autónomo, y este año, ya formados como SL, cerraremos con unos 120.000”. Este crecimiento va acompañado del de los usuarios, que han pasado de 30 a casi 130 en poco más de un año.

Lo que denominan como método Fitter se basa en los tres pilares ya señalados: el entrenamiento, la nutrición y la fisioterapia. El primero de los tres, remarca Iriarte, es un entrenamiento “funcional”: “Son ejercicios que nuestro cuerpo utiliza de manera habitual, como unas sentadillas”. “Siempre hemos tenido la sensación de que los gimnasios convencionales están hechos para gente que ya sabe cómo entrenar”, añade la cofundadora, una idea que va en contra de su propósito: “Queríamos acercarlo a todas aquellas personas que no tienen el hábito”.

 

Iriarte: “Siempre hemos tenido la sensación de que los gimnasios convencionales están hechos para gente que ya sabe cómo entrenar”

Esta tríada se diferencia también de otras propuestas por su enfoque basado en la salud: “Nuestra finalidad es que las personas se sientan bien consigo mismas, física y mentalmente. Prescindimos de mensajes como ‘entrena antes del verano’, porque generan resultados efímeros y frustración”. Otro punto central de la propuesta es la validación científica de todos los planes y ejercicios que proponen, tanto con nutricionistas como con fisioterapeutas. “Para nosotros, la comunidad científica es superimportante, y queremos introducirnos aún más en ella, buscando alianzas con hospitales y atención primaria”, deja claro Iriarte.

Para conseguir que todo esto funcione, el equipo apuesta por sesiones con grupos reducidos, de un máximo de cuatro personas, en las que los entrenadores —liderados por Planagumà— acompañan de manera personalizada a las personas que vienen a entrenar. “Hacemos cosas que al 90% de la población no les gusta, y tenemos la filosofía de que si lo hacemos acompañados, la gente se siente más a gusto”, asegura Iriarte. Esta manera de pensar se combina con la promoción de una competitividad con uno mismo, diferenciada de la de otras disciplinas deportivas: “Esto nos lo dijo un usuario, que estaba acostumbrado a ir a crossfit, donde o bien competía con otros, o los otros competían con él”.

Gerard G. Planagumà, cofundador de Fitter, en una charla en su centro de Sant Cugat | Cedida
Gerard G. Planagumà, cofundador de Fitter, en una charla en su centro de Sant Cugat | Cedida

Del centro de entrenamiento a la aplicación para móviles

Al ver que el negocio crecía y que los usuarios mostraban satisfacción con los resultados —la tasa de abandono mensual máxima que han registrado ha sido del 5%—, el equipo empezó a pensar en cómo podían dar el siguiente paso adelante. Y dado el trasfondo tecnológico de Iriarte, la solución surgió rápidamente: una app móvil para expandir el método por todo el mundo. Con esta propuesta, los dos fundadores consiguieron entrar en B-STEP, el programa para startups del sector deportivo de Barcelona Activa, donde pudieron estar incubados durante ocho meses para afinar y redondear la propuesta.

“Allí vimos que tener una aplicación tenía todo el sentido del mundo”, explica Iriarte. Su estancia en Barcelona Activa les permitió hacer una investigación de mercado e idear el primer prototipo, que de entrada tiene previsto lanzarse con tres programas específicos diseñados para personas con diabetes tipo 2, ansiedad y dolor de espalda crónico, respectivamente. “Son enfermedades en crecimiento y tres segmentos que necesitan moverse cada día”, justifica la cofundadora. La idea de la aplicación es intentar generar hábitos saludables, no solo a través de planes personalizados de ejercicios como los que se hacen en el centro, sino también con monitorizaciones nutricionales o recordatorios para caminar un mínimo de pasos cada día, por ejemplo. “El centro será un punto de encuentro, y la aplicación, un punto de acompañamiento”, compara.

Fitter ha participado en el programa de incubación B-STEP de Barcelona Activa para diseñar un prototipo de su aplicación móvil

En estos momentos, Fitter ya tiene un primer prototipo creado, y a partir de noviembre, los fundadores comenzarán a diseñar el producto digital final, que tienen previsto lanzar al mercado alrededor de junio de 2026. De la misma manera que con el centro de entrenamiento, su idea es apostar por un modelo B2C basado en una suscripción mensual, eso sí, con un coste menor. “Hoy por hoy, nos posicionamos por no hacer nada freemium, porque la salud tiene un coste de producción, con muchas horas de investigación o pruebas, y porque los nuestros son programas muy específicos”, desvela Iriarte.

Con la mirada ya más puesta en el futuro, el equipo de Fitter está estudiando cómo patentar su metodología, con la voluntad de que, “a medio o largo plazo, podamos formar entrenadores o especialistas en salud” con el objetivo “de expandir esta filosofía a cualquier parte del mundo”. Otra de las posibilidades que tantean, surgida de su estancia en Barcelona Activa, es la de exportar este método al mundo empresarial, con una herramienta para que las compañías puedan promover estos hábitos saludables entre los trabajadores. “Pero esto sería mucho más a futuro”, alerta Iriarte. De momento, Fitter sigue mirando adelante participando en eventos como el BIZ Barcelona, en el que han asistido esta misma semana con la voluntad de aprender y formarse en aquellas áreas del mundo de las pymes en las que no tienen aún suficiente experiencia. Porque, como sucede en el mundo del deporte, la constancia es clave.