Josep Maria Serarols es un empresario de Berguedà, socio y consejero delegado de la empresa familiar Ballús, SA, dedicada a la explotación de estaciones de servicio, distribución de combustibles, centro de neumáticos y reparación de automóviles, y otros servicios para el automovilista. Asimismo, es socio-gerente del despacho Serarols & Associats SL, especializado en asesoramiento empresarial integral desde 1984. Desde 2019, es el presidente de la Associació Comarcal d'Empresaris del Berguedà (ACEB) con una renovación importante de los miembros del colectivo de empresarios. Y un objetivo común: más industrialización en la comarca, retener el talento y dejar de ser una “tierra de paso”.
Con la mirada puesta en la Nit de l'Empresa que se celebra el jueves 20 de junio, Serarols recibe presencialmente a VIA Empresa una mañana de junio en el centro de Berga para adentrarse en una comarca que vivió un pasado ligado a la minería y la industria textil, y un presente y futuro de pequeños empresarios locales y la apuesta por el turismo rural. El Berguedà es una de las comarcas que más se ha transformado desde los años 90. Y con él, extraeremos una radiografía única. Atención a la visión de la ACEB y la reactivación económica, el impulso del polígono de Olvan y el llamamiento a más sinergias entre todas las administraciones.
Cuestionario breve:
Define el Berguedà con una palabra: futuro.
Un reto para vuestro territorio: que en el Berguedà haya más industria.
Una empresa para presumir: Paulig, que se dedica al sector alimentario y de bebidas.
El sector del momento: la madera sostenible.
Una personalidad destacada, del pasado o del presente: pequeños empresarios que hacen muchas cosas.
Una lección aprendida recientemente: En la política institucional, cambian las personas, pero no cambia la situación. Hay profesionales que adoptan un determinado marco mental y se acomodan. Y entonces todo se convierte en una paradoja y parece que la patronal sea "antisistema".
Si visitamos la ACEB dentro de cinco años, ¿cómo os gustaría encontraros? Estar en posiciones de "UEFA" en cuanto a los indicadores de actividad económica del Berguedà.
Nacidos el 11 de mayo de 1977, poco después de la restauración de la democracia en nuestro país, la Associació Comarcal d’Empresaris del Berguedà (ACEB) cuenta con 47 años de historia y 312 socios. Una institución histórica, pero ¿cómo explicaríais vuestra función a alguien que no os conoce?
La Associació Comarcal d’Empresaris del Berguedà (ACEB) nació en 1977 para representar la realidad empresarial de la comarca, desde lo que viven los autónomos y pequeños empresarios hasta las grandes empresas del Berguedà. Con 312 socios representamos a prácticamente 600 empresas de la comarca. Y lo tenemos claro: formamos a nuevos trabajadores y cubrimos las necesidades de nuestros socios y todo lo que detectamos para mejorar. Además, también ayudamos a los empresarios con la actualización de normativas y mejoramos las relaciones con la administración. Pero lo más importante de todo es que somos un lobby y, para entendernos, queremos hacer sentir la voz e inquietud del empresario ante la administración.
¿Cuál es vuestra relación con la administración a todos los niveles, desde el local hasta el estatal?
En primer lugar, el empresario se siente muy solo y poco acompañado por la administración. Seré directo: no tenemos una administración facilitadora de la actividad económica.
“Queremos hacer sentir la voz e inquietud del empresario del Berguedà ante la administración”
¿Cuáles son las singularidades del tejido empresarial que hacen único al Berguedà?
Para entender el Berguedà hay que hacer una retrospectiva del pasado en que la industria textil y la minería estaban en auge, eran los sectores tractores de la economía berguedana. En cambio, ahora no hay ningún sector principal o “conocido” y desde la ACEB queremos recuperar la potencia industrial que teníamos. Porque el Berguedà es muy diferente, sobre todo el Alt y el Baix Berguedà, que aparte de una diferencia paisajística también hay una diferencia económica. Son casi opuestos.
Recientemente, hemos rentabilizado y potenciado el turismo rural, pero es necesario que el visitante consuma más en la zona. Y sobre todo, nuestra gran batalla es dejar de ser una "tierra de paso".
¿Qué significa “tierra de paso” para quien no lo conozca?
Pues que no somos ni carne ni pescado. No tenemos consideración de comarca industrial, pero tampoco de turística. Estamos entre el Bages y la Cerdanya, dos grandes potencias, y sentimos que queremos romper con esta percepción y convertirnos en un destino único. Siento que últimamente nos estamos convirtiendo en una "zona dormitorio" y que el talento cada día coge el coche y se va a trabajar al Bages Nord u Osona. Tenemos un potencial brutal con grandes empresas que son capaces de producir productos que mucha gente ni se imagina.
“Siento que últimamente nos estamos convirtiendo en una ‘zona dormitorio’ y que el talento cada día coge el coche y se va a trabajar al Bages Nord o Osona”
¿Cuáles serían las principales reivindicaciones de una comarca de 40.000 habitantes capitaneada por 1.215 empresas, la mayoría de ellas con menos de nueve trabajadores?
En primer lugar, necesitamos suelo industrial y hace 19 años que tenemos un "tema atascado", que es el Polígono de Olvan. Nuestra comarca exige una ampliación de la oferta de suelo industrial. Actualmente, los polígonos se concentran en pocos municipios, con un alto porcentaje de ocupación (70% o más) y en algunos casos con fecha de construcción anterior a 1970. El Polígono de Olvan supone 53 hectáreas nuevas de terreno para el sector industrial, ampliables a 100 según el Institut Català del Sòl. La superficie de Olvan es, pues, muy superior a la media de los polígonos de la demarcación de Barcelona.
Los partidos políticos, desde los más conservadores a los más alternativos, no han hecho nada para conseguir sacar adelante este proyecto con "facilidad". De momento, estamos en una primera fase de comercialización y hay empresas que están a punto de comenzar las obras. Necesitamos que el gran talento del Berguedà no se marche al Bages.
Como anécdota, a veces me invitan a ver importantes industrias del Bages y cuando me presentan los “nuevos fichajes” o los ingenieros, la mayoría son del Berguedà. Y me gustaría que también pudieran trabajar en "casa". Debemos aprovechar el teletrabajo, que tampoco estamos muy lejos de Barcelona, las buenas empresas que tenemos en el Berguedà y la retención del talento.
¿Y cuáles son las empresas líderes o referentes del Berguedà para poder “luchar” contra el resto de la competencia?
Sé que a los medios de comunicación les gusta publicar los rankings de facturación comarcal y en VIA Empresa lo habéis hecho (ríe), pero también es esencial la repercusión de cada una, más allá de las cifras globales. ¿Cuáles destacaría? La primera, Paulig, seguida del Grup Boix, que es una compañía estratégica con un sector en auge: la madera sostenible. Y una curiosidad, en el Berguedà contamos con el 90% del sector de la madera constructiva de Cataluña. Y debemos aprovecharlo. Y también Macusa, que se dedica al mismo sector.
"Cuando a veces me invitan a ver importantes industrias del Bages y me presentan los nuevos fichajes o los ingenieros, la mayoría son del Berguedà"
¿Por qué formáis parte de Foment del Treball? ¿Qué esperáis de vuestra unión con el Consell Pime?
Es un acierto que estemos en Foment del Treball. En primer lugar, porque somos una entidad absolutamente independiente y contamos con un amplio apoyo de Foment siempre que lo necesitamos. Con el Consell Pime, nacido en octubre de 2023, iniciamos una nueva etapa y conocemos otros territorios, como el Gran Penedès, Sabadell, Osona y buscamos nuevas sinergias de colaboración entre todos nosotros. Además, desde Foment del Treball se agrupan las grandes empresas, pero también las más pequeñas.