La Anoia es sinónimo de innovación. Gracias a la tenacidad y esfuerzo de muchas empresas, gran parte de sus productos son conocidos en todo el mundo en la actualidad. Es el caso del papel Barcelona o del "papel de liar", nacido en el siglo XVII de la mano del grupo empresarial Miquel y Costas & Miquel, y que siglos después -en 1924-, evolucionó al popular y exitoso papel de fumar Smoking, y que sigue perdurando a día de hoy. Todo un icono.
La historia del Grupo Miquel y Costas se empieza a escribir hace ya casi 300 años, cuando la familia Miquel empezó a fabricar papel en un molino accionado por las aguas del río Anoia, en Capellades. La expansión internacional llegó en 1880, de la mano de uno de sus hermanos con la apertura de una sede comercial en Cuba; poniendo la semilla y tejiendo una red propia de distribución de papel que germinaría con especial fuerza a partir del estallido de la 1a Guerra Mundial, en 1914. Paralelamente, también aquel año, se empezaron a fabricar los primeros libros de papel de fumar con la marca El Pino y se compró Papelera Barcelonesa, la actual fábrica del Besòs. Esta operación supuso todo un salto cualitativo por el hecho de incorporar la primera máquina continua para la fabricación de papel, puesto que hasta entonces, todo se hacía a mano. Años después, en 1929, la empresa transformó su razón social a Miquel y Costas & Miquel.
Referente en 130 países del mundo
"Nos hemos convertido en todo un referente internacional del sector papelero y vendemos todos nuestros productos en todo el mundo. Somos un grupo empresarial líder en el mundo de los papeles especiales de alto valor añadido con un proyecto industrial sólido. Gracias a nuestra apuesta por la calidad, la innovación tecnológica, la sostenibilidad y una experiencia de casi tres siglos, nos hemos convertido en uno en lo referente a 130 países del mundo", afirma Jordi Mercader Barata, vicepresidente y director general de Miquel y Costas & Miquel.
De empresa familiar a cotizar a la bolsa
El hecho que Miquel y Costas entrara en Celulosa de Levante en 1970 fue decisivo para la evolución de la compañía, que en aquel momento vivía una etapa de expansión y modernización que derivó en la entrada en el mercado del papel de impresión; sigue con la incorporación de Payá Miralles y el comienzo de la cotización a bolsa: Es en 1978 cuando el grupo empieza a cotizar al mercado de corros.
Los 80 estuvieron marcados por la consolidación internacional, y los 90 se creó MB Papeles Especiales, en La Pobla de Claramunt. En 1996, el grupo empezó a cotizar en el Mercado Continuo, y en la historia más reciente, se dio un salto cualitativo para ganar pes más allá del tabaco, reforzando la producción de papeles industriales a través de Terranova Papeles, también en La Pobla de Claramunt. Esta planta fue inaugurada en 2015 y se caracteriza por maquinaria de tecnología puntera y procesos de producción tecnológicamente inéditos en España.
Diversificación: Una de las claves del éxito de su consolidación y evolución
Recientemente, el Grupo Miquel y Costas ha adquirido Clariana, líder en papeles de colores en España y con una planta a Villareal. El grupo tiene tres grandes líneas de negocio: papeles para la industria del tabaco, papeles para productos industriales y papeles para la industria gráfica. En el caso de la línea del tabaco, ofrecen toda la gamma de productos basados en la celulosa: papel para hacer pitillos, libretos de papel de fumar y pastas textiles para fabricar el papel de pitillo. En cuanto a los productos industriales, el grupo produce papeles especiales de altas prestaciones para numerosos usos industriales y pastas porosas que se utilizan en muchas aplicaciones industriales. En cuanto a la industria gráfica, el grupo produce papel de colores por papelería, papel de bajo gramaje para la impresión de libros religiosos y papel por prospectos farmacéuticos, entre otros.
La innovación y la sostenibilidad, sus valores esenciales
En vanguardia de la innovación. Este siempre ha sido uno de los objetivos y valores del grupo: "Gracias a nuestra firme apuesta y a las cuantiosas inversiones en R+D+i, disponemos de equipos industriales punteros. Somos plenamente conscientes que invertir en innovación se traducirá en crecimiento y en mejoras desde el punto de vista de la sostenibilidad, otra de las nuestras señales de identidad", expone el vicepresidente y director general del grupo. Por este motivo, desde el grupo se tiene como objetivo impulsar programas medioambientales que fomenten la economía circular desde sus procesos: "Queremos seguir ofreciendo al mercado papeles especiales destinados a sustituir progresivamente el plástico", detalla su vicepresidente. Además, como muestra de este compromiso sostenible, el grupo ha sido incluido como una de las 10 empresas españolas en la Lista A de la clasificación que hace la CDP, una organización internacional sin ánimo de lucro que reconoce a las empresas que lideran en transparencia y acción medioambiental.
Retos trepidantes: busca continua del talento en la Anoia y Next Generation EU
"2020 ha sido un año inédito para todos como consecuencia de la pandemia. La tarea de todo el personal del grupo ha sido ejemplar. Gracias al esfuerzo, el compromiso y el talento de todos nuestros equipos, hemos conseguido cerrar el último ejercicio con recuerdo de facturación y de resultados, y queremos seguir en esta dirección", apunta Mercader. Para hacer frente, el grupo está en busca continua de talento en la Anoia; interesados al incorporar perfiles de profesionales con FP2 o grado mediano de ingeniero técnico que quieran ayudarlos a lograr nuestros retos de futuro a las plantas que tienen en Capellades y en La Pobla de Claramunt.
Además, su plan inversor contempla destinar 100 millones de euros en los próximos años. "Estas inversiones están alineadas con sus objetivos estratégicos que persiguen los fondos europeos Next Generation donde el grupo Miquel y Costas participa junto con la patronal del sector, Aspapel, en la defensa de la aprobación de un Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la cadena de valor del papel", concluye Mercader.
Miquel y Costas está en su línea insaciable de apostar firmemente en nuevos productos, y también al desarrollar infraestructuras que faciliten el crecimiento e impulsar programas medioambientales que fomenten la economía circular de sus procesos y la reducción de costes.