El pasado mes de febrero, Netflix enviaba un correo electrónico a sus usuarios para informarles de una nueva estrategia con las cuentas compartidas. Principalmente, con esta medida, la plataforma norteamericana quiere evitar que los usuarios compartan el servicio con gente que vive fuera del hogar. Meses más tarde, otras multinacionales cómo Disney ya no descartan ir por el mismo camino que Netflix. Más allá de acciones concretas, voces expertas del sector sitúan este cambio de política en la necesidad de sacar más rendimiento económico a los contenidos.
Ante este escenario, el consumidor se moviliza y vuelve a recurrir a herramientas alternativas para continuar consumiendo contenidos del máximo número de plataformas y a un precio reducido. Una de estas iniciativas es Sharingful y tiene su origen en una idea de GerardGarrote y Guillem Vestit, dos antiguos estudiantes de Multimedia en la Universitat de Vic. "Cuando estudiábamos, siempre veíamos que mucha gente compartía el acceso a determinadas plataformas y nos vino a la cabeza que esto se puede convertir en una idea de negocio", describe Vestit durante una conversación con VIA Empresa. Según un estudio de la consultora Simon-Kucher, el número de suscripciones a plataformas de streaming ha crecido un 3% en España en comparación con el año 2022.
El trabajo final de grado como punto de partida
El año 2019, Gerard Garrote y Guillem Vestit aprovecharon la obligación del trabajo final de grado en la Universitat de Vic para presentar el embrión del cual es el actual Sharingful. Una vez superada esta etapa formativa, los dos emprendedores iniciaron la fase empresarial con el apoyo de la Cambra de Sabadell y la aceleradora Conector. "Nos sirvió mucho el apoyo de los mentores de marketing y finanzas, porque nosotros no teníamos ningún tipo de experiencia en estos ámbitos", explica Garrote. En paralelo, los fundadores de Sharingful también orientaron su proyecto, mediante la ayuda de Barcelona Tech.
Desde el mes de marzo del 2021, bajo los principios de la economía colaborativa, los usuarios de Sharingful pueden acceder a servicios de música (Spotify, Apple, Amazon y Youtube), cine (Disney Plus, HBO y Netflix), deportes (Dazn, Orange TV, Movistar Plus y Eurosport), lectura (Nextory), educación (Duolingo, Lingo y Master Class), juegos (Nintendo), bienestar (Headspace y Nesga) y productividad (Adobe, Canva y Microsoft). "La aplicación ofrece más privacidad, no hay que dar ningún número de teléfono y hay flexibilidad de pago", apunta Gerard Garrote a la hora de visibilizar las diferencias de su herramienta en comparación con iniciativas similares.
Sharingful insiste que su aplicación puede llegar a representar una reducción del gasto de un 80%. Actualmente, además de la tarea de Vestit y Garrote, dos personas gestionan el área de atención al cliente y otras acciones cómo el posicionamiento SEO. "Otro de nuestros puntos fuertes es la atención al cliente, en todo momento somos intermediarios de cualquier necesidad que pueda tener el cliente", puntualizan los fundadores.
Consolidar el mercado estatal
Gran parte de los 50.000 usuarios de Sharingful se concentran en España y América Latina. Hoy por hoy, el objetivo principal es consolidar el mercado español antes de plantear una nueva expansión. "Hay interés de los inversores, pero estos también están a la expectativa de cómo se consolida nuestro ecosistema", manifiesta Vestit. El horizonte de Sharingful implica incrementar la presencia de plataformas no estrechamente ligadas al mundo del entretenimiento. Ante las incertidumbres y la volatilidad de un negocio estilo Netflix, Gerard Garrote y Guillem Vestit reconocen que el futuro de las plataformas pasa "por el uso compartido o bien una gran plataforma que lo tenga todo, hecho improbable ahora mismo". De media, los precios de las suscripciones han subido un 25%.