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La nueva economía catalana se erige sobre la solidaridad, la sostenibilidad y el factor social

Las actividades empresariales de carácter social en Catalunya ya mueven más de 8.000 millones y son parte del nuevo camino de crecimiento sostenible

    La facturación de La Fageda es de unos 30 millones de euros | La Fageda
    La facturación de La Fageda es de unos 30 millones de euros | La Fageda
    29 de Junio de 2025

    La economía catalana atraviesa un cambio de las reglas del juego, donde el factor humano y de sostenibilidad ya van de la mano. La Generalitat de Catalunya aprobó, el 21 de enero de este año, la creación del Proyecto de ley de Economía Social y Solidaria, y con motivo del Día de la Empresa, se pone sobre la mesa el peso de este sector que ya integra más de 7.400 organizaciones.

     

    Las cooperativas, empresas de inserción, centros especiales de trabajo (CET), mutualidades de previsión social o cofradías de pescadores ya movilizan más de 140.000 personas trabajadoras. En un contexto local y global donde el factor humano, ambiental y social tienen cada vez más peso —debido a eventos como la crisis de la vivienda o la crisis climática, que se van acentuando—, en el Día de la Empresa se hace un llamamiento a que este tipo de actividades económicas sean cada vez más relevantes en el país.

    Las empresas económicas y sociales se consolidan en todo el territorio

    De acuerdo con los últimos datos disponibles, Catalunya ya cuenta con 4.765 cooperativas existentes. Este primer grupo supone el 64,4% del total de la actividad económica. También, en 2023, se habían consolidado 80 empresas de inserción, con un incremento del 9,5% de las personas contratadas y un aumento de ingresos del 16,7%.

     

    En 2023, se habían consolidado 80 empresas de inserción, con un incremento del 9,5% de las personas contratadas y un aumento de ingresos del 16,7%

    Los Centros Especiales de Trabajo (CET) tienen, también, un peso destacado y ya son 200, con una plantilla total de 25.587 personas trabajadoras. Mientras tanto, las mutualidades de previsión social ya ascienden a 27 las que tienen domicilio social en Catalunya.

    Todo el conjunto de este sector económico ya mueve más de 8.000 millones de euros dentro del territorio. Pero el factor de la solidaridad y social no solo se queda dentro de este tipo de organizaciones.

    La inversión social y solidaria en Catalunya gana peso

    El carácter social y solidario tiene un impacto que va más allá de las cooperativas o empresas de inserción o cooperativas. Mientras que estas tienen como finalidad un impacto centrado en la ayuda, muchos otros sectores tienen impactos más indirectos mediante puestos de trabajo o actividades que permiten un acceso al mercado laboral a personas en situación de riesgo o cuidar del medio ambiente.

    El carácter social y solidario tiene un impacto que va más allá de las cooperativas o empresas de inserción o cooperativas

    En este sentido, junto con la presentación del Proyecto de Ley, también se hizo el anuncio de la ayuda de 21 millones de euros para desarrollar hasta 139 proyectos singulares, con el fin de continuar en la línea de crecimiento y de fortalecer las nuevas bases que ahora formarán parte —formalizada— dentro del tejido económico del país.

    Este movimiento se traduce en un beneficio directo hacia 293 entidades y, de acuerdo con las cifras presentadas por la Generalitat, son hasta 22.400 puestos de trabajo los que se podrán garantizar y crear hasta 315.

    Sectores que van desde la cultura y el ocio, hasta la industria, pasando por la economía circular, la transición energética o la comunicación, se han podido ver beneficiados de estas ayudas.

    Desde la alimentación hasta el transporte: la industria catalana cuida de la inclusión y la sostenibilidad

    La intersección humana, solidaria, social y sostenible dentro de otras industrias se puede manifestar de muchas maneras. Uno de los casos más destacados es la empresa alimentaria La Fageda. Más allá de los productos que encontramos en los supermercados, esta integra líneas de centros especiales de trabajo (CET), servicios de inserción laboral, terapias ocupacionales o de voluntariado. Toda la línea de producción tiene como base la inclusión laboral, donde más de 135 personas ya se benefician del trabajo con apoyo.

    También el sector industrial tiene presente el punto social y ambiental. Es un ejemplo Viserveis —empresa dedicada a la movilidad sostenible—, uno de los talleres más relevantes de cara a la infraestructura de transporte público, ya que trabajan para operadores de Barcelona y el Área Metropolitana, como es el caso de TMB. Aquí la inserción laboral es uno de los fundamentos de la filosofía de funcionamiento de la compañía, por el hecho de que tienen como uno de los principales objetivos la integración en plantilla de personas en riesgo de exclusión social, pero también, la divulgación y romper barreras de género dentro de un sector donde la presencia femenina, aún hoy en día, es minoritaria.