La ONU nos ha puesto deberes, y por mucho que buena parte de estos los tenemos apuntados para la Agenda 2030, es necesario empezar a actuar: según el informe Reciclar no es suficiente de Greenpeace, un 80% de los envases terminan en vertederos, incinerados o arrojados al medio ambiente. Por lo tanto, a pesar del contexto de emergencia climática actual y a pesar de que la sostenibilidad es un concepto que está en boca de buena parte de la sociedad, la cifra habla por sí misma.
En este contexto surgen iniciativas que, como mínimo, pretenden reducir esta estadística. Y POTS es un ejemplo: “Hemos creado un sistema de gestión de envases reutilizables, recuperamos envases derivados de gran consumo, los llevamos a nuestra planta de higienización, y los devolvemos al envasador para que los vuelvan a utilizar” detalla a VIA EmpresaMarta Sainz, fundadora y CEO de POTS.
Un 80% de los envases acaban en vertederos, incinerados o arrojados al medio ambiente
Este sistema tiene origen en las calles de Beijing, un territorio especialmente perjudicado por la contaminación donde la fundadora, después de vivir durante unos años, se dio cuenta de que “con estos volúmenes de polución no se puede vivir, ya que tu vida se ve muy afectada”. Al volver a Barcelona decidió analizar el ámbito jurídico de los residuos y dejar su trabajo como abogada para dedicarse plenamente a POTS, un proyecto que lleva año y medio dando una segunda vida a los envases.
Recomprar los envases generando un doble impacto
"Nosotros llegamos a los establecimientos y les proponemos que en vez de comprar nuevos envases de vidrio, que nos recompren a nosotros su vidrio reutilizado", comenta Sainz. La mayoría de los clientes de la iniciativa provienen del canal HORECA (hoteles, restaurantes y cafeterías), y reciben las POTScase, las cajas que se van llenando de envases a medida que se consume el producto, para finalmente ser recogidas de forma semanal. La firma, que está empezando a ganarse la confianza de clientes como Flax&Kale, recientemente ha accedido a la red de Netmentora Catalunya.
Bajo el lema Let's reuse, let's reduce, la iniciativa propone un sistema de gestión de envases reutilizables que apuesta por la circularidad y da solución a la problemática de la generación de residuos derivados del gran consumo. Por este motivo, POTS asegura que reciclar es importante, pero reutilizar los envases es la solución. Y, de hecho, según una consulta poblacional realizada por la misma firma, el 91% de la población utilizaría envases reutilizables.
Además, la propuesta va más allá de generar un impacto ambiental positivo, puesto que también pretende generar un impacto social. Por este motivo, su planta ubicada en Sant Feliu de Llobregat se encuentra en una fundación de personas con discapacidad, que se encargan de la recepción de envases y de realizar su correspondiente proceso de trazabilidad.
Aterrizar a los supermercados: el siguiente objetivo
El proyecto, pese a haber empezado a facturar a principios de año, está “generando mucho interés”, asegura Sainz, quien añade que “los clientes que empiezan a entrar son pequeñas bodegas y estamos muy contentas porque nos van entrando clientes constantemente”. Además, POTS, con el objetivo de seguir creciendo, pretende llegar a los supermercados implantando puntos de recogida de envases. "De esta manera, cuando los clientes compren productos adheridos a POTS los podrán devolver a su supermercado".
No sólo está previsto que crezca el número de clientes de la firma, sino que también lo hagan sus instalaciones. Actualmente, la planta tiene una capacidad de higienizar 200 botellas por hora y Sainz considera que "se está quedando algo obsoleta". En esta línea, está previsto que la planta actualice su maquinaria para poder mover un mayor volumen de botellas, con la visión de alcanzar las 800 por hora, lo que supondría cuadruplicar su actividad actual. "Debemos dar este paso en un plazo de entre seis y nueve meses, aunque, en un futuro, queremos llegar a manipular 2.500 botellas por hora", afirma la fundadora.
"Se tiene que empezar a actuar"
De este viaje, Sainz destaca que a pesar de haber muchas empresas que se muestran proactivas de cara a adoptar medidas a favor de la sostenibilidad, otras tienen más dificultades para arrancar: “Las iniciativas que son early adopters, lo son por genética, y en el ámbito de la sostenibilidad se necesitan proyectos así, que quieran cambiar las cosas, porque es muy fácil acudir a charlas, pero al final debe empezar a actuar”.