Las Pymes y el marketing online

Hay que tener muy claro cómo se distribuye el dinero en las campañas que decidan realizarse

Las pymes y el marketing online, un reto | iStock Las pymes y el marketing online, un reto | iStock

Hubo un día en el que internet apareció en nuestras vidas y ya no se fue. Seguramente en el ordenador del trabajo. O, para los más pioneros, con un módem de los que hacían ruido en casa. Hubo otro en el que nos dijeron que nos podíamos hacer un correo electrónico. Y nombres como Arrakis, Terra, Yahoo o sobre todo Hotmail se integraron en nuestro día a día sin formaciones previas ni conocimientos de gestión de la productividad online. Esa que tanto hemos echado de menos en los meses de la pandemia y el teletrabajo.

Pero el momento ciertamente diferencial llegó con los móviles con datos integrados. Y el desarrollo de aplicaciones. Y, por encima de todo, la aparición de las redes sociales. Un oasis inicial de libertad y acceso a personas y marcas que ha derivado en muy buenos usos en algunos casos, pero en muchos otros en cyberbulling, adicción y hasta condenas. En este tránsito, además, el auge de las compras online se ha multiplicado por varias cifras. Y, en sus orígenes, el marketing aplicado a Facebook, derivado a Instagram y hoy presente en TikTok dio resultados estratosféricos a marcas como Hawkers o Singularu.

Sin embargo, existen varios parámetros que las grandes tecnológicas han querido hacer creer a la mayoría de las personas (o negocios) y que han alimentado su esperanza de crecimiento digital, al tiempo que han generado ingentes ingresos en este tipo de publicidad para las firmas de Silicon Valley.

En un país donde el 98% del tejido empresarial está constituido por pymes (y en un momento de inflación) hay que tener muy claro cómo se distribuye el dinero en las campañas que decidan realizarse

Partamos de una base: si alguien como Javier Echaleku, que se dedica al marketing y las campañas en red desde hace más de una década, saca un libro titular Marketing online: la gran burbuja del siglo XXI, quizá haya que plantearse algunas cosas. En ese sentido, el hecho de que una editorial académica ligada a la Universidad Politécnica de Valencia sea quien decida publicarlo ya nos acerca a una segunda conclusión: hay sustancia detrás. Y estudios en marcha para conocer la realidad.

Pero, además, hablamos de un trabajo colaborativo, que puede encontrarse en formato ebook pero también en podcast. Y que se ha formado en torno a conversaciones con expertos ligados a un mundo muy cambiante, con lo que el título engloba el resumen de todo lo hablado y no una certeza de una única persona.

La importancia de la especialización

La premisa global es la siguiente: el marketing online es marketing. Y, por lo tanto, sin especialistas no solo no es efectivo sino además supone un gasto y no una inversión. Además, en un país donde el 98% del tejido empresarial está constituido por pymes (y en un momento de inflación) hay que tener muy claro cómo se distribuye el dinero en las campañas que decidan realizarse.

A causa de los algoritmos, las malas decisiones a la hora de buscar públicos concretos o el desconocimiento se pierden al año miles de millones de euros

Según el libro de Echaleku, a causa de los algoritmos, las malas decisiones a la hora de buscar públicos concretos o el desconocimiento se pierden al año miles de millones de euros. Entre otras cosas, porque insiste en que pese a que las grandes corporaciones han hecho creer lo contrario, el mecanismo no es tan sencillo como elegir un target, poner un poco de dinero y empezar a generar ventas.

Estamos en un momento de aprendizaje constante, pero también de necesidad de afinar las acciones al máximo porque el futuro de muchas compañías depende de ello. Y, aunque demasiadas veces el día a día se nos come y no somos capaces de pararnos a pensar, o encontramos el tiempo para hacerlo o revertir situaciones adversas podría convertirse en demasiado difícil en un plazo corto de tiempo.

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