Tras más de 30 años de negociación, este jueves 1 de junio ha entrado en vigor la patente unitaria europea, un sistema que debe permitir a las empresas registrar sus patentes en la Unión Europea a través de un solo trámite en vez de 27 -uno por cada estado miembro-, como ocurría hasta ahora. Pese a que la iniciativa no cuenta con el apoyo de todos los países -cubrirá un total de 17-, las distintas voces del sector la consideran "un éxito" para la innovación, ya que agilizará los trámites en las empresas. Uno de los que queda fuera del sistema es España, que lamentó que el castellano no se incluya en la lista de idiomas para solicitar patentes.
A diferencia del escenario que existía hasta ahora, la iniciativa europea permitirá a las empresas innovadoras registrar sus patentes con un solo trámite en la Oficina Europea de Patentes (OEP), con sede en Múnich (Alemania). Esto comportará que las patentes, una vez obtengan el visto bueno de la OEP, quedarán protegidas en todos aquellos territorios sumados al sistema.
La excepción de España
A su vez, la patente unitaria europea estará vinculada al Tribunal Unificado de Patentes, el nuevo organismo que tendrá competencias exclusivas respecto a las acciones judiciales sobre las patentes, tanto las que se otorguen a través del sistema unitario como las que se validen en cada estado miembro. Todo ello debe permitir reducir burocracia, agilizar las tramitaciones y dotar de una mayor seguridad jurídica a las empresas. Según los cálculos de la Comisión Europea, además, el coste de proteger una invención en la UE pasará de 36.000 euros a algo más de 6.000 euros.
El gobierno español considera que no admitir el castellano supondrá una pérdida de competitividad para las empresas, especialmente las pymes, y destaca la "gran relevancia a nivel mundial" que tiene el idioma
España, junto a Croacia y Polonia, es uno de los pocos estados de la UE que no se ha sumado a la patente única europea. Por lo demás, un total de 17 estarán cubiertos por el nuevo sistema, mientras que los siete restantes está previsto que se unan pronto.
El argumento del Estado para rechazar la iniciativa es algo esencialmente lingüístico. Tal y como se acordó, la tramitación de las patentes se realizará en inglés, francés o alemán. En este sentido, el gobierno español considera que no admitir el castellano supondrá una pérdida de competitividad para las empresas, especialmente las pymes, destacando la "gran relevancia a nivel mundial" que tiene el idioma.
Lamentos desde el OEP
Desde la Oficina Europea de Patentes también lamentan los argumentos exhibidos por España y aseguran que la no incorporación al sistema unitario provocará una reducción en el número de solicitudes de patentes, que en 2022 alcanzó la segunda mayor cifra de la historia con 1.925 tramitaciones. "Inevitablemente se producirá un descenso, porque los investigadores tendrán que duplicar los trámites y eso traerá complicaciones", expone el director de comunicación y portavoz de la Oficina Europea de Patentes, Luis Berenguer.