
Todavía no se ha convocado oficialmente, pero todo apunta a que la Asamblea Ordinaria de Socios Compromisarios del FC Barcelona de este 2025 será el sábado 18 de octubre, por la mañana. Los estatutos del Club, concretamente, en el artículo 21, dicen que la Asamblea General Ordinaria debe celebrarse una vez al año, dentro de los cuatro meses naturales siguientes a la finalización del ejercicio. Sabiendo que los ejercicios del Club se cierran cada 30 de junio, queda claro que la Asamblea debe realizarse antes del 31 de octubre de cada año.
Los estatutos del FC Barcelona, concretamente el artículo 27º.1, también establecen que la convocatoria de las Asambleas Generales, tanto ordinarias como extraordinarias, deben coincidir preferentemente con un día de partido oficial en el Estadio (suerte que no especifican cuál…), y ese día ya está programado un Barça-Girona, a las 16.15 horas. Por tanto, podemos afirmar, salvo sorpresas nada descartables tal y como funciona el Club, que el 18 de octubre será la fecha elegida. Sobre esta Asamblea hay un número considerable de sombras inquietantes. Miraremos de analizar solo algunas en este artículo.
La primera incógnita que habrá que aclarar es si esta Asamblea se hará presencial, presencial y telemática o será solo telemática tal y como se hizo el año pasado, por ejemplo. Es una pregunta urgente para hacerle a Joan Laporta, porque cualquier disconformidad de los socios, una vez convocada oficialmente la Asamblea, a principios de octubre, ya no tendrá ningún efecto práctico. Vistos los antecedentes, no creo que Laporta tenga ningún miramiento para convocarla únicamente telemática, empezarla a las 10 de la mañana y a las 14 horas todo el mundo a comer que habrá hambre y a las 16:15 nos espera el Girona en el campo. Laporta ha pervertido el voto telemático, pensado originalmente para fomentar y facilitar la participación de los socios, para mantenerlos, en cambio, bien alejados y eliminar su presencia física, por floja que ya sea tradicionalmente.
Laporta ha pervertido el voto telemático, pensado originalmente para fomentar y facilitar la participación de los socios, para mantenerlos, en cambio, bien alejados
Otro aspecto importante es la falta absoluta de información fiable por parte del Club, especialmente la económica. Tradicionalmente, cuando el FC Barcelona había cerrado las cuentas el 30 de junio, convocaba a los especialistas de información económica de los principales medios de comunicación para adelantarles, en reuniones off the record, los grandes rasgos de los resultados económicos de la temporada. Era durante el mes de julio. Todo se acababa de detallar en las sesiones informativas con los socios, los días previos a la Asamblea, y también había una explicación final a los periodistas que siguen habitualmente la actualidad del FC Barcelona. Todo acababa de quedar definitivamente expuesto en la Asamblea. Casi todo esto, como muchas otras cosas que el socio se ha dejado sisar, también ha pasado a mejor vida.
Más que previsiblemente, la Junta de Joan Laporta se limitará a cumplir estrictamente lo que le exigen los estatutos del Club, concretamente el artículo 28: Durante un periodo no inferior a diez días hábiles anteriores a la celebración de la Asamblea, el Club debe entregar a todos los socios que lo soliciten, una copia de los documentos que integran la información para su uso y estudio exclusivamente personal y bajo su responsabilidad. En cuanto a las materias de carácter económico que son competencia de la Asamblea General y que describe el artículo 20, apartados 2 y 3, la documentación que debe ponerse a disposición de los compromisarios para el examen debe ser, como mínimo, la siguiente:
- Informe sobre la liquidación del presupuesto del ejercicio vencido
- Balance y cuenta de resultados del ejercicio vencido, con la opinión del auditor
- Presupuesto del nuevo ejercicio
Y con ello, que todo el mundo se espabile en solo 10 días y poca ayuda más para obtener información rigurosa, fiable y contrastada, no propaganda, por parte del Club.
Lista de sombras
La lista de sombras sería inmensa y no los quiero aburrir, pero dejen que les recuerde que todos los agravios, quejas y comentarios que se vierten al final de la Asamblea, durante el turno abierto de palabras, —más allá de desahogarse, llamar la atención y ya no hablamos de generar vergüenza ajena en algunos casos o dar artillería a los enemigos tanto internos (que los hay) como externos—, no tienen ningún efecto práctico en la gestión y control del Club. Solo se debatirán, se votarán y tendrán efectos legales los temas incluidos en el orden del día. Nada más.
Por lo tanto, si piensan que de la Asamblea saldrá alguna autocrítica, algún compromiso sólido de rectificación, alguna información detallada, contrastada y con pruebas concluyentes sobre temas escabrosos, o alguna disculpa por parte de Joan Laporta y su Junta Directiva, me temo que pueden esperar sentados. Ojalá me equivoque.
Todos los agravios, quejas y comentarios que se vierten al final de la Asamblea, durante el turno abierto de palabras, no tienen ningún efecto práctico en la gestión y control del Club
Esta misma semana Laporta ha organizado a escondidas un nuevo organigrama para el Club, que no aporta ninguna novedad real ni nada relevante para la entidad. Ninguna incorporación de nuevo talento, ninguna voz independiente y nueva, y la permanencia de algunos cargos que no se sabe muy bien para qué sirven ni por qué cobran. Se simula que se hace, pero no se hace. Que durante el Barça-Valencia del domingo pasado, Alejandro Echevarría se pudiera pasear como Pedro por su casa por el palco del Johan Cruyff con su perro, que ningún otro socio del Club podría entrar en el estadio si no es un lazarillo, ya da muchas pistas de cómo irá la cosa el 18 de octubre, me temo…
El trilerismo y el mareo al socio sobre la apertura del nuevo Camp Nou; la desastrosa organización de la gira de este verano; el acoso y derribo perpetrado públicamente a algunos deportistas y técnicos del Club; las dificultades añadidas para que Flick pueda dirigir el equipo en condiciones; los 100 millones de euros, como mínimo, regalados a los comisionistas, como si fuéramos ricos y no nos hicieran falta el dinero; las facturas que ha pagado el Barça para compensar los despropósitos que Laporta y algunos de sus amigos hicieron, presuntamente, al Reus; la incomunicación y la desconsideración hacia los socios expresada de mil maneras; el invento estrambótico de Barça Studios; las concesiones extrañas de algunos negocios a algunos amigos (5G en el estadio, por ejemplo); la descatalanización del Club; la huida de talento y experiencia de buenos profesionales; la eliminación de la Grada de Animación; el mal trato a las secciones… Y lo dejamos aquí para no hacerlo más largo, pero seguro que el listado de desaguisados lo pueden completar ustedes mismos sin mucha dificultad.
¿Cuántos socios compromisarios participarán en la Asamblea?
El 20 de junio de 2024 se realizó el sorteo para elegir a los 3.622 socios compromisarios que podrán participar en las asambleas que se realicen hasta el 30 de junio de 2026. Se eligieron 3.622 más para ejercer de suplentes porque un socio compromisario puede renunciar a serlo si lo comunica oficialmente al Club con una antelación mínima de un mes respecto a la fecha de celebración de la Asamblea General. Por lo tanto, si no lo hizo antes de este pasado jueves y el 18 de octubre no participa en la Asamblea, el suyo será un voto perdido.
Me permitirán recordarles que ser aficionado y seguidor del Barça está exento de casi cualquier obligación, pero ser socio, y aún más compromisario, obliga a ser y sentirse responsable de lo que le pase al Club, para bien o para mal. Que cada uno vote según su criterio o su conciencia, pero no dejen de votar, de participar y de activarse, por favor. Es muy importante que en el futuro no nos tengamos que reprochar nada por no haber hecho lo que estaba en nuestras manos.
Ser socio, y aún más compromisario, obliga a ser y sentirse responsable de lo que le pase al Club, para bien o para mal
También son compromisarios de la Asamblea del FC Barcelona los senadores del Club, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 9 de los Estatutos; los miembros de la Junta Directiva en el momento de celebración de la Asamblea General; los miembros de las comisiones estatutarias del Club; los expresidentes del Club y los presidentes de las federaciones territoriales de peñas escogidos democráticamente y que sean socios o socias con más de cinco años de antigüedad.
La convocatoria incluye, pues, a algo más de 4.000 socios compromisarios. Es una tradición que ya se considere un éxito que acabe participando un 10-15 por ciento de los convocados. No es de ahora. Pero el momento que vive el Club nos obliga a todos los socios a participar de la gobernanza del Club, informándonos bien de lo que está pasando, haciendo oír nuestra voz de la manera legítima que se pueda y haciendo que esta Asamblea del próximo 18 de octubre no sea una Asamblea más. Si no se actúa rápido, y quizá ni así, al Barça no le quedan muchas Asambleas más por celebrar. No es ninguna broma. ¡Tengámoslo claro y hagámoslo notar!
Nos reencontramos el 4 de octubre si ustedes lo deciden.