Ingeniera experta en innovación empresarial

La IA se cuela en el consejo… ¿y tú aún no la has invitado?

18 de Julio de 2025
Mireia Garcia Roca | VIA Empresa

Mientras muchas empresas aún debaten si la inteligencia artificial tiene cabida en su día a día, otras ya la están incorporando en el núcleo de su toma de decisiones, el Consejo de Administración. No se trata de ciencia ficción, sino de una nueva forma de gobernar con más datos, más visión y menor riesgo. 

 

Los presidente o propietarios de empresas se enfrentan diariamente a decisiones que pueden determinar el futuro de tu compañía. ¿Lanzar ese nuevo producto? ¿Expandirse a ese mercado? ¿Invertir en esa tecnología? Durante décadas, estas decisiones se han tomado con base en informes trimestrales, intuición empresarial y experiencia acumulada. Herramientas valiosas, sin duda, pero que ya no son suficientes en un entorno donde la velocidad y complejidad del cambio superan cualquier precedente histórico.

Durante mucho tiempo, los consejos de administración han sido el bastión de la experiencia, el lugar donde se toman las decisiones estratégicas más importantes de una compañía. En esta mesa se sientan quienes conocen el negocio, han atravesado crisis y transformaciones, y aportan una visión amplia que va más allá del día a día. Pero algo está cambiando profundamente. 

 

Imaginemos un consejo de administración donde las decisiones no se basan únicamente en informes trimestrales o intuiciones acumuladas, sino en análisis predictivos alimentados por datos en tiempo real. Un consejo que simula futuros posibles para anticiparse a ellos, que actúa con una inteligencia aumentada capaz de integrar variables económicas, sociales, tecnológicas y medioambientales de forma holística.

La inteligencia artificial nos ofrece esa posibilidad. Pero no lo hará sola. Necesita ser comprendida, liderada e integrada en la estrategia por personas con criterio y experiencia. Y para eso, los consejos deben asumir un rol activo. Deben dejar de ver la IA como un tema técnico o delegado, y empezar a considerarla una competencia básica para la dirección del siglo XXI.

"Los consejos de administración deben considerar la IA una competencia básica para la dirección del siglo XXI"

Hasta ahora, la mayoría de las conversaciones sobre IA en el ámbito empresarial se han centrado en su aplicación operativa: automatización de tareas, eficiencia de procesos, mejora de la experiencia del cliente, y esto, es algo necesario,pero no suficiente. La verdadera revolución está en otro sitio, en su capacidad para aumentar la inteligencia directiva, transformar la gobernanza corporativa y reconfigurar el rol de los consejos. La diferencia radica en que mientras preparas el presupuesto del próximo año con metodologías tradicionales, tus competidores pueden estar analizando cincuenta escenarios diferentes en tiempo real, anticipándose a cambios del mercado que aún no has visto venir y es que la irrupción de la inteligencia artificial no solo está transformando cómo trabajamos, sino también cómo decidimos. Y esa transformación no puede dejar fuera al máximo órgano de gobierno de las empresas

Esto implica cambios profundos en la composición del propio consejo. La pregunta incómoda es: ¿cuántos miembros de tu consejo tienen una comprensión real de ¿qué es la inteligencia artificial, cómo funciona y cuáles son sus riesgos y oportunidades?

Según datos recientes, solo el trece por ciento de los consejos del S&P 500 cuenta con al menos un miembro con experiencia en IA, y en el caso de las empresas pequeñas y medianas, este porcentaje es aún menor. No se trata de convertir a los consejeros en tecnólogos, pero sí de incorporar perfiles con expertise tecnológico y, sobre todo, de formar al resto para tomar decisiones verdaderamente informadas.

Además, el modelo de gobernanza también requiere adaptación. La inteligencia artificial plantea dilemas éticos, regulatorios y de impacto social que requieren una supervisión específica. Desde el uso responsable de los datos hasta la transparencia de los algoritmos, pasando por la explicabilidad de las decisiones automatizadas, el consejo debe establecer marcos claros para garantizar un uso ético y alineado con los valores de la empresa. 

Por último, el liderazgo resulta fundamental. La presidencia del consejo y la dirección general deben ser los primeros promotores de esta transformación. No basta con delegar la IA a un director de Innovación o a un Chief AI Officer. Su adopción debe estar impulsada desde la alta Dirección, con una visión clara del papel que puede jugar en la creación de valor a largo plazo. Esto significa entender que la IA no es solo una herramienta de eficiencia, sino una palanca estratégica que puede redefinir ventajas competitivas y crear valor a largo plazo.

Algunas empresas pioneras ya han empezado este camino con resultados prometedores. Incorporan IA para evaluar escenarios estratégicos, analizar riesgos geopolíticos o anticipar movimientos del mercado. Otras, han creado comités específicos de tecnología e innovación dentro del consejo. En el sector financiero, consejos de administración utilizan IA para detectar patrones de riesgo que antes requerían meses de análisis. En retail, evalúan estrategias de expansión simulando múltiples escenarios de mercado. En la industria, se anticipan disrupciones en la cadena de suministro antes de que se materialicen.

Pero los datos actuales revelan una brecha importante entre la realidad actual y lo que debería ser una gobernanza adecuada en tiempos de IA. Aunque el 66% de los participantes en estudios de Esade y Pwc, señalan como prioridad absoluta del consejo en cinco años, la inteligencia artificial, la ciberseguridad y las tecnologías disruptivas, solo el 13% de los consejos de empresas del S&P 500 cuenta con al menos un miembro con experiencia en IA, y apenas un 15% supervisa directamente los riesgos asociados. El porcentaje de consejeros independientes con perfil tecnológico se mantiene por debajo del veinte por ciento, muy lejos del cuarenta o cincuenta por ciento que recomiendan los expertos para 2030.

Solo el 13% de los consejos de empresas del S&P 500 cuenta con al menos un miembro con experiencia en IA

Estos datos no solo subrayan lo lejos que estamos aún de una gobernanza digitalmente madura, sino que marcan el camino que deben seguir las organizaciones que aspiren a seguir siendo relevantes. Porque el futuro de la dirección empresarial no es ni puramente tecnológico ni tradicionalmente humano, es híbrido y aumentado. Y será inteligente en la medida en que sepa sumar la potencia de los algoritmos con la riqueza de la experiencia directiva.

Y sí, la inteligencia artificial ya se ha colado en el consejo, y más vale que nos aseguremos de que esté sentada en la mesa adecuada, rodeada del conocimiento, la visión y el liderazgo necesarios para aprovechar todo su potencial transformador.