Ingeniero y escritor

Una semana brillante para el 'lobby' 3T

20 de Mayo de 2025
Xavier Roig VIA Empresa

Cuando un gobierno no tiene un programa claro y el apoyo de sus socios no está integrado en este programa, las actuaciones gubernamentales se vuelven erráticas. Los diferentes diccionarios definen errático como un comportamiento imprevisible, que no sigue un camino cierto. Lo que no detallan los diccionarios es una cualidad que se desprende del comportamiento errático. Y es que un comportamiento errático conlleva, por definición, que unos actos puedan ser contradictorios con otros propios comportamientos. Es decir, unas veces se actúa diciendo que hay que hacer una cosa por una necesidad determinada, y otras se hace exactamente lo contrario. Dependiendo de las demandas de los socios de los cuales se depende.

 

Además, cuando un gobierno se encuentra en la situación que he definido, sufre una característica muy perjudicial: es débil. Y un gobierno débil es víctima de todas las presiones e influencias. Este es el caso de los gobiernos español y catalán. Después de un día viene otro. En el caso del gobierno catalán nos encontramos con una característica adicional: el país es delgado y pequeño. Quiero decir que una cosa es el lobby industrial que presiona al gobierno francés o alemán. Y otra es el lobby 3T que presiona al gobierno catalán: Turismo, Terrazas, Taxi. ¿Quieren un lobby más ridículo? Esta semana pasada hemos sufrido una bonita muestra de esta ridiculez. Juntos, PP y Vox han cedido al lobby turístico. El hecho ha constituido una oportunidad para, de paso, practicar uno de los deportes más apreciados de los políticos hispanos: insultar la inteligencia del contribuyente. El PSOE y los Comunes han practicado aquello que el mundo anglosajón califica de “tit for tat” (cambio de cromos) con un refinamiento: el perjudicado es el contribuyente.

"Un comportamiento errático conlleva, por definición, que unos actos puedan ser contradictorios con otros propios comportamientos"

Volvemos a topar con la tasa turística. El sector turístico —que, de hecho, no necesita turismo de calidad, sino empresarios de calidad— considera la tasa turística una especie de monstruo. Siempre se han quejado de esta tasa. ¿Recuerdan lo que costó implantar la primera, que consistía en un ridículo euro por noche? Pues el empresariado turístico sigue estando a la altura. La oposición a esta tasa ya dice mucho del sector. Si alguien se imagina que el turista dejará de venir por unos cuantos euros al día, debería imaginarse, de paso, la clase de turista de la que estamos hablando. Es decir: el turismo que no necesitamos. Háganse ustedes la pregunta: ¿cancelarán un viaje porque en el país donde van les cobran unos cuantos euros como tasa de pernoctación? El sector ha conseguido retrasar la entrada en vigor de la tasa turística hasta después del verano, presionando a Junts, PP y Vox. ¡Salvados!

 

Este hecho, de por sí, ya debería darnos suficiente información sobre el sector turístico catalán. Pero la cosa no se detiene aquí. Resulta que los Comunes se han enfurecido. Lógico. ¿Y cómo se les ha hecho callar? Pues destinando 60 millones más para políticas de vivienda, que saldrán de un crédito. Y uno se hace varias preguntas. Primera: si el gobierno no tenía previsto destinar estos 60 millones a vivienda, es que, en teoría, no hacían falta. ¿O sí? Entonces, ¿ahora sí que hacen falta? Parece, para más inri, que 60 son, aproximadamente, los millones que se esperaba recaudar de la tasa turística. Mensaje doble al cerebro del contribuyente: no solo no ingresaremos 60 millones, sino que, de tu bolsillo, sacaremos 60 para contentar a nuestros socios. Mensaje: lo que no hace el sector turístico, lo pagas tú. ¿No lo encuentran genial?

"Mensaje doble al cerebro del contribuyente: no solo no ingresaremos 60 millones, sino que, de tu bolsillo, sacaremos 60 para contentar a nuestros socios"

Por si el lobby 3T no estaba lo suficientemente contento, el gobierno catalán y su Parlament siguen empeñados en que Barcelona sea una de las poquísimas ciudades del mundo donde Uber no tiene cabida. No por ningún motivo elevado, no se piensen. Simplemente que hay un sector del taxi barcelonés que se ha erigido en gobernante del transporte individual de la ciudad, utilizando el Mobile World Congress como chantaje. ¡Bravo!

Bien, una semana brillante para el lobby más poderoso del país. Aquel que ayuda a hacer crecer la población por encima del crecimiento del PIB. ¡Quién pudiera formar parte de los países donde los lobbies mueven miles de millones y condicionan puestos de trabajo de una cierta categoría! Nosotros, claro, tenemos los lobbies a la medida de nuestras ambiciones y que, por lo tanto, viven con cuatro huesos de pollo.