Discurso de Xavier Panés, presidente de la patronal Cecot en la 30.ª edición de la Nit de l’Empresa
Muchas gracias, un año más, por estar con nosotros en la Nit de l'Empresa de Cecot. Este año, una edición muy especial por ser la número 30 y que por este motivo hemos querido celebrarla muy cerca de donde se celebró la primera edición en 1995, y muy cerca de nuestra sede en la ciudad de Terrassa. Una nueva edición para poner en valor el "hacer empresa" y para reconocer públicamente la contribución de nuestras empresas y de sus profesionales y, por eso, en nombre del Jurado, del Comité Ejecutivo y de toda la Comunidad Cecot, quiero empezar dando la enhorabuena a los galardonados y galardonadas de esta Noche. Y también a todos los gremios, asociaciones, asesores, colaboradores, patrocinadores, miembros de la Junta Directiva, del Comité Ejecutivo, empresarios y empresarias y, sobre todo, a todos los trabajadores y trabajadoras de la casa por vuestro buen trabajo e implicación y que hoy nos estáis siguiendo desde fuera del Teatro a través de streaming para ceder vuestros asientos a las demandas de empresas e instituciones que querían compartir esta 30ª edición con nosotros. Gracias, equipo, sois un orgullo. Gracias por hacer posible esta Gran Comunitat Cecot.
Sí, en la edición de este año habréis visto que hemos puesto mucho énfasis en el término “Comunidad”. Desde que asumí la presidencia de Cecot tenía un objetivo muy claro: poner al socio, a los profesionales, a las personas y a los usuarios en el centro y consolidarnos como una auténtica comunidad empresarial y profesional en Catalunya.
Si participáis más o menos de la vida asociativa, ya sea en el ámbito cultural, deportivo, social o empresarial, sabréis reconocer la importancia de la sociedad civil en cualquier ámbito, ya sea local o global. Entidades y grupos de personas comprometidas que trabajan conjuntamente para generar cambios positivos en nuestra sociedad. Impulsando la participación ciudadana para conseguir sociedades más justas y democráticas. Organizaciones comprometidas en la construcción del bien común y que a lo largo de la historia han desarrollado un rol fundamental como complemento y contrapunto a la acción de los gobernantes.
Conozco de cerca las dificultades que tenemos las entidades de mantener vivo el movimiento asociativo y, sobre todo, de atraer a los más jóvenes para que nos ayuden, también, a transformarnos. Y esto nos debe preocupar, y mucho.
Poder celebrar el 30 aniversario hoy aquí todos juntos es una buena muestra de nuestra vitalidad y quiero que sea un reconocimiento especial para todos vosotros, así que ¡muchas felicidades y por muchos años más!
"El envejecimiento de la población, las jubilaciones masivas y el aumento de la tasa de dependencia ponen en duda la viabilidad del modelo actual"
Hemos trabajado mucho estos últimos 30 años. Y, afortunadamente, hemos avanzado en muchos aspectos. A la vez que, desgraciadamente, aún conservamos un buen puñado de propuestas que se mantienen vigentes, 30 años después. Como sabéis, cada año aprovechamos La Noche de la Empresa para haceros llegar una serie de mensajes clave sobre el estado de situación de nuestro país y sobre nuestra receta para generar progreso y riqueza compartida. En este sentido, tocaría concentrarme en enumerar nuestras propuestas en materia fiscal y laboral para impulsar el crecimiento de nuestras empresas. O listar nuestras preocupaciones y avances sobre la reforma de la administración. También haría bien en trasladaros las principales reclamaciones en el ámbito del trabajo autónomo, del comercio, de las infraestructuras, de los polígonos industriales o sobre cómo impulsar la transición energética y la descarbonización de nuestra economía. Bien sabéis que en Cecot, este es un trabajo del día a día. Es nuestro trabajo. Hoy, sin embargo, quiero aprovechar esta tribuna para levantar la mirada y compartir con vosotros un mensaje de responsabilidad.
La sociedad del bienestar está en riesgo.
En Catalunya, en España y en toda Europa. Y hay que decirlo así de claro para tomar conciencia y actuar ahora, para poder ver los frutos en las próximas generaciones. El envejecimiento de la población, las jubilaciones masivas y el aumento de la tasa de dependencia ponen en duda la viabilidad del modelo actual.
En España, hoy ya, el grupo de personas que entra en la jubilación cada año es más numeroso que el de 25 años que entra en el mercado laboral. Y esta “trampa demográfica” de no renovación aún se acentuará más en los próximos años. De hecho, la tasa de dependencia, que calcula la proporción de población de más de 65 años respecto a la de 25-64 años, es actualmente del 36%, lo que significa que por cada jubilado hay 2,6 personas en edad de trabajar, y se proyecta que llegue al 61% en 2050, es decir, solo 1,6 personas.
"Hay palancas demográficas para mitigar las negatividades del modelo, pero no podemos apostar el equilibrio únicamente al aumento de la población"
Este escenario provocará una caída de los ingresos fiscales del Estado y un aumento del gasto público que, si no hacemos nada, nos evoca a una situación de insostenibilidad de las finanzas públicas.
Hay que actuar ahora. Y entendedme bien. Aquí no hay ideología. Es pura aritmética.
Hay palancas demográficas para mitigar las negatividades del modelo, pero no podemos apostar el equilibrio únicamente al aumento de la población que, en parte, atrasa la problemática unos años más, sino que debemos centrarnos en políticas que están en nuestras manos y que deben permitir alcanzar una sociedad próspera, justa, solidaria y, sobre todo, sobre todo, sostenible.
Desde Cecot, hace tiempo que avisamos de las nocivas consecuencias de la caída de la productividad de nuestras empresas. Es imprescindible reimpulsarla para aprender a hacer más y mejor con menos ratio-persona. Y tenemos oportunidades tecnológicas al alcance en ámbitos como la robótica, la automatización y la inteligencia artificial.
También es necesario reorientar nuestra economía hacia una de mayor valor añadido para generar una ocupación de más calidad y mejor retribuida. Esta debería ser una lucha compartida entre agentes sociales y administración, y no el querer alterar la receta con medidas unilaterales que invaden el diálogo social, como el intento fallido de reducción de la jornada laboral por la puerta de atrás.
"Cada día, un millón y medio de personas no va a trabajar, lo que supone un coste laboral anual de 37.000 millones de euros"
Y este debería ser el orden. Mejorar la productividad y la capacidad de generar riqueza de las pequeñas y medianas empresas para poderla repartir, y no como pretende la ministra de Trabajo, que está determinada a ahogar a las empresas con medidas que dificultan nuestra viabilidad y que fomentan la cultura del no trabajo.
Y digámoslo claro, hay que activar a trabajadores cotizantes. Hay que luchar contra la economía sumergida y la picaresca de algunos que abusan de un sistema de prestaciones sociales que, a veces, genera desincentivos al trabajo y sobrecostes. Como ocurre también con el absentismo desbocado. ¿Sabéis que cada día un millón y medio de personas no va a trabajar, hecho que supone un coste laboral anual de 37.000 millones de euros?
Estas son algunas medidas, para alimentar una rueda virtuosa de: más prosperidad, más ingresos fiscales y equilibrio de las finanzas públicas. ¿Por qué si no, cuál será la alternativa? ¿Cuál será la receta fácil y menos creativa ante la insostenibilidad del modelo? ¿No hacer nada y que paguen los de siempre? ¿Apretar económicamente, aún más, a las pequeñas y medianas empresas, a los trabajadores autónomos, a la clase trabajadora con nuevas subidas de impuestos?
Sabéis qué os digo: si seguimos así, dentro de veinte años miraremos atrás y nos parecerá que hoy vivíamos en un paraíso fiscal. ¡Imaginaros! Quizás es momento ya de virar de la política fiscal del ahogo hacia la política fiscal incentivadora y orientada a generar competitividad y mejor actividad económica.
"Quizás es momento ya de virar de la política fiscal de la asfixia hacia la política fiscal incentivadora y orientada a generar competitividad y mejor actividad económica"
Y si hablamos de ingresos, hablamos de gasto. La inercia nos ha llevado hacia una no revisión de la estructura del gasto público. Como sí haríamos en cualquiera de nuestras organizaciones. No, aquí nos vamos engordando y engordando.
Un ejemplo: los próximos diez años se jubila cerca del 50% de los funcionarios públicos. Un gran riesgo, verdad. Y yo añado: ¡y una gran oportunidad! Aprovechémoslo para ubicar a la administración y a su personal en aquellos procesos clave, de gran valor y en la provisión y garantía de servicios públicos de calidad, y no en tareas y burocracias que los han convertido en una administración, a veces, muy ineficiente.
Y tienen nuestro reconocimiento. Buenos profesionales, mal sistema.
Una vez más, hay oportunidad de mejora, y por eso celebro que la reforma de la administración se haya convertido en prioridad para el actual Gobierno de la Generalitat.
La inmigración también se presenta como una de las palancas demográficas clave en la búsqueda de la sostenibilidad de la sociedad del bienestar. Actualmente, en España, tenemos un flujo migratorio neto de unas 375.000 personas. Pero para mantener la actual tasa de dependencia, España necesitaría la entrada de alrededor de un millón de personas inmigradas al año durante los próximos 30 años. Más allá del reto cultural que esto supondría, ¿estamos preparados para recibir tal cantidad de población y seguir ofreciendo unos servicios públicos de calidad, cuando hoy en día ya están saturados?
"Es el momento del gran debate y del gran consenso sobre cuál debe ser nuestro futuro. Y desde aquí pedimos a las fuerzas políticas de orden que levanten la mirada y abandonen la confrontación sistemática y la táctica electoral egoísta"
¿Cuál es el plan para ampliar y modernizar nuestras infraestructuras de servicios para asumir el crecimiento de la población?
¿Dónde está el debate serio sobre la política migratoria que necesitamos? ¿Por qué se ha vuelto tabú? Es un tema de interés general de la ciudadanía y es crucial para determinar la sostenibilidad del modelo. Y las organizaciones empresariales, tenemos mucho que decir. Y el trabajo juega un papel crucial en la integración de las personas recién llegadas. ¿Por qué no recuperamos nuestras propuestas de contratación en origen?
Señoras y señores, es el momento del gran debate y del gran consenso sobre cuál debe ser nuestro futuro. Y desde aquí pedimos a las fuerzas políticas de orden que levanten la mirada y abandonen la confrontación sistemática y la táctica electoral egoísta y trabajen conjuntamente por los grandes consensos de país.
¡Es el momento de la gran política! No del espectáculo televisivo al que nos tienen sometidos y de las infantiladas sobre si les gusta “la fruta”, o no sé qué más se dicen a diestro y siniestro. ¡La ciudadanía no se lo merece!
Para que todos tengamos mucho cuidado. Cada vez tenemos más dificultades para dar cobertura a los pilares básicos del contrato social actual: sanidad, educación, pensiones y vivienda. No hacerlo, como está pasando, es el caldo de cultivo de la radicalización de las ideas en ambos sentidos, a derecha y a izquierda.
"Cada vez tenemos más dificultades para dar cobertura a los pilares básicos del contrato social actual: sanidad, educación, pensiones y vivienda. No hacerlo es el caldo de cultivo de la radicalización de las ideas"
¿Y dónde quiere estar la Cecot en este momento crucial para nuestro futuro? Pues, como siempre, encontraréis en nosotros una comunidad comprometida y preparada para trabajar hoy por la sostenibilidad del bienestar del mañana.
Nos encontraréis para diseñar una política orientada a la facilitación de la actividad económica para impulsar la competitividad de las empresas, la generación de riqueza compartida y la creación de mejores puestos de trabajo.
Nos encontraréis para impulsar las reformas estructurales para mejorar la productividad y la competitividad, y desplegar la industrialización que debe hacer posible orientarnos hacia una economía de más valor añadido, innovadora y diversificada.
Nos encontraréis para avanzar hacia la reducción radical de la burocracia, la simplificación administrativa y normativa y por la modernización de la administración pública.
Nos encontraréis para crear un marco fiscal y de incentivos a la inversión que impulsen el crecimiento y la innovación en nuestras empresas.
"Las empresas somos parte indispensable de la solución y no el enemigo a combatir, como abanderan algunos desorientados radicales"
Nos encontraréis para disponer de un marco laboral estable que genere empleo de calidad y aporte seguridad jurídica.
Nos encontraréis para reconocer el impacto social positivo que generan nuestras empresas al conjunto de la sociedad. Sin menospreciar la propiedad privada y la generación de beneficios, que son necesarios para remunerar el capital y el riesgo que se asume, pero que no son excluyentes de la reinversión y del buen gobierno.
Las empresas somos parte indispensable de la solución y no el enemigo a combatir, como abanderan algunos desorientados radicales.
Nos encontraréis también para velar por la complementariedad de la participación privada y para luchar contra la publificación. Señoras y señores: NO. “Lo público NO es el único garante del bien común”. Necesitamos una política seria que entienda el papel clave de complementariedad que juegan tantas entidades sociales de iniciativa privada en ámbitos como la salud, la atención a la dependencia, el ocio, los suministros básicos o la educación. ¿Qué haría una ciudad como Terrassa sin LaFACT, sin La Mútua o sin Prodis? ¿Por qué, entonces, aún hoy, tenemos que aguantar embestidas publificadoras, en cambio de elaborar conjuntamente exitosos planes de colaboración público-privada? Señoras y señores: NO. “Lo público NO es el único garante del bien común”.
Y así es como quiero terminar estas palabras que os dirijo, con el mensaje clave de que solo juntos podremos abordar el enorme reto que tenemos por delante. Y aquí siempre encontraréis a la Cecot y a su gente.
Porque esto que os he dicho hoy no es un mensaje de miedo. ¡Es un mensaje para pasar a la acción!