
El sector turístico de las comarcas de Ponent y del Alt Pirineu i Aran prevé recibir más de 580.000 visitantes durante este verano, provenientes mayoritariamente de Catalunya o de otros puntos del Estado. El año pasado el 20% de los visitantes fueron turistas internacionales. Se calcula que estos 580.000 visitantes generarán más de 1,5 millones de pernoctaciones, cifra que supondría revalidar los resultados obtenidos entre los meses de junio y septiembre de los últimos dos años.
El vicepresidente del Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida, Juan Antonio Serrano, ha detallado que los datos de los primeros cuatro meses del año "permiten reforzar estas buenas previsiones", teniendo en cuenta que en este período se ha registrado un ligero aumento de ocupación respecto al de 2024. Concretamente, según datos del Instituto Nacional de Estadística, los hoteles, campings, casas de turismo rural y apartamentos turísticos han recibido 433.244 turistas y 1.032.917 pernoctaciones, cifra que supone un incremento del 3,08% y del 0,94%, respectivamente.
Serrano ha dicho que aunque en otros destinos turísticos se hablará este verano de masificación e, incluso, se organizarán acciones de protesta, este no es el caso de la demarcación de Lleida. Así, ha asegurado que en estas comarcas el sector no ha crecido de forma "descontrolada" como en otras zonas y ha destacado que es un destino "sostenible". De hecho, ha apostado por alargar la temporada para poder incrementar el número de pernoctaciones en otros meses del año.
Por su parte, el secretario general de la Federación de Hostelería de Lleida, Ramon Solsona, ha destacado que las previsiones indican que esta campaña de verano será positiva, teniendo en cuenta que el sector ya ha empezado a trabajar con la idea de llegar hasta el otoño. En este sentido, ha dicho que la situación ideal para los hosteleros sería poder hacer una temporada más o menos estable que se alargara entre 9 y 10 meses del año.
Mientras, Josep Lluís Farrero, representante de la Federación de Turismo Rural de Lleida, ha detallado que esperan una ocupación de entre el 70 y el 75% en las casas rurales de la demarcación durante el puente de San Juan y que las previsiones de cara al verano también son buenas. Así, ha dicho que la lluvia de la primavera ha sido muy beneficiosa para la flora, los ríos y el paisaje y que estos elementos ayudarán a atraer visitantes. De hecho, el presidente de la Asociación de Empresas de Deportes de Aventura del Pallars Sobirà, Flòrido Dolcet, ha destacado que las reservas de agua actuales son las mejores de los últimos 20 años y que esperan superar los 800.000 servicios ofrecidos el año pasado.
Las casas rurales de la demarcación prevén una ocupación de entre el 70 y el 75% durante el puente de San Juan
En el caso de los campings, la previsión de cara a San Juan es llegar al 70 o 80% de ocupación. Mientras, este verano, se espera estabilizar el volumen de usuarios que se han registrado en el último año, teniendo en cuenta que el sector ha experimentado un crecimiento importante después de la pandemia. Aunque las lluvias de la primavera han generado una cierta "inestabilidad" en los visitantes extranjeros, la presidenta de Campings de Lleida, Cel Feliu, se muestra más optimista de cara a los próximos meses.
La temporada de verano de este año se ha celebrado en la Vall de Boí (Alta Ribagorça), teniendo en cuenta que este 2025 se conmemoran tres efemérides: los 70 años de la declaración del Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, el 25º aniversario de las iglesias románicas de la Vall de Boí como Patrimonio Mundial de la Humanidad y los primeros 10 años de las fiestas del fuego del Pirineo como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, tal como ha explicado la alcaldesa de este municipio, Sònia Bruguera.