13 mayo: Día del cóctel. ¿A quien no le gusta una buena coctelería? Las necesitamos cuando tenemos penas para ahogar con un amigo y cuando hay celebraciones de por medio que requieren un trago de altura. Por suerte, Barcelona siempre ha estado llena de buenos templos cocteleros (además de clásicos como Boadas, Ideal Coctail Bar o mi adorado Dry Martini) pero es ahora que ha sido coronada capital del mundo del combinado -con Paradiso, el mejor bar del mundo según la prestigiosa lista World's Best Bares- cuando la fiebre del cóctel resurge. Es la excusa perfecta para haceros esta pequeña selección de nuevas coctelerías abiertas recientemente y que ya merece un agujero en nuestra lista de tragos sublimes para probar. (Os recomiendo qué cóctel pedir).
Dead end Paradise
Forma parte de la lista de los mejores bares del mundo y acaba de abrir sucursal en el Raval. En concreto, en un callejón sin salida junto a la popular calle Joaquim Costa, cerca del CCCB. Para los que no conozcan su historia, el artífice de este bar de contradictorio nombre, el libanés Jad Ballout, decidió reconstruir el bar después de que este fuera bombardeado en 2020. Y con grandes dosis de ingenio, experimentación y positividad ha hecho de él un icono de la coctelería mundial. En el pasado febrero levantó con éxito la persiana de su sucursal barcelonesa. Bajo el lema Justo fun no Bullshit, Dead end Paradise ofrece tragos a partir de los 8 euros. Recomendable pedir el Indigo con chicha morada y chipotle ahumado, o un Emerald, un trago cítrico a base de mezcal y aroma de hinojo.
- Carrer de Valldonzella, 30, 08001 Barcelona
Káktos Botanical Society
En la ciudad condal hay un nuevo espacio de culto para los amantes de las plantas y los cócteles más eclécticos: la Káktos Botanical Society. El espacio, diseñado con la colaboración de Casa Protea, es una coctelería de autor, las bebidas clásicas del cual y los cócteles signature serán capaces de transportar el público a los bosques tropicales del Amazonas, los campos de lavanda en Francia, el Parque Hitsujiyama en Japón o al jardín de geranios de la abuela. A la vez, funciona también como hotel de plantas y mercadillo ocasional. Pedid el cóctel infusionado con curry, hierba de limón, coco y licor de flor eléctrica o vodka bañado en mostaza, miel de tomillo, cítricos y burbujas.
- Carrer del Comte Borrell, 147, 08015 Barcelona
Monk
La Confitería, el grupo de restauración propietario de Paradiso, está detrás de Monk. Es un bar escondido en la trastienda de un supermercado 24 h. Sí, has leído bien. Homenaje luminiscente, club y comida caribeña te esperan adentro. Con arte óptico en las paredes y una carta de creatividad rabiosa dedicada a artistas célebres como Kubrick, Kraftwerk o Philip Glass, los tragos van del cítrico, al amargo y al ahumado. Incluso, la luz juega con los brebajes y el mismo espacio. Detrás de una segunda puerta oculta tienen una iglesia con tiradores de cócteles a 11 euros. Por ejemplo, podéis probar el Philip Glass is Dry, homenaje al Dry Martini de toda la vida pero con una redestilación de una infusión de algas, sake, cítricos y tintura de setas. ¡Para confesaros con rigor!
- Carrer dels Abaixadors, 10, 08003 Barcelona
Nuts
Y para paladares algo más estándares, pero de espíritu viajero –es decir, aquí podréis ir con la tía y el suegro– es ideal la coctelería Nuts: el interiorista Lázaro Rosa-Violan y el diseñador Josep Maria Morera son los propietarios de este bar que aglutina elementos de mobiliario y arquitectura de ciudades como París, Venecia o Ámsterdam. Puedes beber clásicos con un poco de inventiva, como un Moscow Mule con jengibre o un gin tonic con lichis, con música en directo, y un menú diario personalizado con productos gourmet (por encargo).
- Carrer Muntaner, 147, 08036 Barcelona