Con la subida creciente de precio del gasóleo, el transporte público es la opción elegida por la gran mayoría de usuarios para ir al trabajo o incluso moverse por la ciudad. Muchos españoles han dejado sus vehículos personales en los garajes para tomar el bus, tren o metro.
Un cambio de rutina favorecido también por la reducción del 30% en el precio de los abonos aplicada por el Gobierno, únicamente en los billetes multiviaje, con el objetivo de fomentar el uso del transporte público. Sin embargo, el importe de este tipo de transporte varía en función de las tarifas aplicadas por cada comunidad autónoma, lo que provoca que la diferencia de precios entre ciudades sea considerable.
En esta ocasión, Barcelona es la ciudad con el sencillo billete de bus más caro de España con 2,4 euros, un 91,6% más respecto a la media nacional, que se sitúa en 1,25 euros. Le siguen Palma de Mallorca, con 2 euros, un 59,7% más. Por el contrario, Lugo tiene el menor precio, con 0,64 euros, lo que supone un 48,9% menos que la media. Completan el top Ceuta y Ourense, con un precio de 0,85 euros en ambas ciudades, un 32,1% menos, según datos de Kelisto.es. Como curiosidad, Copenhague es la ciudad con el transporte público más cara del mundo con 4,07 euros por billete sencillo. Le siguen Estocolmo, Londres, Oslo y Zurich.