Los economistas apoyan una mayor autonomía energética de Catalunya con energías renovables, pero a la vez apuestan por alargar la vida útil de las centrales nucleares, de acuerdo con los resultados de la Encuesta de Situación Económica – Primavera 2025, realizada por el Colegio de Economistas de Catalunya y presentada este viernes.
El apagón masivo del 28 de abril, que dejó sin electricidad toda la península Ibérica, ha relanzado el debate sobre el modelo energético adecuado. A la espera de conocer el informe final de las causas del apagón, tres de cada cuatro encuestados y encuestadas (75,8%) opinan que la prioridad para Catalunya debe ser una mayor autonomía energética mediante las renovables. El 45,6% apoya la vía nuclear, mientras que el 27,7% cree que habría que fomentar la importación de energía eléctrica de Francia.
El 75,8% de los encuestados opinan que la prioridad para Catalunya debe ser una mayor autonomía energética mediante las renovables
En cuanto al futuro de las centrales nucleares catalanas, el 60,4% es partidario de alargar su vida útil más allá del calendario de cierre previsto a partir de 2027. El 32,1% prefiere respetar las fechas establecidas y el 7,4% no se ha pronunciado.
La economía catalana, en positivo pero con alertas
La encuesta muestra que la economía catalana se encuentra en una situación positiva, pero con una tendencia progresiva a la desaceleración. El 45,1% de los colegiados y colegiadas afirma que la situación es similar a la de hace un año, casi tres puntos más que en la encuesta anterior. Sin embargo, la percepción de mejora baja 8,2 puntos hasta el 35,7% respecto del invierno. Por otro lado, el porcentaje de personas que detecta un deterioro respecto a la primavera de 2024 aumenta hasta el 18,7%.
El déficit fiscal de Catalunya con el Estado es, una vez más, la principal preocupación de los y las economistas (43,4%), un poco más de un punto que en la anterior encuesta. La dificultad para acceder a una vivienda mantiene el 37,4% del sondeo pasado, pero escala hasta la segunda posición. La baja productividad se sitúa en tercer lugar con un 32,4%, seguida de la falta de reformas estructurales (31,6%). El déficit en infraestructuras y comunicaciones, en quinto lugar, muestra una de las bajadas más pronunciadas: del 36,4% al 30,5%.
En contraste, la preocupación por la situación política aumenta del 18,3% en invierno al 23,6% en primavera. Por otro lado, el impacto de las medidas arancelarias impuestas por la Administración estadounidense preocupa un 17,6%.
En el contexto internacional, se ha pedido a los colegiados identificar los principales puntos fuertes de la economía catalana para afrontar esta nueva coyuntura. Cinco de cada diez economistas (52,2%) destacan la capacidad de atracción de inversión extranjera y de talento internacional como eje tractor; el 38,2% señala el sector turístico; el 34,3% apunta la capacidad exportadora; y el 33,8% se decanta por el capital humano cualificado.
La tasa turística, a las puertas del verano
A las puertas del verano, los colegiados y colegiadas se han pronunciado sobre el incremento de la tasa turística, que prevé duplicar su valor. La medida debía entrar en vigor en mayo como decreto ley, pero ha sido aplazada al menos seis meses al decidir el Gobierno tramitarla como proyecto de ley. Un 34,6% de los encuestados y encuestadas está de acuerdo con la propuesta de aumentar el impuesto, pero considera que su aplicación debería ser flexible y tener en cuenta las diferencias territoriales. Un 22,8% la apoya, pero cree que se debería haber aplicado en mayo. Por otro lado, un 26,1% rechaza la medida y un 11,0% considera acertado retrasarla hasta octubre.