En un contexto diferente de la presentación de resultados o una junta de accionistas, José Ignacio Goirigolzarri ha visualizado el rumbo que tiene que coger el sistema bancario español. "Como sector debemos continuar reforzando nuestra imagen y reputación", así se ha expresado el presidente de CaixaBank durante la Reunión del Cercle d'Economia
Cuando el mundo todavía no ha acabado de digerir la quiebra del Silicon Valley Bank y el Credit Suisse, el banquero se ha mostrado favorable a situar el aspecto social en el centro de las actuaciones del mundo financiero, "sin olvidar la situación derivada de la crisis del año 2008". Este planteamiento llega la misma semana que la Comisión Europea haya formalizado la operación de compra de la entidad con sede central en Zúrich, por parte de UBS.
Goirigolzarri también observa cómo "el futuro del sector pasa porque la sociedad entienda su utilidad". A diferencia de diez años atrás, el dirigente de CaixaBank cree que los mecanismos de protección por la pandemia "nos han enseñado a hacer las cosas de otra manera". Por su parte; Fernando Restoy, presidente del Financial Stability Institute, recuerda, con un tono de advertencia, que "la banca siempre requiere la asunción de riesgos".
Las limitaciones de la regulación
Lejos de aparcar las turbulencias procedentes de Suiza y los Estados Unidos, Restoy entiende que, en un contexto de aumento de los tipos de interés, "no se puede creer que la supervisión pueda ofrecer una respuesta completa". Desde la perspectiva del Banco de Pagos Internacionales, el economista define los organismos reguladores cómo unas herramientas que, "además de ofrecer líquido para asumir las pérdidas", también "tienen que prever escenarios".
La buena noticia, bajo el criterio de Fernando Restoy, llega por el hecho que la gran mayoría de entidades están sometidas a las normativas de Basilea. Los dirigentes bancarios minimizan las quiebras mediáticas y reiteran cómo gran parte del ecosistema actúa "en un entorno regulado y ordenado". Un discurso que conecta con algunas de las reflexiones del presidente del Cercle, Jaume Guardiola, en una entrevista en VIA Empresa.
En su turno de intervención, José Viñals se ha manifestado sobre la necesidad de convivir con las incertidumbres. "Toda institución global tiene que ser resiliente y ágil para adaptarse a los cambios, no solo se trata de sobrevivir", describe el presidente de Standard Chartered. La firma británica cerró las cuentas del año 2022 con un beneficio de 2.750 millones de euros, una cifra que representa un incremento de un 27,3%.
El juego de equilibrios desde la silla del consejo
A la pregunta de qué papel tienen que asumir los dirigentes en la gobernanza de una entidad bancaria, José Ignacio Goirigolzarri valora que la prioridad "de un consejo es gestionar los equilibrios de todos los grupos de interés". Una vez dibujado este mapa, el presidente de CaixaBank añade que "no se puede equiparar la ética con el riesgo reputacional".
Más allá de los muros del sector bancario, Goirigolzarri puntualiza que todo proyecto "tiene que tener trascendencia social". Dejando de banda la autocrítica, el banquero vasco vincula las vulnerabilidades del sistema al hecho que Europa "es un continente fragmentado y sin un mercado de capital único". En palabras de Restoy, una de las posibles soluciones pasa por "la revisión de los mecanismos de supervisión" y, a la vez, "incrementar la mutualización de los riesgos".