Más patriota barcelonista que no catalanista; austero y generoso con todo el mundo menos con él mismo; dispuesto a disfrazarse de camarero para conseguir fichar a Ronaldo para el Barça; capaz de viajar a Cannes para seducir Bill Gajda, precursor de John Hoffman, para llevar el Mobile a Barcelona; admirador respetuoso y un chico temeroso de aquel padre de carácter fuerte que hemos tenido todos los hijos de la posguerra; inventor anónimo de aquello de la "colaboración público-privada" y católico practicante con especial devoción al sacramento de la penitencia, Joan Gaspart es uno de los actores indiscutibles de los éxitos (y algún fracaso) de todas las grandes iniciativas recientes de Barcelona.
Sin embargo, sus colaboradores históricos más directos lamentan que Gaspart sea "el gran desconocido de la opinión pública catalana", y que solo se le conozcan algunas anécdotas más o menos divertidas como aquella del baño al Támesis con ocasión de la victoria del Barça en Wembley el 20 de mayo de 1992. "El personaje se ha comido la persona" sentencia uno de sus amigos, "pero la persona es excelente, puedes estar seguro".
Pero ¿tiene amigos Joan Gaspart? " tiene pocos, a pesar de que es un hombre amistoso, incapaz de guardar rencor a nadie por muy mal que lo haya tratado y por muchos desengaños que haya tenido, especialmente ahora que está pasando un momento delicado", explican. Como es muy sabido, Joan Gaspart es propietario de HUSA (Hosteleria Unida SA), fundada por su abuelo Joan Gaspart Bulbena en 1930, vendida en 1944 y recomprada por el nieto en 1974. En el año 2014 la compañía hizo suspensión de pagos con una deuda aproximada de 220 millones de euros y en 2021 entró en fase de liquidación por un impago de 10 millones.
"Es un hombre amistoso, incapaz de guardar rencor a nadie por muy mal que lo haya tratado"
El grupo estaba en números rojos con la Seguridad Social y para hacer frente tuvo que vender algunos de sus activos, como el palacete de Sarrià donde había vivido en época de vacas grasas, o la Masia de las Corts, junto al hotel Princesa Sofia, que era la sede social de una compañía que había llegado a gestionar más de 160 hoteles en todo España y fuera de España, con una capacidad 12.000 camas y una plantilla de más de 2.500 personas.
La compañía, de hecho, ya no era propietaria de la mayoría de los establecimientos y solo llevaba la gestión. La pandemia de la covid, entre otros motivos, habían acabado de castigar el grupo, actualmente "aparcado" en España según palabras del propio Gaspart, un hombre hecho de una pasta extremadamente resistente que ahora trabaja en la construcción de una nueva cadena hotelera en China que lleva el significativo nombre de Husa Fènix.
Gaspar ahora trabaja en la construcción de una nueva cadena hotelera en China que lleva el significativo nombre de Husa Fènix
También queda pendiente otro litigio. En el año 2018 el príncipe saudí Turki Bin Nasser, propietario del hotel Fairmont Rey Juan Carlos I, lo acusó de haberle escondido otra deuda EN la Seguridad Social de más de 15 millones de euros. Una querella que fue archivada por el Juzgado de Instrucción 16 de Barcelona y posteriormente reabierta por la Audiencia Provincial, que está a punto de dictar sentencia.
Nos encontramos pues ante un personaje público misterioso a pesar de su transparencia, creador de la célebre distinción de la ClaU de Barcelona, capaz de tener buenas relaciones a la vez con Isidre Fainé y los Boixos Nois, con una cierta vanidad personal y una especial percepción de la realidad, que hace que algunas veces pueda llegar a confundir aquella línea tan delgada que separa las cosas ciertas de las inciertas. Marita Bueno, su mujer, y Rosal, su secretaria de toda la vida, son un buen testigo.
Presidencias, vicepresidencias y otras aventuras
Habría podido ser presidente de la Cambra de Comerç, Industria y Navegación de Barcelona, pero perdió las elecciones de abril de 1991 frente a Antoni Negre i Villavecchia por un solo punto y una abstención de diferencia. Fue presidente del Barça durante tres años muy complicados después de haber sido veinte-y-dós como vicepresidente de Josep Lluís Núñez y de haber negociado con éxito los fichajes de algunos cracks como Diego Armando Maradona, Ronaldo, Romário o Rivaldo e incluso la llegada deLionel Messi a la Masia cuando todavía era un niño de 13 años.
Habría podido ser candidato de la Alianza Popular de Fraga Iribarne en las elecciones de 1984 en la presidencia de la Generalitat, pero a última hora consiguió mantener sus futuras opciones a la presidencia del Barça (de la mano de Fraga no lo habría conseguido nunca) gracias a la ayuda de aquel padre tan protector como autoritario que, cuando hacía falta, era capaz de cantarle las cuarenta "al lucero del amanecer". También luchó desesperadamente por salvar la compañía Spanair y de rebote convertir el aeropuerto de Barcelona en un auténtico hub internacional, pero los enemigos del proyecto fueron más fuertes que aquella asociación publicoprivada presidida por Ferran Soriano y la aventura acabó mal.
Desde la presidencia del Consorci de Turisme de Barcelona, y a raíz de la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992, ha convertido la capital de Catalunya en referencia mundial de calidad y estilo de vida
A cambio de esto, Barcelona ha dispuesto durante más de tres décadas de un magnífico gestor internacional, que desde la presidencia del Consorci de Turisme de Barcelona, y a raíz de la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992 ha convertido la capital de Catalunya en referencia mundial de calidad y estilo de vida. Unos Juegos Olímpicos en la concesión de los cuales participó de manera discreta y eficiente, mientras el gran foco mediático se centraba en la figura de patricios tal vez más fotogénicos, como por ejemplo Joan Antoni Samaranch, Carles Ferrer Salat o Leopoldo Rodés, de insigne memoria.
Joan Gaspart, que habla en un entrañable barcelonés de los años 60, es cónsul de las Islas Seychelles, fundador y patrón de la Fundació Barcelona Promoció, miembro del Consejo general y del comité ejecutivo del Consorci de promoció turística de Barcelona (Turisme de Barcelona), vicepresidente del Consell de Turisme i Ciutat de l'Ajuntament de Barcelona y vicepresidente del Gremio de Hoteles de Barcelona. Y, según algunos directivos de estas y otras instituciones donde ha dejado su imprenta, ha expresado y ejercido su apoyo y su inmensa capacidad de trabajo, sin pedir casi nada a cambio. Si acaso, un poco de reconocimiento.
Dicen que es resolutivo, visceral y más amante de la acción que de leer informes. Algunos lo definen como "una persona de valores, comprometida y solidaria con su familia, su gente, su país, sus clubes (Barça, Santo Andre y el equipo de la Parroquia de Santa Anna)". Y "un hombre de consenso, por encima de las diferencias y rivalidades particulares y, en definitiva, una persona constructiva que aporta soluciones", según Xavier Pérez Farguell. Es a la vez aquel entrenador de fútbol amateur que alimenta el equipo de fútbol de los sin techo de la parroquia de Santa Anna, y el empresario capaz de invitar repetidamente en Navidad a una comida de 350 comensales de Turisme Barcelona a cargo de su empresa, en caso de ausencia -también repetida- de otros sponsors.
Tema "zanjado"
Con sus anécdotas se pueden escribir unos cuántos libros. Desde ocuparse personalmente del parto de un hijo de Romario mientras al jugador no se le podía molestar porque estaba jugando un partido de fútbol playa en Brasil, a ofrecer habitaciones gratuitas de sus hoteles a las víctimas del ataque terrorista del 17 de agosto de 2017, o, como ya se ha dicho, a bañarse en las aguas contaminadas del Támesis, en cumplimiento de una promesa hecha ve a saber si a la Moreneta, para celebrar la primera copa de Europa del Barça, a raíz de una victoria épica contra el Sampdoria gracias al célebre gol de falta del gran Ronald Koeman.
Coronas: "No le gustan las sorpresas y solo tiene dos debilidades: Barcelona y el Barça"
También hay quién lo califica de generoso, solitario, sin hobbies y ajeno a los placeres de la lectura, la música, la cocina o el trato frecuente con los amigos. "No le gustan las sorpresas y solo tiene dos debilidades: Barcelona y el Barça" dice el secretario general de la Cambra de Comerç de Barcelona, Xavier Coronas. Y un respeto reverencial a la memoria del padre, habría que añadir, de quien mantiene un retrato impresionante ubicado en un lugar preferente del Hotel Avenida Palace, en los Jardinets de la Gran Vía. Aquel hotel, cuna del grupo, donde consiguió alojar a los Beatles durante su estancia en Barcelona del mes de julio de 1965.
El padre lo salvó de envolverse en política, pero él ha sabido mantener buenas relaciones con todos los partidos políticos y sobre todo con todo los grupos municipales. Incluso con aquel regidor antisistema que en una reunión de Turisme Barcelona no paró de provocarlo y de mostrarle la palabra que llevaba escrita y deletrajada a los nudillos de la mano: "O-D-I-O ".Una letra por nudillo y una mirada agresiva que alertó a todos los presentes… menos al señor Gaspart i Solves, que ya había visto de todos colores.
Es por esta voluntad de entenderse con todo el mundo que muchos años antes, "el amigo Joan" se inquietó a raíz de un mensaje categórico del exministro franquista Manuel Fraga Iribarne que lo conminaba a presentarse al día siguiente mismo en su despacho de Madrid en una hora determinada. Fraga era de aquellos que se hacen a solas las preguntas y las respuestas y que no aceptan nunca ninguna negativa. Gaspart tenía relación con gente próxima a Fraga, como por ejemplo Enrique Lacalle, y mostraba un perfil de catalán transversal y moderado, muy adecuado en las expectativas de Alianza Popular (precursora del Partido Popular) en Catalunya.
Fraga: "Le estoy diciendo que usted será el cabeza de lista de Alianza Popular por la provincia de Barcelona en las próximas elecciones"
La entrevista fue corta, según explica el único superviviente de aquel encuentro. "Usted será el candidato de Alianza Popular por la provincia de Barcelona en las próximas elecciones en el Parlamento de Cataluña". "Gracias, don Manuel, sería un honor pero no será posible. Mis obligaciones como empresario no me lo permiten". "Usted no me ha entendido, Gaspart. Le estoy diciendo que usted será el cabeza de lista de Alianza Popular por la provincia de Barcelona en las próximas elecciones. Buenas tardes".
Y Joan Gaspart Solves volvió a Barcelona, le explicó el encuentro a Joan Gaspart Bonet, Gaspart Bonet cogió el teléfono, charló brevemente con don Manuel y el problema quedó "zanjado" rápidamente. Porque es que hay gente que solo entiende las cosas cuando alguien se las explica despacio y con un nivel adecuado de decibelios.
El activista empresarial
De este modo, Gaspart junior pudo evitar la política profesional y desarrollar su auténtica vocación de activista empresarial dentro de varias instituciones de la sociedad civil catalana. Primero en la Cambra de Comerç,, desprendido en Turisme Barcelona y después en el Fútbol Club Barcelona. "He sido el peor presidente del Barça" dice de él mismo. Y uno de los mejores vicepresidentes, podría decirse. Pero incluso la primera afirmación es bastante dudosa. Como dice el saber popular no hay nunca ninguna situación, por mala que sea, que no sea susceptible de empeorar.
Gaspart: "He sido el peor presidente del Barça"
"Vicepresidente" primero del club entre 1978 y 2000, bajo la presidencia de Josep Lluís Núñez, y 36º presidente entre julio de 2000 y febrero de 2003, la imagen más icónica de el Gaspart barcelonista, la desgraciadamente,que pasará a la historia, es aquella donde se le ve en la Llotja del Camp Nou aguantando de pie y con gesto de dolor los tres minutos largos de bronca de todo un estadio que le pedía la dimisión. Era a finales de diciembre de 2002. El equipo, dirigido por Van Gaal, acababa de perder contra el Sevilla y se había colocado en dos puntos del descenso a segunda división.
Algunos compañeros de Llotja, como su directivo Joan Castells, el político Josep Maldonado o el director general del Club, Xavier Pérez Farguell, intentaron evitarle aquella tortura y le pidieron que se guareciera. Porque, además, llovía. Pero él aguantó, públicamente conectado con su sentimiento de culpa, porque aquella era su penitencia y él era y es un católico practicante dispuesto a expiarla siempre, siempre y en todo momento.
Nueve años atrás había pactado con Antoni Negre una salida elegante en la situación que él mismo había creado a la Cambra de Comerç. Perdedor por la mínima en aquellas elecciones de abril de 1991, el clima de enfrentamiento entre unos y otros había llegado a límites nunca vistos, incluyendo un sonado rechazo en el presupuesto presentado en votación del pleno por el Comité Ejecutivo. En el comité, por cierto, había personalidades como por ejemplo Enric Crous, Joan Rosell, Josep Manuel Basáñez, Josep Cercós o Josep Lluís Jové.
Negre y su equipo habían ganando contra pronóstico contra Gaspart, que era un candidato continuista muy potente y muy sintonizado con gente de bastante proyección pública: el presidente saliente, Josep Maria Figueras (1979-1991), de quién era inconfessat afín; Enric Reyna (presidente de la Asociación de Promotores de Edificios entre 1977 y 2012), Josep Lluís Núñez (constructor y presidente del Barça entre 1978 y 2000), o Enrique Lacalle (diputado, regidor y candidato a la alcaldía de Barcelona por el Partido Popular en 1987, 1991 y 1995, y presidente del Saló de l'Automòbil y fundador del Barcelona Meeting Point).
Casi todos, salvo Figueras, muerto en 1994, con intereses compartidos en diferentes instituciones barcelonesas. Especialmente en Fira de Barcelona y el Barça, dos de las marcas de proyección internacional más relevantes de la ciudad. Era un grupo de dirigentes no especialmente muy armonizado con el poder socialista ni con el pujolisme ni con la burguesía tradicional de la época, pero sí con muchas ganas de ejercer el mando de la sociedad civil de su tiempo. Josep Maria Gené, hiperactivo relaciones públicas del momento, miraba de conectar -con un nivel de éxito muy relativo- aquellos centros de poder con la Generalitat de Jordi Pujol, hábilmente dirigida por el inefable (Colina dixit) Lluís Prenafeta.
El pacto como solución de conflictos
Pero Negre era un hombre que se levantaba de la cama a las séis de la mañana y cuando todo el mundo empezaba a pensar él ya se lo había leído todo, había sacado conclusiones y había iniciado su estrategia diaria. Por lo tanto, ganó, aunque fuera por la mínima, ante la sorpresa de todo el mundo, pero sobre todo de los más directamente afectados. Un fenómeno que parece repetirse de vez en cuando en la Cambra. Entonces, la presidencia de la institución llevaba incorporada la presidencia de la Fira, que Negre no quería ceder de ninguna forma, pero Gaspart encontró la solución: crearían el Consorci de Turisme de Barcelona, él mismo seria presidente y la paz en el "parlamento empresarial catalán". El alcalde Maragall y el presidente Negre estuvieron de acuerdo. Era en 1993.
Se trataba de un magnífico ejemplo de la colaboración publicoprivada que tan de moda se puso entonces. Pero de hecho, es quien Cambra domina el consejo de administración del ente, dado que las participaciones son de un 45% para el ayuntamiento, otro 45% para la Cambra y un 10% de la Fundación Barcelona Promoción… que es propiedad al 100% de la Cambra de Comerç, Indústria i Navegació de Barcelona.
Gaspart conserva una enorme agenda de contactos útiles que no duda en activar siempre que hay que ayudar a algún amigo que esté en un mal paso
Gaspart tuvo una serie de directores generales de gran calidad profesional, como Pedro Fontana, Raimon Martínez Fraile, Pere Duran Vall-llossera o Jordi William Carnes, y se tuvo que entender con regidores de turismo de la consistencia de Enric Truñó, Pilar Rahola, Jordi Portabella, Sònia Recasens, Agustí Colom o Xavier Marcé, con los que no tuvo ningún conflicto visible. "Dejaba mucha libertad de acción a los ejecutivos", comenta uno de sus excolaboradores directos.
Gracias a su talante, y a pesar de las decepciones recibidas, Gaspart conserva una enorme agenda de contactos útiles que no duda en activar siempre que hay que ayudar a algún amigo que esté en un mal paso, pese a que ahora las respuestas no sean tan positivas. Habla más que escucha y aguanta altos niveles de presión, como cuando insistía en ir a pie desde el hotel Princesa Sofía al estadio, soportando todo tipo de improperios por el camino, cuando presidía un club al cual le fallaban todos los entrenadores: Llorens Serra Ferrer, Carles Rexach, Louis Van Gaal… La afición iba muy encendida y Gaspart podía pasar del estoicismo al enfrentamiento verbal o incluso a la demanda de "caridad cristiana" como hizo en el escrache que sufrió en el aeropuerto de Barcelona.
Llevarán: "A Gaspart todavía no se le ha hecho el reconocimiento que se merece"
Gaspart genera admiración y ternura por su entrega a los demás, según Eduard Torres, su sucesor a la presidencia de Turisme de Barcelona. "Nunca me ha pedido nada y siempre ha estado a mi disposición, tal como me dijo que haría cuando me citó en la Avenida Palace, el día siguiente mismo de tomar posesión del cargo". "Como pasa a menudo en nuestra casa cuando se trata de agradecer el trabajo hecho en favor de la ciudad, a Gaspart todavía no se le ha hecho el reconocimiento que se merece", dice Pere DuranVall-llosera
Ahora parecería que es un hombre jubilado. Pero lo cierto es que tiene un proyecto empresarial en China, una actividad solidaria en la parroquia de Santa Anna, prepara un acto de homenaje a su antiguo adversario Antoni Negre y tiene la ilusión de volver a ver Barcelona en lo alto de las ciudades más intensas del mundo.
Y es que los activistas no se jubilan nunca.