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La modernización de los Canales de Urgell, una prioridad sin plan B

La gran sequía vivida y el cambio climático, con las nuevas exigencias medioambientales, han cambiado la urgencia de las soluciones

Una finca de fruteros haciendo el último riego de la campaña en el canal de Urgell | ACN
Una finca de fruteros haciendo el último riego de la campaña en el canal de Urgell | ACN
Francesc Reguant | VIA Empresa
Economista, experto en estrategias de la agroalimentación
08 de Noviembre de 2025 - 05:30

Catalunya está en el vagón de cola de la modernización del regadío en relación con el resto de España. En concreto, según datos de 2023 de ESYRCE (Encuesta de superficies y rendimientos), en Catalunya el 42,9% de la superficie de regadío se realiza por gravedad, es decir, por el sistema más ineficiente. En España (excluida Catalunya), este porcentaje, de media, es del 17,7%. Es decir, hay una diferencia realmente impactante entre Catalunya y el resto de España en la modernización de los regadíos. Esta falta de eficiencia de los regadíos catalanes procede en buena parte del riego por gravedad de los Canales de Urgell.

 

¿Qué importancia tiene la modernización del regadío?

Desde un punto de vista técnico, posibilita la agricultura de precisión, que es la clave de la agricultura moderna y sostenible. Desde un punto de vista socioeconómico, incrementa productividades y reduce costes. Desde un punto de vista medioambiental, optimiza y minimiza recursos y consumos de agua. En resumen, sus ventajas son:

 
  • Es la puerta a la agricultura de precisión.
  • Posibilita o facilita técnicas de cultivo más avanzadas.
  • Incrementa rendimientos productivos.
  • Reduce o elimina contaminación por fertilizantes.
  • Facilita la gestión del riego (menos costes).
  • Mejora la calidad del producto al ajustar las dosis de agua y fertilizantes.
  • Mejora los precios obtenidos por las mejoras en la calidad.
  • Riego más eficiente en consumo de agua.

Para acallar dudas solamente hay que observar la dinámica empresarial de las áreas de regadío que ya han modernizado sus regadíos.

Desde hace muchos años, la necesidad de modernizar el regadío de los Canales de Urgell está en la agenda de las prioridades estratégicas del país. Es más, los nuevos regadíos, todos ellos, se han hecho por riego presurizado. Pero en los Canales de Urgell esta asignatura cuesta de aprobar. Hay un sector emergente e innovador, pero la posición conservadora de un sector importante ha sido predominante hasta ahora. Hay que decir que los gobiernos sucesivos que ha tenido Catalunya han estado más preocupados por las siguientes elecciones que por apostar por el futuro con los regantes de los Canales de Urgell. En resumen, quien días pasa años empuja y a los Canales los dejamos desordenados.

La gran sequía vivida y el cambio climático, con las nuevas exigencias medioambientales, han cambiado la urgencia de las soluciones

La gran sequía vivida y el cambio climático, con las nuevas exigencias medioambientales, han cambiado la urgencia de las soluciones. Al mismo tiempo, la sociedad urbana ha visto por televisión el agua que desbordaban las bocas de riego a manta o por gravedad y esta imagen ha alimentado serias desinformaciones sobre el regadío. Demorar, pues, la modernización de los regadíos deviene hoy inaceptable para la sociedad catalana.

Recientemente, participé en un encuentro con jóvenes agricultores en Bellvís y me preguntaron sobre el tema de la modernización que ya se está planteando de forma muy concreta. Les contesté que este tema ya había traspasado el punto de no retorno. Los regantes actuales pueden sumarse a él o serán sustituidos en un tiempo probablemente no demasiado largo. Podemos asistir a unas luchas luditas de resistencia al cambio o ponernos en la dirección de los tiempos y aprovechar las grandes ventajas que ahora se ofrecen. Dice la sabiduría popular: “quien deja para después lo que puede hacer hoy, pierde aquello que el tiempo no retorna”.

La sequía es una de las grandes preocupaciones de Cataluña | iStock
La sequía es una de las grandes preocupaciones de Catalunya | iStock

La Comunidad de Regantes y el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación han estado trabajando para establecer de manera consensuada una propuesta de ejecución y financiación de las obras de modernización de los Canales de Urgell. Tras un gran esfuerzo de voluntad, provisión de recursos públicos, financiación bancaria a largo plazo y una construcción creativa, a la vez que imaginativa, han concluido con una propuesta que se presenta al conjunto de regantes para su aprobación en una próxima votación.

Sin entrar en detalles de la propuesta, se puede señalar que el importe previsto por ha es de 2.311,37 euros, que de acuerdo con una simulación de financiación a 30 años supondría una cuota de 120 euros/ha/año. Este proyecto no considera las instalaciones dentro de la finca que, sin embargo, contarán también con los programas ya establecidos de ayudas a la mejora y modernización de las redes de regadío.

Catalunya necesita este regadío con todas las potencialidades tecnológicas para abastecer una demanda alimentaria creciente

Hay que tener en cuenta que tanto la aportación pública como la cuota resultante son mucho más favorables que otros regadíos ya modernizados de Catalunya y Aragón. Se puede justificar este diferencial por las condiciones específicas vinculadas a la historia y singularidades de los Canals d'Urgell. Sin embargo, este diferencial está ya levantando preocupación en otros regadíos. El Govern de Catalunya debería realizar un esfuerzo de información, claridad y ejecución efectiva para evitar un problema multiplicado.

Refiriéndose a la próxima votación sobre la propuesta de financiación de la modernización de los regadíos del Canal de Urgell, el consejero Ordeig dijo recientemente: “hay trenes que solo pasan una vez”. A pesar de ello, hay una amplia opinión que apuesta por la desaprobación de la propuesta consensuada entre la Administración Pública y la Comunidad de Regantes. Los argumentos en contra tienen en parte como trasfondo la resistencia al cambio o la simple pereza para asumir nuevos retos tecnológicos. Pero, también gana fuerza una estrategia negociadora que supone que cuanto más se tarde en aceptar la modernización más barata saldrá, esta argumentación es la más perturbadora. Efectivamente, hay que modernizar los regadíos por razones medioambientales y por una gestión equilibrada del uso del agua. Y hay que hacerlo ya. Catalunya necesita este regadío con todas las potencialidades tecnológicas para abastecer una demanda alimentaria creciente.

En una futura sequía, que bien seguro existirá, la sociedad catalana no tolerará usos insostenibles del agua. Ahora existe la oportunidad de tomar las decisiones de futuro. En toda negociación hay un punto en el que hay que llegar al acuerdo. En este caso ya se ha puesto toda la leña en el fuego. No habrá más leña, salvando alguna opción irresponsable de gobierno que nadie espera. En cualquier caso es difícil imaginar que un próximo gobierno acepte un acuerdo más favorable.

Por otro lado, la solución debe ser para el conjunto, ya que las cuotas de quienes se nieguen a la modernización repercutirán sobre quienes sí avancen en la transformación. Para evitar discriminaciones, habría que monitorizar de manera efectiva los consumos de agua con un precio establecido, tanto para quienes tengan el riego a presión, que lógicamente tendrán su contador, como para quienes mantengan el riego por gravedad. Hay que estar todos. Opcionalmente, agricultores mayores sin relevo generacional que no se vean en condiciones de optar por la modernización pueden poner en arrendamiento la finca a disposición de otros agricultores. Unos terrenos de regadío como los de los Canales de Urgell tendrán, sin duda, ofertas económicamente de interés. La agricultura moderna de precisión es el futuro, frenarlo es perder el tiempo y las oportunidades. Si deseamos preservar la riqueza del tejido de empresas agrícolas actuales, la opción necesaria es avanzar en la modernización.