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El libro resiste y crece: Catalunya, referente editorial internacional

Catalunya domina el sector editorial en el Estado con el 53% de la facturación y un buen ecosistema de pymes y grandes grupos, pero se enfrenta a la piratería y a una caída de rentabilidad

En 2023 se editaron 17.364 libros en Catalunya, y el sector representa aproximadamente el 1% del PIB catalán | Fernando Rincon / iStock
En 2023 se editaron 17.364 libros en Catalunya, y el sector representa aproximadamente el 1% del PIB catalán | Fernando Rincon / iStock
Oriol Amat | VIA Empresa
Catedrático de la UPF BSM y presidente del Obstervatori de la PIME de Pimec
17 de Septiembre de 2025 - 05:30

Hace unos años se vaticinaba el fin del libro en papel, pero la realidad ha desmentido aquel pronóstico. Lejos de desaparecer, el libro en papel continúa dominando a pesar de la expansión del formato digital. Paralelamente, se ha producido un repunte de la lectura por ocio y un interés creciente por la diversidad lingüística y por el libro en catalán. Este dinamismo se pone de manifiesto estos días con la celebración de la Setmana del Llibre en Català. Patrici Tixis, presidente del Gremi d'Editors de Catalunya, lo resumía así en el Foro Edita de la semana pasada: “Hoy, después de la pandemia, el libro se ha convertido en una de las formas de entretenimiento cultural más valoradas socialmente: se lee más que nunca, están naciendo nuevas editoriales y librerías. Y hemos sabido hacer que la tecnología trabaje a favor nuestro, cosa que nos permite entender mejor las necesidades de los lectores y gestionar con más eficiencia. Hoy, el lector puede encontrar el libro que quiera, cuándo y dónde quiera y en el formato que desee”.

 

Las cifras también confirman esta tendencia: a escala mundial, la facturación del sector ha crecido un 3,5 % anual en los últimos años y se espera que esta tasa de crecimiento se mantenga hasta 2030, según recoge un informe de Grand View Research. En Europa, la facturación en 2024 fue de 39.200 millones de dólares, con un incremento del 3,7 % respecto al año anterior. Este crecimiento también se refleja en España, donde la facturación de 2024 alcanzó los 3.037 millones de euros, un 6,3% más que el año anterior, según la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), superior a la media del crecimiento del PIB. Catalunya y Madrid concentran conjuntamente el 93% de esta facturación, hecho que pone de manifiesto la fuerte concentración territorial de la industria editorial.

Cataluña y Madrid concentran conjuntamente el 93% de la facturación del sector editorial del Estado

Catalunya es un actor clave, generando el 53% de la facturación estatal del sector. En palabras de Patrici Tixis, “el libro es la primera industria cultural y da trabajo de forma directa e indirecta a unas 35.000 personas en Catalunya”. Al mismo tiempo, recuerda que “el 80% de la edición literaria para todo el mercado hispanoamericano se concentra en editoriales que trabajan desde Barcelona”. Según el Idescat, en 2023 se editaron 17.364 libros en el Principat, y el sector representa aproximadamente el 1% del PIB catalán. Catalunya lidera en géneros como la literatura infantil y juvenil, la divulgación, el cómic y la narrativa general, mientras que el libro universitario se concentra principalmente en Madrid.

 

Entre las principales empresas del sector con sede en Catalunya destacan Planeta y Penguin Random House —las dos más grandes de España—, así como Planeta Agostini, Salvat, Vicens Vives, Clarivate, Edebé, Mg Agnesi Training, Edicions 62 y Teide. Además de estos grandes grupos, hay un tejido muy dinámico de editoriales independientes que aportan diversidad e innovación. Algunos ejemplos son Angle Editorial, Animallibres, Barcino, Plataforma, Alpina, Edicions del Pirata y El Cep i la Nansa, cada una con un posicionamiento propio y un catálogo singular.

Este ecosistema refuerza la vitalidad del sector, pero también plantea el reto de articular un modelo en que los dos grandes grupos editoriales puedan convivir y colaborar con las pequeñas y medianas editoriales para fortalecer conjuntamente la competitividad global de la industria. En este contexto, Abacus se consolida como un actor relevante, especialmente en el ámbito de la distribución y en la dinamización del ecosistema del libro.

Un sector fundamentado en las microempresas

La edición de libros en Catalunya presenta una estructura en pymes. Tal como muestra la siguiente tabla, el 82,5% de las empresas del sector son microempresas y solo un 1,1 % del total son grandes empresas.

Desde el año 2000, con datos del Registro Mercantil, se han creado 477 empresas editoriales en Catalunya, cosa que muestra que es un sector con barreras de entrada relativamente bajas. Pero su mortalidad es elevada: en 2023, el 80% de estas empresas ya habían desaparecido, una tasa superior al 75% del conjunto de las empresas catalanas. Aunque las grandes empresas dominen el mercado, siempre habrá espacio para pequeñas editoriales que den voz a autores y temas de nicho.

Como recuerda Nuria Cabutí, CEO de Penguin Random House, “La venta en línea, que empezó a hacer eclosión cuando nuestras ventas caían en picado, ha hecho que la venta de libros de fondo creciera muchísimo y ha permitido que editoriales pequeñas pudieran competir con las grandes”. Esta diversidad es una peculiaridad del sector y enriquece el ecosistema editorial y mantiene viva la oferta cultural. El reto no es editar, sino conseguir que los libros lleguen al público: las verdaderas barreras de entrada son la distribución, la promoción y la comercialización.

Las verdaderas barreras de entrada son la distribución, la promoción y la comercialización

Evolución económica y financiera

La rentabilidad del sector muestra una tendencia descendente en los últimos tres ejercicios. El indicador de beneficio neto sobre ventas ha pasado, en el caso de las empresas grandes y medianas, del 8,51% en 2021 al 4,84% en 2023. Las empresas pequeñas también han registrado una bajada notable, hasta el 5,58% en 2023 que, de todos modos, está en línea con la media del conjunto de empresas catalanas.

Por otro lado, la edición de libros en Catalunya presenta diferencias significativas según la dimensión de las empresas. Entre 2022 y 2023, las ventas crecieron un 5% en las empresas grandes y medianas y un 7% en las pequeñas y microempresas. Estas últimas presentan una solidez patrimonial mayor (61,7% de patrimonio neto sobre activo, frente al 36,9% de las grandes), pero la rentabilidad financiera es más alta en las grandes y medianas (11% versus 6%).

También hay diferencias en productividad y salarios: las grandes generan casi el doble de ventas por empleado (365.000 euros) que las pequeñas (190.000 euros), obtienen más beneficio neto por trabajador (17.660 euros frente a 10.620 euros) y pagan salarios más altos (67.760 euros por empleado, frente a 46.150 euros).

De la lucha contra la piratería al aumento del hábito lector

Para entender el perfil estratégico de las editoriales, a continuación exponemos los rasgos principales de su DAFO. Empezamos por las debilidades. La piratería continúa generando pérdidas importantes. Según advierte el Observatorio de la Sostenibilidad de la Cultura Escrita (2024-2025), la piratería está “extendida y normalizada”, hasta el punto que el 67,5% de los consumidores de contenidos editoriales digitales —libros, revistas y diarios— los obtienen a través de canales ilícitos. El sector tiene todavía dificultades para conectar con parte del público joven y para impulsar con fuerza el libro universitario en catalán. También arrastra una cierta lentitud en la adaptación digital, con empresas que todavía no han desarrollado competencias tecnológicas avanzadas.

Las amenazas son igualmente relevantes. Las grandes plataformas tecnológicas ejercen una presión creciente, fijando condiciones comerciales y capturando parte del valor de la cadena. Los hábitos de consumo se desplazan hacia el audiovisual y el contenido digital gratuito, cosa que puede reducir la base lectora. Además, la polarización ideológica y el riesgo de cancelación pueden afectar la libertad de publicación, mientras que las nuevas exigencias medioambientales obligan a adaptar procesos productivos. La inestabilidad económica internacional y el aumento de costes también impactan en la rentabilidad de las empresas, especialmente las más pequeñas.

El sector tiene todavía dificultades para conectar con parte del público joven y para impulsar con fuerza el libro universitario en catalán

Sin embargo, hay fortalezas que hacen de las editoriales un sector consolidado y resiliente, capaz de adaptarse después de crisis como la de 2008 y la pandemia. Catalunya y España mantienen un liderazgo claro en el mercado hispanohablante. Una de las grandes fortalezas del sector editorial catalán es el talento y la presencia de empresas en toda la cadena de valor: agentes literarios, editores, traductores, diseñadores, imprentas, distribuidoras y librerías, hecho que permite mantener un ecosistema completo y altamente competitivo. El tejido empresarial combina grandes grupos con medianas y pequeñas editoriales, generando una producción anual muy amplia y plural.

Los hábitos de lectura muestran una evolución positiva en los últimos años, especialmente entre los jóvenes. Según el informe de la FGEE (2024), el 65,5% de la población de 14 años o más lee libros en su tiempo libre al menos una vez al trimestre, una cifra que ha crecido más de 10 puntos en los últimos 15 años, hecho que confirma la consolidación del hábito lector en este segmento. Además, el libro en papel convive con el digital: el 45,1% de los lectores ya utiliza soportes digitales con frecuencia, cosa que refleja un mercado diversificado y en equilibrio entre formatos. Y el sector ha empezado a innovar en campos como la impresión bajo demanda, el marketing digital, la IA y el uso de datos para entender mejor a los lectores.

El tejido empresarial combina grandes grupos con medianas y pequeñas editoriales, generando una producción anual muy amplia y plural

Finalmente, también hay oportunidades. La tecnología ofrece nuevas posibilidades a través de la digitalización, la inteligencia artificial, el metaverso, las plataformas de suscripción y los formatos híbridos, que pueden atraer públicos diversos y adaptarse a los nuevos hábitos de consumo. También se prevé una presión creciente por innovar en sostenibilidad y por combatir la piratería, dos retos clave para la viabilidad del sector. En Catalunya, el Plan Nacional del Libro y la Lectura quiere ampliar la base lectora y promover la lectura en catalán, mientras que la tendencia social a valorar el ocio cultural y de proximidad da un impulso adicional a librerías y editoriales independientes.

En resumen, el sector editorial es estratégico: genera cerca del 1% del PIB, da trabajo a miles de personas y concentra más de la mitad de la facturación del Estado. A pesar de la presión sobre los márgenes y la piratería, ha demostrado una gran resiliencia y capacidad de adaptación, con un ecosistema que combina grandes grupos y un tejido muy diverso de pymes. El incremento de la base lectora, la internacionalización y el uso intensivo de las herramientas digitales y de la inteligencia artificial serán claves para reforzar la competitividad en los próximos años.

Las editoriales que liderarán esta nueva etapa serán aquellas que apuesten por el talento de su equipo, dispongan de un catálogo diverso y bien segmentado y cuiden la selección editorial y la calidad de las ediciones; optimicen costes con herramientas como la impresión bajo demanda, inviertan en marketing y promoción, aseguren una logística eficiente y apuesten por la internacionalización y la explotación de derechos; innoven en formatos digitales y audiolibros y construyan marcas de confianza con autores, libreros y lectores. El futuro depende de transformar los retos en oportunidades y convertir la cultura en un activo estratégico para el país. Como decía Tierno Galván, “más libros, más libres” —y también más riqueza, más competitividad y más capacidad de proyección para la economía del libro a escala global.