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Retos económicos para la Unión Europea: tres escenarios

El rol de la UE debe ser el de conseguir acuerdos a largo plazo entre el Norte y el Sur Global con el fin de reinventar un nuevo orden mundial

Edificio Berlaymont, sede de la Comisión Europea | iStock
Edificio Berlaymont, sede de la Comisión Europea | iStock
Xavier Roig VIA Empresa
Ingeniero y escritor
Barcelona
16 de Octubre de 2025 - 05:30

Normalmente, los ministros de la Unión Europea de los diferentes ramos se reúnen para discutir temas específicos que hay que regular o legislar. Pero, últimamente, tienen lugar varias reuniones que se califican de “informales”. Estas son, a mi entender, las más importantes, ya que pretenden entender el futuro y fijar decisiones estratégicas -por eso se suelen hacer en fin de semana-. De las conclusiones de estas reuniones no se suele saber demasiado -son confidenciales, no hay escándalos y, por lo tanto, no son atractivas para la prensa-. Sin embargo, he podido leer un informe que la Comisión encargó al think tank Bruegel para la reunión de una de estas reuniones informales en la que estuvieron presentes los ministros de finanzas, acompañados de algunos de los gobernadores de los bancos centrales de algunos de los estados, el pasado mes de septiembre (los días 19 y 29) en Copenhague.

 

Ahora todo es diferente. La UE está, digámoslo así, sola. Y hay que empezar a pensar de otra manera

Los redactores del informe -especialistas todos ellos- presentan tres escenarios futuros. Toman como consideración básica un hecho que es absolutamente indiscutible. Los últimos decenios -especialmente el último- se han caracterizado por una agresión comercial especialmente fuerte de China y de los Estados Unidos (EUA). A todo esto, hay que añadirle la guerra con Rusia. Todo ello ha hecho saltar el escenario en el que nos movíamos todos a raíz del final de la Segunda Guerra Mundial: un bloque occidental liderado por los Estados Unidos, una China débil económicamente y militarmente, y una Rusia (temporalmente, URSS) que no tenía previsto atacar ningún país de Europa. Ahora todo es diferente. La UE está, digámoslo así, sola. Y hay que empezar a pensar de otra manera.

Los redactores del informe plantean tres escenarios para 2035.

 
  • Escenario 1. Que la situación que hemos sufrido a lo largo de este año se instale como permanente: guerra comercial entre todos los países y desmantelamiento de la cooperación internacional en temas comunes.
  • Escenario 2. Volver a la política de bloques: el occidental, liderado por los EUA y donde se encontraría la UE. El liderado por China. Y el que agruparía lo que se conocía durante la Guerra Fría como “países no alineados”. Y ahora Gran Sur.
  • Escenario 3. Que se consolide un orden multipolar donde se promueva la cooperación internacional para defender los intereses comunes.

Para poder elegir qué nos conviene más, la UE debería avanzar inmediatamente en políticas hacia una mayor autonomía financiera y tecnológica respecto a los EUA, un sistema energético mucho más resiliente e integrado, un acceso seguro a los minerales críticos. Y firmar el máximo de acuerdos de cooperación con el máximo de países. En resumen, las dos áreas prioritarias deberían ser la política comercial y la política climática.

En cualquiera de los escenarios mencionados, los riesgos que deberá afrontar la UE -es decir, en cualquier momento a partir de ahora- son los siguientes:

  • La gestión económica de la administración Trump fracasa globalmente y hay una crisis en el mercado de bonos de EE. UU. Es decir, el mundo pierde la confianza en la economía americana.
  • Rusia aumenta la presión militar contra Ucrania o bien ataca uno de los países de la UE.
  • Las elecciones en varios países miembros de la UE son ganadas por partidos con ansias de practicar políticas populistas -no hace falta que sean de extrema izquierda o de extrema derecha- y que menosprecien las reglas de límite de déficit establecidas.
  • Las hostilidades entre EE. UU. y China aumentan y las sanciones que China imponga se extienden a la UE y no se pueden importar materias que nos son necesarias.

Y, ahora, vamos a las consecuencias para la UE ante los tres escenarios mencionados más arriba. Como no sabemos cuáles de estos tres escenarios se pueden presentar, es necesario hacer recomendaciones que sean válidas para que la UE salga lo mejor parada posible. Las recomendaciones hechas por Bruegel son de orden interno y de orden externo.

Agenda de orden interno de la UE

  • Defensa. Estar integrados en la OTAN pero tener autonomía de defensa. Invertir en defensa creando un mercado único de defensa.
  • Tecnología e inteligencia artificial. Facilitar la instalación y creación de nuevas empresas del sector. Aumentar la colaboración público-privada dando impulso a la creación de nuevos productos. Por ejemplo, como estrategia, pasando a digital muchos de los servicios actuales -sean públicos o privados-. Transformar la UE en un continente donde todo se pueda solucionar por internet.
  • Autonomía financiera. El Parlamento Europeo y el Banco Central Europeo deben regular para que los agentes económicos no dependan de organizaciones externas a la UE. Por ejemplo, los medios de pago actuales -tarjetas- son básicamente americanos. El euro digital puede ayudar en este sentido.
  • Mercado único energético. Actualmente, el mercado energético está fragmentado -el apagón ibérico nos lo recuerda-. Se debe trabajar en una red y un regulador único. Es necesario invertir en las conexiones transfronterizas.
  • Asegurarse el acceso a las tierras raras. En este sentido, el Parlamento Europeo ya aprobó la European Critical Raw Materials Act (CRMA, Regulation (EU) 2024/1252). Ahora queda firmar acuerdos con países terceros que no hagan que la UE dependa de los EE. UU. o de China exclusivamente.
  • Política fiscal adaptada a los riesgos de cada país miembro. La política fiscal definida (déficit, deuda e inflación) parece correcta, pero sería necesario personalizar su aplicación a cada país para que los objetivos sean alcanzables.

Agenda de orden internacional

  • Crear áreas de libre comercio. La UE ya ha acelerado esta actividad y se ha firmado, por ejemplo, el tratado con Mercosur, con México, Australia, Canadá... Pero se deben seguir firmando acuerdos comerciales con la India, etc. La estrategia es que si la Organización del Comercio pasa a estar en desuso, los tratados aseguren las reglas de funcionamiento.
  • Continuar con la política internacional del clima. Como la lucha contra el cambio climático debe contar con EE. UU. y China -ya que, junto con nosotros, son los que emitimos el 60% de los gases contaminantes-, la colaboración será inevitable -China avanza a gran velocidad en los cambios-. Habrá que incorporar a los países en desarrollo en estas políticas mediante los acuerdos de comercio establecidos.

En resumen, podemos decir que no se puede considerar esta crisis económica que algunos analistas vislumbran -sobre todo la provocada por la administración Trump- como una crisis aislada. En realidad forma parte de una crisis global que empezó con la Gran Recesión en 2008 y que continuó con la de la covid-19 y ahora pasa un nuevo episodio con la guerra de Ucrania y el proteccionismo de EE. UU. Por eso la UE debe implementar la agenda de orden interno sin esperar.

Y en cuanto a la agenda internacional, los EUA parecen querer dejar de liderar Occidente, y China no está preparada aún para liderar Oriente. El rol de la UE debe ser el de conseguir acuerdos a largo plazo entre el Norte Global (que incluye Australia) y el Sur Global con el fin de reinventar un nuevo orden mundial. Las herramientas globales con las que cuenta la UE en el ámbito internacional son el comercio -somos el primer bloque comercial del mundo- y la gestión y dirección de las políticas de cambio climático a escala mundial.