Asegura Alberto 'Tito' Álvarez (Barcelona, 1976) que el próximo 9 de diciembre “toda Catalunya verá qué pasa si el taxi desaparece”. El portavoz de Élite Taxi materializará la movilización número 123 de la asociación taxista, en plena guerra contra los vehículos de transporte con conductor (VTC). Una batalla originada entre finales de 2013 y principios de 2014, cuando Uber aterrizaba en España bajo la denominación de UberPop, y cuando Álvarez recorría los primeros kilómetros como taxista. Una década (y una multa de 122.910 euros) más tarde, sin embargo, Álvarez tiene motivos para sonreír: el pasado 25 de septiembre, el Parlament de Catalunya registraba la futura Ley del Taxi (denominada oficialmente Ley de Transporte de Personas de Vehículos de hasta nueve plazas), una normativa que favorece al colectivo taxista y que reserva una posición secundaria para el VTC, según el portavoz de Élite Taxi, un modelo “deshumanizador”.
En un final de año convulso para el colectivo taxista, 'Tito' Álvarez acude a la redacción de VIA Empresa para avanzar todos los detalles de la movilización que tendrá lugar este mes de diciembre, debatir sobre el futuro del taxi (y del VTC) y explicar las batallas diarias que afronta, con una determinación inexorable, como taxista: “El amarillo y negro está hecho de otra pasta”. Con la misma convicción, Álvarez asegura que “no me callarán la boca. Ni a base de multas que, por cierto, no pagaremos”.
¿Qué pasará en Barcelona este próximo 9 de diciembre?
Pues que habrá una movilización que será un ejemplo para cualquier clase trabajadora o para cualquier colectivo al que le estén pisoteando derechos y no se pueda defender. El taxi demostrará que organizándote puedes ganar.
Cuando Élite Taxi la anunció, dijo que sería una “movilización histórica”. ¿Por qué lo será?
Para nosotros todas las movilizaciones son históricas, incluso las más pequeñas. Pero sí que es cierto que esta será muy especial porque a nosotros, de alguna manera, siempre nos han acusado de proteger únicamente el amarillo y negro, y ahora se está tramitando una ley que afecta a todos los taxistas del territorio, y estamos haciendo un plan de expansión, con diversas asambleas. Por lo tanto, lo que se verá el día 9 será increíble, sinceramente. Toda Catalunya verá qué pasa si el taxi desaparece, porque no habrá casi ni uno.
Lo veo muy convencido. ¿No será una falsa alarma, como la huelga que finalmente desconvocó a raíz del reciente acuerdo entre el Barça y Uber?
Nosotros presionamos mucho, y no tenemos ni un pelo de tontos. Llevamos muchos años en esto y hemos desconvocado muchas movilizaciones, y creo que hacerlo también es un gesto valiente, el de no dejarse llevar por la presión del sector. Entonces, nos reunimos con el Barça, y expuse que habían firmado un acuerdo con una empresa que en Barcelona y en Catalunya está operando de manera ilegal. Ellos dijeron que su departamento de compliance lo había revisado todo y que lo volverían a revisar, y que si detectaban algo ilegal, romperían el contrato.
"El Barça siempre ha formado parte de mi vida, pero el taxi es lo que me da de comer"
Entonces dimos la palabra de desconvocar la movilización al director general, y nosotros cuando damos la palabra siempre la cumplimos, pero también dijimos que no pararíamos y que aportaríamos todas las pruebas que demuestran que decimos la verdad. El Barça ya las tiene. Les daremos un tiempo prudencial.
Usted declaró que desconvocó la huelga "por amor al Barça", a pesar de que el club no se echó atrás en ningún momento. ¿Le pudo más el azulgrana que el amarillo y negro?
No, no, en absoluto. El Barça siempre ha formado parte de mi vida, es un sentimiento, pero el taxi es lo que me da de comer, el Barça no. El Barça, de hecho, me hace gastar más dinero (ríe), pero el taxi también es un sentimiento, aún más, es una manera de vivir.

Hablando del Barça, justamente tiene partido de Champions el mismo 9 de diciembre.
Sí, es cierto, aunque el partido de Champions es a las 21h, y la movilización está convocada desde las 10h hasta las 16h. Habrá taxis para sacar a la gente, siempre que el taxista quiera ir, porque hay mucha gente herida que no quiere llevar a nadie, y que dicen “pues que vaya Uber”. Estamos haciendo un trabajo de concienciación para que esto no pase, pero nunca se sabe, el futuro lo dirá. Lo que le aseguro es que nosotros no permitiremos que se nos insulte ni que se nos escupa a la cara. Ni el Barça, ni ninguna administración, ni Uber, ni Cabify. Absolutamente nadie.
Dice que le está dando un tiempo prudencial al Barça, pero ¿realmente ve posible que rompan el contrato con Uber?
¿Le soy sincero? Me da igual, porque este mundo está podrido con el capital de grandes multinacionales. Hemos visto últimamente declaraciones, por ejemplo, del presidente del Gremi de Restauració, apoyando a Uber. Un gremio que ha sido beneficiario de las ayudas de la covid-19, que ha luchado por ocupar espacios públicos de la ciudad con terrazas, y que ahora está pidiendo que nos borren del mapa, cuando somos un sector igual de regulado que ellos. Y después ves que el Gremi está patrocinado por Uber. Se benefician del ámbito público, pero después apoyan esto. Es decir, apoyan que, por ejemplo, un repartidor de Uber te lleve una hamburguesa por dos euros un día de lluvia. Para mí eso es ser un hipócrita. Nosotros estamos en otro mundo.
¿En otro mundo?
En Élite no permitimos tener taxistas de Uber, ni de ninguna aplicación internacional. Hay que predicar con el ejemplo. Hemos visto el caso de grandes defensores de la cultura que promocionan Uber, porque les pagan bien, y que después van a premios como los Goya o los Ondas a reclamar los derechos de las mujeres en países como Arabia Saudí, países que precisamente tienen fondos que financian empresas como Uber. Es todo muy hipócrita. Y cada uno que sea tan hipócrita como quiera, pero muchos hacen un flaco favor a aquello que dicen ser.
"No permitiremos que se nos insulte ni que se nos escupa a la cara. Ni el Barça, ni ninguna administración, ni Uber, ni Cabify. Absolutamente nadie"
El partner del Barça es el mismo que el de Luís Figo. No sé qué les parecerá eso a los culés, pero a mí como barcelonista de nacimiento me da un asco impresionante. Son contradicciones que te tienes que tragar cuando viene alguien con dinero. Nosotros no somos así, ni lo seremos nunca.
Usted defiende el papel del taxi como servicio público esencial. ¿En qué medida un servicio público esencial se puede permitir amenazar con bloquear los accesos de una ciudad como Barcelona?
Bueno, nosotros no bloquearemos nada. Nos pondremos en la Gran Via, en el Passeig de Gracia, y nos manifestaremos como un derecho constitucional que es, no haremos absolutamente nada ilegal. Además, el próximo 9 de diciembre pondremos los servicios mínimos gratuitos en hospitales y urgencias.
¿Sabe cuándo se ve realmente que somos un servicio esencial? Cuando hay un apagón y llevamos a la gente a casa, por supuesto, gratis, mientras Uber y compañía se ponen a multiplicar precios. ¿Sabe también cuándo se ve que somos un servicio esencial? Cuando hay una pandemia y llevamos a los sanitarios. Cuando hay un atentado y salen todos los taxis a la Rambla a sacar a la gente, cuando en plena Operación Jaula vamos a las rondas a sacar a los niños y a la gente mayor de allí, y a llevar agua y comida a todo el mundo, porque a los taxis nos dejaban pasar los controles. Esto es un servicio esencial. Cuando hay una emergencia y estamos allí, sin que nadie nos lo tenga que mandar. Y siempre estaremos.
¿Se ha sentido acompañado durante todos estos años?
Sí. Me he sentido más acompañado que castigado. Cada día me llegan mensajes de taxistas, de kellys, las chicas de la limpieza, o de trabajadores del mundo sanitario. Los mensajes que más me llegan son los de la gente de abajo. Los que me puedan llegar de medios de comunicación o de políticos, por ejemplo, me parecen más anecdóticos, aunque también los agradezco, claro. Cada día recibo mensajes que realmente me tocan aquí dentro (señala su pecho) y esta es mi energía, mi gasolina.
¿Es cierto que usted se adentró en el mundo del taxi cuando irrumpió Uber? ¿Cómo fueron sus inicios?
Entré en el taxi en el Mobile World Congress de 2013, y a los seis meses ya estábamos luchando antes de que entrara Uber en España, que lo hizo en abril de 2014 con el UberPop. Eran coches particulares, que también utilizan ahora, por mucho que digan que no. De hecho, en aquellos inicios, llamamos a uno y lo esperamos 25 taxistas en la Estación del Norte, y llegó un hombre con un BMW muy bonito, que no entendía nada de lo que estaba pasando. Era un hombre que tenía una discapacidad y cobraba una pensión de invalidez. Ahí fue cuando nos dimos cuenta realmente del grave problema que venía, y comenzó nuestra lucha.
¿Cuántas movilizaciones ha llevado a cabo Élite Taxi desde entonces?
122.
Y ahora viene la 123.
Sí. Pero, a ver, las movilizaciones no quieren decir cortar Barcelona. Hemos ocupado el edificio de Transportes y Movilidad varias veces, o, cuando nos querían quitar paradas históricas de taxi, íbamos de noche con una furgoneta, nos disfrazábamos de pintores, poníamos conos, y pintábamos una parada de taxi, aunque fuera muy sencilla. Es activismo puro, lo digo de verdad, el amarillo y negro está hecho de otra pasta. Y, claro, sabemos dónde están los límites. En el taxi hay dos ámbitos, el empresarial, y el activista que nosotros llevamos en las venas. Es un cóctel espectacular.
"En el taxi hay dos ámbitos, el empresarial, y el activista que llevamos en las venas. Es un cóctel espectacular"
Hábleme del ámbito empresarial.
Mire, a nosotros, en los últimos años, se nos ha tildado de monopolio. Eso es mentira. El taxi es un mercado regulado. Adam Smith, que es el padre de la economía moderna, ya decía que debe haber un marco regulador donde todo el mundo pueda competir en las mismas condiciones. Eso lo decía él, y así es, ya que somos un mercado regulado con miles de empresas que compiten entre sí, y ahora, nos vemos en los juzgados luchando contra la multa de 123.000 euros que la Autoritat Catalana de la Competència (Acco) nos ha puesto por boicot a Uber. No tiene ningún sentido.
¿Fue un boicot?
No, nosotros defendimos y defendemos los derechos de todos los taxistas. Y Uber presionó mucho a la Acco, además sus abogados van haciendo conferencias con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), su presidenta, Cani Fernández, fue la abogada de Uber cuando nosotros le ganamos la sentencia en Europa en 2017, entonces, no sé, quizás algo de eso tenga que ver.
Como alguien que defiende a los autónomos, yo siempre que Uber haga las cosas mal lo diré y, claro, todos los taxistas que están dentro de Uber para nosotros son unos traidores. Ahora bien, ¿para qué sirve Competencia? Si saben perfectamente que empresas como Uber o FreeNow están subvencionando viajes por debajo del coste para eliminar la competencia y después crear un monopolio. Siempre responden que, cuando eso pase, sancionarán a estas empresas, pero la realidad es que les pondrán una multa del 5% de su facturación anual, y no les harán ni cosquillas.
Pero Competencia no les interpuso la multa por defender los derechos de los taxistas sino por, literalmente, “poner en marcha una campaña de presión” contra los taxistas que se querían unir a Uber.
Pero eso no tiene nada que ver con Competencia. Para esas cuestiones, que vayan a un Juzgado Penal. Yo no puedo controlar que un taxista insulte a otro que se haya ido a Uber, eso nosotros no lo podemos evitar. Nosotros simplemente denunciamos que quien entre a Uber es un traidor, y dimos nuestros argumentos, como que Uber lleva diez años intentando eliminar el taxi. En todas las ciudades donde ha entrado lo ha conseguido, menos aquí, porque aquí hay mucha conciencia y no han conseguido crecer, y entonces es cuando han ido a la Autoritat de Competència.
Nosotros defendemos los derechos de los taxistas, y como asociación que defiende estos derechos, podemos decir lo que pensamos. No me callarán, ni a base de multas que, por cierto, no pagaremos.

¿Cómo cree que se debe regular el sector?
En Barcelona hay unas 10.500 licencias para taxis. Yo he propuesto que ninguna empresa de intermediación pueda tener más de 1.500 taxis adscritos, y así competimos en igualdad de condiciones. ¿Qué pasa? Que después te dicen que no se puede frenar el crecimiento de una empresa. A mí me parece muy bien que una empresa crezca, pero no a costa de hacer competencia desleal.
Entonces, ¿ve incompatible la presencia de taxis y VTC en la ciudad?
Mire, el taxi y el VTC siempre han convivido, hasta que llegaron Uber, Cabify y Bolt, y dijeron que ahora unos coches, conducidos por gente con traje que te ofrecen una botellita de agua al subir, harán de taxi porque esto es lo más moderno. Y ahora estos mismos conductores son personas explotadas, que van con chándal, sin aire acondicionado, que te dan agua caliente, y que van siempre mirando el móvil porque no conocen la ciudad. Son modelos deshumanizadores, y esto no es competir, es atacar a un sector que está regulado.
De hecho, este año, los VTC han sumado en Barcelona 1.800 coches inmovilizados y siete millones en multas.
Y si sumas desde 2023 son más de 5.300 inmovilizaciones y doce millones. Pero estamos hablando de Uber, que está por encima de todo, porque después se va al Barça a decir que son un partner maravilloso, y el Barça... en fin, el Barça está tan necesitado que cogerá dinero de donde sea.
Hay decenas y decenas de VTC inmovilizados, pero pagan y continúan operando reiteradamente. Después la gente se queja de que a los carteristas los pillan y salen al día siguiente. Pues estos modelos son los carteristas del transporte. Si los VTC se quieren quedar, que se queden trabajando como taxis, con precios regulados, sin poder abusar de los consumidores, cumpliendo con las normas de los seguros de responsabilidad civil, con unas tarifas reguladas, con unos horarios, cumpliendo con trabajadores dados de alta en la seguridad social, en definitiva, cumpliendo con todo eso que no hacen con los riders.
Élite Taxi denuncia la gran cantidad de conductores de VTC que circulan sin licencia, pero ustedes también sufren la presencia de taxistas piratas. ¿Qué medidas toman para detectarlos?
Lo que hacemos es denunciarlos. Ahora hay una propuesta de ley en el Parlament que está a punto de aprobarse, y que supondrá el final de toda la mala praxis del taxi. La credibilidad se gana denunciando lo que también tienes en tu casa, y con esta nueva ley, cuando un taxista estafe a un cliente, el taxi se irá al depósito y se impondrá una sanción de 4.001 euros para poder retirar el vehículo.
"La credibilidad se gana denunciando lo que también tienes en tu casa"
Es una ley pionera, ya que además prevé que todos los vehículos de menos de nueve plazas de transporte lleven un dispositivo con geolocalización, conectado a una plataforma de control donde todos tendremos que estar obligados a entrar y desde donde se controle todo. Nosotros queremos que se castigue la mala praxis, sea de un lado o del otro. Queremos ser el mejor taxi del mundo, pero para ello necesitamos una administración valiente.
¿Y qué opinan los VTC de esta ley?
Todos están en contra, incluso ciertas asociaciones del taxi. Nos hemos quedado prácticamente solos. Pero con la razón, y defendiendo un modelo donde el ciudadano es el centro.
La nueva ley del taxi obliga a los conductores a acreditar un nivel B1 de catalán. ¿Cree que el descontento de los VTC también viene por aquí?
Esta es una propuesta nuestra. Aunque en la ley conste el nivel B1, nosotros ya hemos pedido el nivel B2 de catalán, porque vivimos un momento en que la lengua catalana está en peligro. Tenga en cuenta que el taxi del área metropolitana hace 64 millones de servicios cada año, entonces, si todos y todas hablamos catalán, no hay ningún sector que vehicule mejor la lengua que el nuestro. Por eso proponemos que absolutamente todo el mundo pase la prueba del idioma, los que estamos ahora y los que vendrán.

Recientemente, se ha afirmado que Barcelona y Catalunya tienen la oportunidad de volver a liderar Europa en movilidad urbana, a través del viaje compartido en taxi. ¿En qué consiste exactamente?
El taxi compartido ya existe, y hay dos modalidades. Por un lado, si usted va a un mismo destino, el taxi puede hacer varios recorridos y llenar el vehículo, entonces el usuario paga un 75% menos porque el taxi tiene cuatro plazas. Este caso se da, por ejemplo, si vas al aeropuerto. Y, por otro lado, está lo que yo llamo el taxi-Tinder, con el cual si, por ejemplo, quiero ir a Badalona y veo que un taxi va hacia Premià de Mar, le pregunto por la aplicación si quiere hacer match y, si acepta, recalcula la ruta y entonces puede ganar más por el mismo trayecto y el usuario ahorrarse un buen porcentaje del viaje.
Esta opción, además, llenaría la capacidad de los vehículos, y a través de la tecnología el usuario pagaría muchos menos dinero y el taxista ganaría más, porque al final sería una especie de bus urbano puerta a puerta.
El sector VTC destaca que Barcelona es la ciudad con menor ratio tanto de vehículos VTC como de taxis, con 3,4 por cada 1.000 habitantes, frente a ciudades como París (5,5) o Lisboa (8,5). ¿Hay alguna ciudad europea en la que debamos fijarnos, o de la que podamos aprender?
Barcelona. Cuando salga esta ley, a la que tanto miedo tienen Uber y todas estas plataformas, se demostrará que se pueden hacer las cosas de otra manera. Apostando por un servicio público que puede dar un servicio mucho mejor y, sobre todo, sin dejar el poder a quien tiene tanto dinero, porque cuando los que acumulan riqueza utilizan su posición dominante para sacarte hasta el último céntimo de cada recorrido, entramos en un terreno muy peligroso.
"Hay que erradicar el modelo de VTC que tenemos actualmente"
Esto es lo que hacen ellos, y por eso creo que hay que erradicar el modelo de VTC que tenemos actualmente y sacar una nueva autorización, que sería la VTC tradicional y que defina el servicio que hacen. Y esto en la ley ya está contemplado, es la alta disposición, con dos horas de reserva previas, una hora mínima de servicio y coches de más de 4,90. Si hacen falta taxis, ponemos más taxis, pero no nos inventemos algo que gestionan cuatro buitres.
¿De qué color espera ver Barcelona en los próximos años?
Amarillo y negro. Barcelona será amarilla y negra, y espero que blaugrana también, pero sin el escudo manchado. El amarillo y negro son parte de la historia de la ciudad, tienen los mismos años de historia o más que el Barça, y sé que tanto el club como sus aficionados y la ciudad necesitan taxis, y estamos dispuestos a darlo todo, pero sin que nos tomen el pelo, porque tenemos una identidad y unos valores que son incuestionables.