• Economía
  • La UE aplaza la firma del acuerdo con Mercosur por las dudas de Italia y el bloqueo de Francia

La UE aplaza la firma del acuerdo con Mercosur por las dudas de Italia y el bloqueo de Francia

Meloni pide más tiempo para aprobar el acuerdo, cuya firma se espera que se produzca ahora en enero

Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en la entrada del Consejo Europeo | Roger Gutiérrez (ACN)
Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en la entrada del Consejo Europeo | Roger Gutiérrez (ACN)
Redacción VIA Empresa | ACN
Barcelona
19 de Diciembre de 2025 - 09:17

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha comunicado este jueves por la noche a los líderes de la Unión Europea que pospone la firma del acuerdo con Mercosur. La líder comunitaria debía viajar este sábado a Brasil para sellar finalmente el pacto, que hace más de 25 años que se negocia. Sin embargo, el gobierno de Italia de Giorgia Meloni -cuyo voto a favor es imprescindible para que el acuerdo pueda ser aprobado- ha pedido más tiempo al ejecutivo comunitario. "El gobierno de Italia está dispuesto a firmar el acuerdo tan pronto como se den las respuestas necesarias a los agricultores", ha dicho el ejecutivo italiano en un comunicado este mismo jueves. Fuentes diplomáticas indican que la firma podría producirse en enero.

 

El anuncio de Von der Leyen se ha producido durante la cumbre de jefes de estado y de gobierno de la UE que se ha celebrado este jueves en Bruselas. Coincidiendo con la reunión, miles de agricultores de toda Europa han colapsado la capital belga para protestar contra el acuerdo del Mercosur y la nueva PAC que plantea la Comisión Europea.

25 años de negociaciones

El pacto ha estado más de dos décadas negociándose. Tras una parálisis de varios años, Von der Leyen y el comisario europeo de Comercio, Maroš Šefčovič, cerraron las líneas maestras del acuerdo en diciembre de 2024 en un acto que tuvo lugar en Montevideo. Si entra en vigor, supondrá la eliminación gradual de los aranceles sobre el 91% de las exportaciones de la UE al Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) y al 92% de las exportaciones del Mercosur a la UE.

 

La Comisión Europea ha defendido desde un inicio que el acuerdo beneficiará a los sectores europeos de la automoción, la maquinaria, la industria farmacéutica o el textil, algunos de los cuales exportan a los países de Sudamérica con aranceles de hasta el 35% hoy por hoy. Para el Mercosur, facilitará la entrada al bloque europeo de productos como la carne, el azúcar, el arroz o la soja.

Su puesta en marcha afectaría a dos mercados que juntos suman más de 700 millones de personas y que, según datos del ejecutivo comunitario, generan más de 65.000 millones de euros en exportaciones anuales. El ejecutivo de Ursula von der Leyen también defiende que las más de 60.000 compañías de la UE que exportan al Mercosur se ahorrarán aranceles por un total de 4.000 millones de euros anuales.

Bruselas siempre ha defendido que el acuerdo es "vital" para la UE, especialmente ante la necesidad de abrir nuevos mercados para poner fin a la dependencia de China y hacer frente a los aranceles impuestos por Donald Trump en su regreso a la Casa Blanca. Sin embargo, ante las reticencias de grandes países como Francia o Italia, así como del sector agrícola europeo, se han introducido diversas salvaguardias dentro del texto con el objetivo de proteger la producción europea.

La previsión era que se sometiera a votación de los estados el viernes en una reunión a nivel de embajadores, para que Von der Leyen pudiera viajar a Brasil con el visto bueno del bloque europeo. Sin embargo, el gobierno de Meloni ha pedido tiempo y la firma ha quedado suspendida, previsiblemente hasta el mes de enero. Para ser adoptado, el acuerdo necesita recibir la luz verde de una mayoría cualificada de estados miembros, es decir, el voto a favor de, como mínimo, quince países que representen el 65% de la población de la UE. España y Alemania se han mostrado favorables al acuerdo, pero Francia, Polonia y Hungría, entre otros, se han negado a votar a favor desde el inicio, motivo por el cual la aprobación de Italia es imprescindible.

Las salvaguardias

A última hora del miércoles, la UE llegó a un acuerdo para establecer las cláusulas de salvaguardia del pacto, pensadas para dar cobertura a los agricultores ante el potencial impacto negativo del incremento de importaciones desde el Mercosur, en caso de que este entre en vigor en un futuro. Se trataba de un paso imprescindible para los países más reticentes para poder validar el acuerdo.

El mecanismo establece que la UE, si el acuerdo se pone en marcha, podrá suspender temporalmente las preferencias arancelarias a determinados productos agrícolas considerados sensibles, como la carne de vacuno procedente de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, en caso de que se detecte un perjuicio para los productores europeos.

Finalmente, el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo acordaron que la Comisión Europea podrá abrir una investigación cuando se detecte un aumento de como mínimo un 8% de las importaciones de los productos considerados sensibles en comparación a la media de los tres años anteriores, si el precio de las importaciones de estos productos es un 8% inferior al del producto europeo. Entre la lista de productos sensibles también consta el pollo, los huevos o el azúcar.

El acuerdo también establece que, en lo que respecta a los productos sensibles, las investigaciones concluirán en un plazo de cuatro meses y, en casos urgentes, se podrán introducir medidas provisionales en un plazo de 21 días. Para el resto de productos el plazo de la investigación será de seis.

Además, la Comisión Europea supervisará "constantemente y proactivamente" las importaciones de productos sensibles identificados e informará al menos cada seis meses sobre la evolución del mercado y cualquier riesgo de perjuicio para los productores de la UE. Asimismo, si la industria de la UE lo solicita "debidamente", las investigaciones se podrán ampliar a otros productos no incluidos en la lista de los sensibles.

Los mecanismos de salvaguarda introducidos no incluyen la cláusula espejo que reclamaba el Parlamento Europeo o países como Francia para obligar a los productores del Mercosur a respetar los estándares de producción de la UE.

Francia se mantiene en el bloqueo

A pesar de la introducción de las salvaguardas, el gobierno de Emmanuel Macron se niega a dar luz verde al acuerdo. De hecho, a su llegada a la reunión de líderes de la UE, el presidente francés ha subrayado que el texto "no se puede firmar" ante la falta de garantías para preservar "la seguridad alimentaria" de los europeos y la viabilidad del sector agroalimentario del Viejo Continente. Si bien el jefe del Elíseo ha reconocido que las negociaciones avanzan "en la dirección correcta", ha reclamado la existencia de "más controles" y la introducción de cláusulas espejo reforzadas.

"Ahora mismo muchos de nuestros sectores ya se enfrentan a grandes dificultades y no se pueden sacrificar por este acuerdo, no es serio", ha insistido. "Yo quiero una Europa que se proteja a sí misma, que proteja su capacidad de producir alimentos de calidad y también proteja su capacidad de ser atacada injustamente por productos extranjeros", ha sentenciado.

Sánchez resta importancia al aplazamiento

Tras conocerse la noticia, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha restado importancia al aplazamiento de la firma del acuerdo comercial con Mercosur, pero ha avisado de que el bloque europeo debe culminar el pacto cuanto antes para "diversificar" sus mercados. "Si hemos esperado 25 años, podemos esperar 25 años y un mes", ha indicado en rueda de prensa tras la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la UE que se ha celebrado este jueves en Bruselas.

En este sentido, Sánchez ha pedido a los estados que todavía muestran reticencias que "piensen en Europa" y ha avisado de que los países del Mercosur ya han tenido "demasiada paciencia". "Ha llegado el momento de culminar el pacto", ha sentenciado.