La crisis de la vivienda afecta a toda la Unión Europea. Las causas son múltiples y tampoco hay una única solución, pero por primera vez, los 27 comienzan a hablar de ella seriamente. En la última cumbre europea, el presidente del Consejo, Antonio Costa, decidió incluirlo en uno de los puntos de la discusión con los jefes de Estado y de Gobierno.
Un reciente informe publicado por el Consejo Europeo alerta de que los precios de la vivienda han aumentado un 60,5% de 2015 a 2025. No solo eso, los costes a los que deben hacer frente las personas que viven en una casa o apartamento son cada vez mayores y uno de cada diez europeos no puede hacerles frente. El problema está en todas partes, es transversal, afecta a todos los países. A pesar de todo, es ahora cuando se empieza a dedicarle más atención.
Los países donde más ha subido la vivienda son Hungría (237%), Portugal y Lituania (con un 147%), Barcelona, Madrid y Lisboa, las ciudades donde sus habitantes dedican más de sus ingresos a pagar una vivienda. En la capital portuguesa, los ciudadanos tienen que pagar un 116% de su salario, mientras que en Barcelona y Madrid, destinan un 74%.
Entre los factores que han provocado este aumento destacan el aumento de los tipos de interés, la demanda de personas con un mayor nivel adquisitivo e inversores (que ha afectado especialmente en ciudades como Lisboa, Barcelona y Madrid), la falta de construcción y mano de obra y la expansión del alquiler a corto plazo.
Los países donde más ha subido la vivienda son Hungría (237%), Portugal y Lituania (con un 147%)
En el caso de las ciudades más turísticas, el aumento del precio de la vivienda está “estrechamente relacionado con los precios de venta y los alquileres”, según el informe. El incremento de plataformas como Airbnb ha trastocado el mercado inmobiliario tradicional y es una causa efecto: ciudades donde se ha incrementado el parque inmobiliario para pisos turísticos automáticamente ha provocado una disminución de los pisos para vivir. “Cada vez existe más evidencia empírica” sobre este hecho, concluye el informe.
Los expertos de las instituciones europeas y eurodiputados de prácticamente todos los grupos políticos coinciden: La mejor manera de hacer la vivienda accesible es aumentar la oferta. El Banco Europeo de Inversiones (BEI) calcula que la UE necesita al menos construir 1 millón de nuevas viviendas, por ello, recientemente hizo el anuncio de que está dispuesta a invertir 3.000 millones de euros para su construcción. Una cifra aún lejos de otras estimaciones que calculan que las necesidades son de 300.000 millones.
El Banco Europeo de Inversiones (BEI) calcula que la UE necesita al menos construir 1 millón de nuevas viviendas
La inversión es una de las medidas que se esperan, mientras que los líderes en la cumbre europea también se mostraron a favor de utilizar fondos comunitarios o poder tener más flexibilidad para que los países puedan invertir en más vivienda pública sin que contabilice en las normas de déficit y de deuda. Estos son algunos puntos clave que los gobiernos deberán mirar a partir de finales de diciembre, cuando se presentará la propuesta de la Comisión Europea para hacer frente a la crisis de vivienda. Si bien hay que decir que a escala europea se esperan medidas, el grueso de las políticas de vivienda dependen de los Estados porque la competencia es nacional.
Con todo, durante la discusión, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, pidió la creación de un fondo específico para la construcción de vivienda protegida en los 27 y medidas para frenar la compra que no esté destinada a uso residencial. En las conclusiones finales, los presidentes y jefes de Estado pidieron “un plan ambicioso y completo” que haga frente a las circunstancias.
La pregunta es si estará a la altura la Unión Europea. El bloque se encuentra con múltiples frentes abiertos, con el debate eterno de cómo financiarlos. Desde la defensa, hasta la lucha contra el cambio climático, la lucha contra la desinformación, la competitividad y la pregunta siempre es la misma: ¿Cómo se puede financiar si muchos países no están dispuestos a invertir más? El debate sobre los presupuestos 2028-2034 apenas comienza ahora, con la mayoría de países rechazándolo, bien porque consideran que el gasto es excesivo y otros que no es suficiente. Pero la población europea puede preguntarse dónde está la Unión Europea en un problema tan tangible como es la vivienda, cuando en España, por ejemplo, muchos jóvenes no pueden soñar con independizarse, y de media no pueden dejar el hogar de los progenitores hasta los 30 años.
Nadie duda de que los retos son muchos y la solución no es solo una, pero ahora el bloque tiene la oportunidad de hacer frente a lo que la ONU ha calificado como una “crisis silenciosa”.