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Investigadora del área Digitat Society Technologies del centro de investigación i2CAT

El reto pendiente del talento femenino en el sector tecnológico catalán

13 de Noviembre de 2025
Iolanda Domingo

La digitalización avanza muy deprisa, y Catalunya se ha convertido en uno de los puntos más activos del mapa tecnológico del sur de Europa. Ahora bien, detrás de este relato de innovación y progreso, hay un dato que continúa chirriando: las mujeres representan cerca de un 34% de los profesionales del sector TIC en Catalunya, según el dossier Dones en les TIC del Institut Català de les Dones, y continúan concentrándose en roles menos técnicos, con menos opciones de liderazgo. Es una cifra histórica, la más alta de los últimos siete años, pero todavía muy lejos de la paridad.

 

En el marco del proyecto No és feina de dones?, impulsado por el centro de investigación i2CAT y Telecos.cat, con el apoyo de la Generalitat de Catalunya y la financiación del programa Next Generation EU, he realizado un estudio sobre la desigualdad de género en el sector tecnológico. Las conclusiones revelan un panorama todavía muy desigual: aunque las mujeres tienen una presencia más destacada en roles de gestión y comunicación, continúan siendo minoría en las posiciones técnicas y de dirección.

Un 70% de las mujeres encuestadas muestra una satisfacción alta con su trabajo y valora profundamente el impacto de su aportación. Las herramientas y las oportunidades técnicas están ahí, pero el cambio real aún está pendiente.  

 

La brecha que empieza en las aulas

El problema no empieza en las empresas, sino mucho antes: en las aulas. Desde pequeñas, muchas niñas reciben menos ánimos o estímulos para interesarse por la ciencia y la tecnología. En clase, todavía es habitual que se refuercen ciertos estereotipos: los chicos son percibidos como más hábiles con los ordenadores o los experimentos, mientras que las niñas a menudo quedan en segundo plano. En las extraescolares, pasa un poco lo mismo: a robótica o programación se suelen apuntar más chicos, y eso hace que muchas niñas no se vean reflejadas. Todo ello hace que, con el tiempo, algunas piensen que aquellos ámbitos “no son para ellas”, cuando en realidad solo les ha faltado que alguien las animara a creer que también tienen un lugar.

"Menos del 30% de las estudiantes universitarias eligen carreras TIC o de ingeniería"

A la vez, el estudio remarca que menos del 30% de las estudiantes universitarias eligen carreras TIC o de ingeniería, y en algunos grados como Informática o Telecomunicaciones la cifra cae por debajo del 20%. Por lo tanto, se puede observar cómo las desigualdades de género se perpetúan en los diferentes estadios educativos. El 60% de las encuestadas apuesta por la formación STEM desde la educación primaria para romper estereotipos. Sin embargo, el 25% de las participantes provienen de carreras de otros ámbitos, lo que demuestra que el sector puede atraer talento cuando hay itinerarios de reorientación (el 42,7% prefiere este modelo).

Las empresas, ante el espejo

En el mundo laboral, la brecha adopta nuevas formas. Las mujeres continúan encontrando desigualdades, comentarios paternalistas y machistas, menos reconocimiento o tareas de menor relevancia. Son situaciones que marcan diferencias en las trayectorias profesionales: “Al principio nadie me hacía caso, y en la siguiente reunión sacan la misma idea”. La cultura machista es, para el 57,6% el aspecto más difícil de cambiar, donde en un 45% han sufrido mansplaining, interrupciones o invisibilización en su entorno laboral.

Siete de cada diez mujeres entrevistadas admiten haber sentido la necesidad de demostrar más competencias que sus compañeros. El 65% de las mujeres percibe desigualdad de género, y la conciliación es la barrera más transversal, aún asumida mayoritariamente por ellas (55%). Aunque muchas empresas apuestan por el trabajo flexible, la gestión familiar continúa recayendo sobre las mujeres.

Pero hay señales de cambio y de esperanza. Cada vez más empresas del sector tecnológico. Desde la salud digital hasta la ciberseguridad o las startups más emergentes incorporan la igualdad de género como una estrategia clara de competitividad. En este sentido, según el informe El ecosistema emprendedor de Catalunya 2024 de Acció, publicado en VIA Empresa (Liderazgo femenino e inversión: el reto de romper los sesgos en el emprendimiento), Catalunya cuenta con 2.285 startups, y el 35% tienen al menos una mujer en el equipo fundador.

El tejido femenino promotor del cambio

El estudio ¿No es trabajo de mujeres? también recoge que solo el 20,5% ha participado en programas para mujeres y el 18,8% ha recibido mentoría. El cambio nace desde la base, de iniciativas pequeñas que van haciendo grande la transformación. Catalunya cuenta hoy con toda una red de asociaciones y programas que impulsan el talento femenino en el sector tecnológico. Detrás de cada reconocimiento hay historias potentes: emprendedoras que han levantado proyectos en entornos hostiles, investigadoras pioneras o directivas que han abierto camino para las generaciones futuras.

"La falta de mujeres en el sector TIC no es solo un problema de justicia social. Es también una pérdida de potencial económico"

Este sentimiento de comunidad, demostrado a lo largo del estudio, es clave para retener talento y generar nuevas vocaciones. La tecnología catalana no solo necesita más mujeres; necesita redes fuertes y visibles que conecten experiencia, liderazgo y mentoría.

La falta de mujeres en el sector TIC no es solo un problema de justicia social. Es también una pérdida de potencial económico. En este momento, si Catalunya quiere liderar el sector tecnológico en Europa, no puede permitirse prescindir del 50% del talento disponible. Las empresas que integran la igualdad como parte de su estrategia son las que mejor responden a los retos de transformación, sostenibilidad y crecimiento.

El futuro digital será igualitario o no será

Del estudio se desprende que es necesaria una transformación sistémica que implique a la educación, las empresas, las instituciones y la sociedad civil. No bastan las buenas intenciones; se necesitan medidas concretas, políticas de cambio, seguimiento y corresponsabilidad, por parte de todos los agentes del ecosistema de innovación catalán. Solo un 33,9% de las participantes imaginan un sector con igualdad plena o paridad con más mujeres en liderazgo (16,9%), con entornos inclusivos y sin cultura machista.

La buena noticia es que el consenso ya está ahí. La voluntad de cambio existe. El talento también. Quizás entonces ya no hará falta preguntarnos si es o No es trabajo de mujeres.