Una Barra que mira al mar

Carles Abellan muda La Barra hasta el hotel W con una inversión para transformar el espacio de 800.000 euros

Tomás y Carles Abellan en La Barra de Carles Abellan Tomás y Carles Abellan en La Barra de Carles Abellan

La Barra de Carles Abellan luce desde finales de mayo nuevo espacio en el Hotel W. El restaurante, que abrió puertas en el Passeig Joan de Borbó con una inversión de más de 2 millones de euros, iba a cerrarlas pronto. No por falta de público; la Barceloneta siempre es una muchedumbre de chanclas buscando lugares donde comer bien. Sino por unos costes muy elevados y una normativa municipal que sataniza las terrazas que habían colocado al exitoso local en una situación difícil: "Aquel paseo está cada vez peor, con los manteros y todo esto… la terraza estaba en peligro por la reducción de terrazas".

Abellan: "Aquel paseo está cada vez peor, con los manteros y todo esto… la terraza estaba en peligro por la reducción de terrazas"

Abellan ama la Barceloneta desde que se estableció el 1995 con Atalaya Mar. Se acababa de independizar de la escuela bulliniana y, en aquel proyecto, sentó las bases de lo que sería su primer restaurante, Comerç 24, que le reportó su primera estrella propia. Ahora, el impulso de este nuevo galardón Michelin le ha dado una nueva ilusión y la sintió como "el reconocimiento a un trabajo bien hecho", explica. Un entusiasmo que también le da la voluntad de dejar su imperio gastronómico un día no lejano en manos de su hijo Tomás.

Abellan siempre ha sido un gran creador de marcas empresariales (Tapas 24, Bravo 24, La Guingueta de la Barceloneta y Ene by Carles Abellan) y un gran entusiasta de un negocio donde se ha hecho un nombre a base de mucho trabajar y de arriesgar en lo necesario: "En Barcelona hay muchas aperturas... No sé si hablar muy bien de burbuja o no. No lo sé. Pero sí es un cambio de tendencia el hecho que la gente sale más a comer fuera. Y esto puede ser que sea la causa de la apertura de muchos restaurantes en Barcelona". Aperturas que, muchas veces van acompañadas de cierres en un tiempo récord.

La segunda vida de la Barra de Abellan

En esta segunda vida, La Barra respira un confort lujoso, el de un 5 estrellas dónde a la gente no le cuesta pagar el precio medio de 80 euros el cubierto - su "Menú Carles Abellan" cuesta 76 euros por persona-. El mismo servicio, pero unos metros por encima del mar con unas vistas privilegiadas de la playa de la Barceloneta desde su –ahora sí- terraza ajardinada. Las obras han costado 800.000 euros para reformular el espacio que antes alojaba su restaurante Bravo.

La Barra erizo con huevo y caviar

"Estamos haciendo unos 500 clientes semanales con un perfil a partir de los 35 hacia arriba, se ven parejas con nivel adquisitivo medio alto, también familias, algunas reuniones de negocios, reuniones de amigos… Tener diferentes ambientes nos permite recibir diferentes perfiles en un mismo servicio". Y esto que el ticket mediano del establecimiento difícilmente baja de los 80 euros. Producto, carga laboral y coste/hora de elaboración de cada plato no lo permiten.

Lopo: "La fórmula del éxito es calidad de cocina y de servicio con precio ajustado y oferta muy identificada, muy clara"

Algunos ya son emblemáticos de la otra Barra, como las papas aliñás sevillanas con caballa; que no es una ensalada rusa –la mejor de España según unos recientes premios es la que sirve en el Tapas 24- pero se acerca. Lucen en el nuevo espacio las brasas, de donde sale un exitoso caballa marcada, laqueado y presentado con arroz de sushi. Prestad también atención al calamar relleno o a los muelles "Gran Muralla" –y espectacular tamaño- enlucidos para disfrutar "sin hacer trabajo". El muelle es junto con el arroz de gambas al ajillo "uno de los best sellers del espacio – asegura- sólo en gamba gastamos unos 80 kg a la semana".

Bajando de las barcas, pasando por alta mar o degustando grandes platos marineros como la fritura de langosta o la de bogavante al estilo de Formentera, otro de los hits de espacio es su bodega. La carta de vinos –auténtico En busca del tiempo perdido proustiano - incluye sus Vinos de Propiedad creados con el sommelier Antonio Lopo y la complicidad de bodegueros amigos. "La fórmula del éxito es calidad de cocina y de servicio con precio ajustado y oferta muy identificada, muy clara".

La Barra arroz de gambitas al ajillo

Lo dice un perfil de restaurador que, a pesar de empezar de forma modesta en Los Pescadores de Poblenou , ya lleva más de 35 años al pie del cañón abriendo y cerrando restaurantes y reformulando los existentes -19 en total-. ve cada vez más cerca el relevo generacional. En La Barra actual tiene 50 trabajadores, incluido su hijo. Pero, en el global del grupo (factura 10 millones de euros sin ningún socio) son 140. "De momento, el objetivo hoy por hoy, es asentar y mejorar lo que tenemos –explica-. Mejorar la cocina y el servicio y no mover ninguna ficha".

La Barra de Carles Abellan

Dirección: Hotel W

Precio mediano: 80 euros

Teléfono: 932 952 636

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