
Son cuatro centenares de personas, trabajan (los que lo hacen presencialmente) desde la emblemática Casa Milà (la Pedrera) de Antoni Gaudí y son los responsables de aplicaciones móviles como la app del MWC, la de las fiestas de la Mercè o AMB Mobilitat. Acumulan 16 años de vida como empresa y tienen una facturación de 20 millones de euros, pero nadie conoce a su CEO… porque no existe.
El enigma detrás de esta presentación es Basetis, una empresa barcelonesa especializada en la consultoría y desarrollo tecnológico que ha logrado destacar dentro del sector por su peculiar modelo empresarial. “Somos una empresa muy humanocéntrica”, asegura a VIA Empresa el cofundador de la compañía, Marc Castells; “como empresa de servicios, nuestro todo son las personas que la formamos”. Esta filosofía toma forma en uno de los cuatro pilares de la misión de Basetis, la vela por el bienestar de las personas, tanto de dentro como de fuera de la empresa. Un mensaje que, en la práctica, se materializa a través de la flexibilidad horaria y espacial, de la posibilidad de reducir la jornada, de la elección autónoma sobre si hacer o no teletrabajo, de formaciones diversas en habilidades blandas y de buenos hábitos o del acceso a servicio psicológico gratuito.
Castells: “Somos una empresa muy humanocéntrica”
Toda esta libertad personal se da en un entorno en el que las jerarquías tradicionales de una empresa no existen: “Nos agrupamos, tenemos diferentes círculos o equipos, pero no hay jerarquías. Si las hay, lo son por el rol, que ocupará temporalmente una persona”. Basetis está formada por multitud de equipos especializados en tecnologías y técnicas específicas, como pueden ser el desarrollo web y móvil, la ciberseguridad, la inteligencia artificial, la analítica de datos, la nube o los gestores de contenido, y en función del cliente y sus necesidades, los trabajadores se autoorganizan para asumir el trabajo. “Nuestra cultura es muy participativa, y todo el mundo tiene voz y responsabilidad”, remacha Castells, una forma de hacer que también se traslada en la relación con los clientes: “Tenemos la misma actitud. Aportamos ideas, generamos confianza… Visualizamos su propósito como propio, y creo que esto nos hace ser realmente partners, y no proveedores”.
Un cambio de modelo que ya hace 10 años que funciona
Con todo, Basetis no siempre ha seguido esta filosofía empresarial. La empresa la fundaron en 2009 Marc Castells y Víctor Roquet, y al principio actuaba como una desarrolladora tecnológica tradicional, formada solo por ellos dos. “Desarrollábamos herramientas para clientes, lo que se conoce como servicios para profesionales, en los que dedicábamos ocho horas al día por un solo cliente”, recuerda Castells. La actividad de Basetis se inició en plena crisis económica derivada de la burbuja inmobiliaria, pero sus principales clientes provenían del sector de la energía, que se encontraba en pleno crecimiento, lo que también les permitió crecer a ellos. En 2011, Roquet decidió abandonar la empresa y vender su porcentaje de propiedad a Castells. Sin embargo, la compañía continuó en dinámica ascendente, hasta llegar a un punto en el que ya superaban las 70 personas. “En aquel momento necesitaba una jerarquía, porque yo solo no podía gobernarlo todo”, explica el cofundador, que entonces decidió crear una capa directiva formada por siete personas.
Pero la empresa continuó creciendo, llegando a las 150 personas en 2015, y Castells sentía que la jerarquía actual no les funcionaba: “Había que crear otra capa conceptualmente. Entonces ya trabajábamos mucho desde la confianza, no partíamos desde un modelo jerárquicomilitar”. Es en ese momento cuando el cofundador descubrió Reinventing Organizations, el libro en el que Frederic Laloux analiza los diferentes modelos organizativos de las empresas en función de sus jerarquías. En esta publicación, Laloux promueve lo que llama modelo TEAL, una forma de funcionar dentro de las corporaciones que defiende que el bienestar de las personas es directamente proporcional a su productividad.
Esta filosofía se fundamenta en tres ejes clave que en Basetis han adoptado plenamente como propios: la autogestión, la completitud y el propósito evolutivo. “Creemos que, para comprometerte en un proyecto, es necesario que tengas capacidad para decidir sobre lo que tú haces, que puedas ser tú mismo en tu espacio y que lo que hagas te enriquezca personal, profesional y económicamente”, resume Castells los tres puntos.
El modelo tiene una única condición: pedir consejo, tanto a las personas a las que impactará tu decisión como a aquellos que tienen más experiencia
Esta ha sido la guía que ha conducido la actividad de Basetis en la última década: depositar la máxima confianza y responsabilidad en cada uno de sus trabajadores. “Son ellos los que deben tomar las decisiones. El horario, si teletrabajas o no, qué jornada haces y si te la quieres reducir por lo que sea, no por lo que diga la ley”, describe Castells. Eso sí, el modelo tiene una única condición: pedir consejo, tanto a las personas a las que impactará tu decisión como a aquellos que tienen más experiencia. “No pedir permiso, sino consejo”, recalca el cofundador, que compara esta situación con las decisiones que tomamos en nuestra vida personal: “Si te quieres comprar un piso, quien decidirá eres tú, porque eres a quien más le impacta, pero pedirás consejo: a los colegas que se lo han comprado hace poco, al que trabaja en una inmobiliaria o un banco…”.
Con este talante, Basetis ha ido creciendo de manera orgánica hasta superar las 400 personas, 330 en el equivalente a tiempo completo (FTE). Lo han hecho, eso sí, de una manera especial. La compañía no publica casi nunca ofertas en portales como LinkedIn o InfoJobs, sino que solo incorpora personal a través de dos vías: las recomendaciones directas de trabajadores de Basetis y la contratación de jóvenes recién salidos de la universidad, “con poca o nada de experiencia, pero mucho talento”.
Este volumen de plantilla, que presencialmente se distribuye entre Barcelona y Castelló (tienen una sede en el Espaitec de la Universitat Jaume I), ha sido posible gracias a una diversificación del negocio. Si bien inicialmente la compañía creció gracias a los clientes del sector energético, hoy Basetis tiene una variedad sectorial mucho más amplia, con la salud y el farmacéutico como primer mercado, con un 23% de los clientes, pero también una presencia destacada en entretenimiento, industria, administración pública o finanzas. La empresa ha desarrollado productos y servicios para compañías como Mediapro, Fira de Barcelona, Naturgy, CocaCola, Holaluz, Banc Sabadell, La Vanguardia, CaixaBank o Quirón, entre otros, y forma parte de multitud de asociaciones y clústeres empresariales.
La combinación de un modelo TEAL que la empresa se cree y aplica en consonancia con los clientes y datos económicos que ha acumulado en la pasada década han dotado a Basetis de una reputación reconocida por varias entidades: ganadora de los Premis Respon 2023 y del Premi Mercè Sala 2024 de la Fundació Factor Humà; un doble reconocimiento en Great Places to Work (2016 i 2017) o la inclusión en el listado de 50 casos de estudio mundiales de organizaciones autogestionadas de Corporate Rebels. “Hace ya unos 10 años que intentamos trabajar así, y sabemos que el modelo perfecto está en el horizonte y que no llegarás nunca, porque cuando arreglas una cosa siempre sale otra, y además somos ingenieros, y vemos errores en todas partes; pero nos permite seguir caminando hacia allí”, concluye Castells.