Con el inicio de la pandemia, acciones cotidianas como por ejemplo ir a comprar manzanas a la fruiteria del barrio se trasladaron a los canales digitales, impulsando un crecimiento del comercio en línea. De hecho, cerca de un 25% de la contratación logística en Catalunya durante el año 2020 fue realizada para atender las actividades relacionadas con el comercio electrónico, y las operaciones en el sector de los supermercados y tiendas de alimentación en España, según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, superaron los 9 millones, un 69,8% más que en 2019. Desde entonces, este canal no ha dejado de crecer y, en un futuro no muy lejano, es posible que incluso estas manzanas que antes comprábamos en la fruiteria del barrio nos lleguen por medio de drones.
Este contexto ha dado lugar a la aparición de nuevos mercados en línea, como por ejemplo BonaTerra, que ofrece productos ecológicos y de proximidad de pequeños y medianos productores. "De este modo, lo que puedes encontrar en BonaTerra son productos ecológicos de mayor calidad, porque son de pequeños productores locales que no puedes encontrar en otras tiendas", explica a VIA Empresa el cofundador de la empresa, Aitor Piñeyro, quien detalla que BonaTerra "elimina todos los intermediarios, hecho que permite ofrecer precios justos a nuestros productores y precios asequibles al consumidor".
En el año 2020, las operaciones en el sector de los supermercados superaron los 9 millones, un 69,8% más que en 2019
Agricultores con productos increíbles
A pesar de que la actividad comercial de la empresa se inició hace poco más de un año, BonaTerra surgió precisamente a raíz de la pandemia en formato de aplicación móvil, cuando Piñeyro y su socia cofundadora, Paula Medina, pudieron ver de primera mano como "agricultores con productos increíbles" no los podían distribuir porque la cadena de suministro tradicional se había roto.
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— BonaTerra (@BonaTerracat) Augusto 11, 2022
"Todos estos productos se estaban echando a perder y no tenían forma de venderlos", comenta Piñeyro, quien detalla que con su app los pequeños productores podían subir todos los productos y cuando algún consumidor hacía una compra, le llegaba directamente del productor.
El paso a la web
Posteriormente, la página web surgió al darse cuenta que se trataba de una situación "insostenible": "El productor tenía que hacer toda la gestión del pedido, toda la gestión del cliente y toda la logística y, al final, el productor lo que quería era dedicarse a la tierra". Por lo tanto, la aparición de la web facilitó las necesidades tanto de los productores como de los consumidores, siendo más sostenibles y eficientes.
En la actualidad, el equipo de cuatro personas que conforma BonaTerra, asesorado por Barcelona Activa, dispone de un catálogo que va más allá de la fruta y la verdura y, en menos de 24 horas, entrega desde vinos hasta pastas y arroces, ofreciendo productos "del campo a la mesa". "Pusimos en marcha el proyecto con nuestro capital, no hemos hecho ninguna ronda de inversión", detalla Piñeyro, quien comenta que "ahora estamos a punto de lograr la rentabilidad". En el punto en el que se encuentra BonaTerra, que anualmente factura en torno a 65.000 euros, se plantea abrir una ronda de financiación para "crecer más deprisa y de forma más sostenible".
Promover el comercio local
El futuro de BonaTerra pasa por Catalunya, donde prevé continuar creciendo, especialmente en Barcelona: "Es donde hay más mercado", señala Piñeyro. "Nos gustaría poder crecer en otras ciudades, pero lo que tenemos muy claro es que siempre promovemos los productores locales". En este sentido, la empresa se plantea llegar a otras ciudades, como por ejemplo Valencia, pero siempre dando lugar a una red de productores locales. "Nunca desde aquí, desde Barcelona, distribuiríamos a toda España, queremos promover el comercio local y creemos que no tiene sentido llegar a otras comunidades cuando cada una de ellas ya tiene muchos buenos productores".
Piñeyro: "Queremos promover el comercio local y creemos que no tiene sentido llegar a otras comunidades cuando cada una de ellas ya tiene muchos buenos productores"
Además de todos los conocimientos que se adquieren inevitablemente al emprender, Piñeyro destaca todos los relacionados con el mundo agrario: "Nos hemos dado cuenta de la importancia del sector agrícola, que representa un 10% del PIB español". "Creo que la población no es consciente del motor económico que supone el mundo agrario y no se cuida ni se valora lo suficiente un sector que genera la alimentación, un bien de primera necesidad".
