
Mientras el tiempo avanza de manera inexorable hacia el desenlace de la OPA -en el sentido que sea- en los últimos días ha aparecido una derivada que podría permitir al Banc Sabadell conjurar el riesgo de ser absorbido por el BBVA. Esta propuesta, que parece salida de la misma Moncloa, pretende conseguir que el banco vallesano gane dimensión y a la vez construya un núcleo duro de accionistas que tengan suficiente fuerza para hacer frente a un abordaje no deseado. La solución no es otra que organizar una fusión con bancos de volumen inferior al del Sabadell, con unos candidatos que al momento de salir la noticia eran Unicaja y Abanca, de Andalucía y Galicia, respectivamente. Estos protagonistas aportarían un grado de complementariedad muy elevado. Parece que los bancos mencionados, más el vasco Kutxabank, ya formaron parte de una posible operación corporativa en los planes puertas adentro del Sabadell. De momento, mientras Abanca ha negado con vehemencia que le interese la operación, Unicaja ha mirado hacia otro lado y ha asegurado que no sabe nada del tema.
En esta tesitura resulta muy interesante saber quién hay detrás de estas dos entidades bancarias, nacidas con la crisis financiera que estalló en el año 2008. Los malagueños de Unicaja son la evolución societaria del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Ronda, Cádiz, Almería, Málaga, Antequera y Jaén, que tenía como marca comercial la mencionada Unicaja. En 2011 se transformó en banco en un proceso parecido al que permitió la bancarización de la Caixa de Pensions. Más tarde absorbió el banco CEISS, que había surgido de Caja España-Duero, una caja de ahorros que a su vez era la resultante -también a la sombra de la crisis- de la fusión entre Caja España (unión de las cajas de León, Zamora, Valladolid y Palencia) y Caja Duero (Caja de Ahorros de Salamanca y Soria). Ya en épocas más recientes, justo en tiempos de pandemia, Unicaja integró en su perímetro a Liberbank, que era el banco fundado por CajaAstur, Caja de Extremadura y CajaCantabria. En la actualidad, el máximo accionista de Unicaja (30%) es la fundación homónima, que es la nueva forma jurídica de la antigua caja de ahorros y que ahora sólo se puede dedicar a la obra social (es el mismo caso que el de la Fundación Bancaria La Caixa, que es el máximo accionista de CaixaBank, a la vez que tiene como misión las acciones de carácter benéfico). Otros accionistas relevantes son la Fundación Bancaria Caja de Ahorros de Asturias (6,6%), la aseguradora Santa Lucía (5,2%), el empresario Tomás Olivo López (5,2%) y la familia propietaria de la textil Mayoral (5%).

Por su parte, Abanca también tiene su origen en las fusiones de cajas de ahorros orquestradas a raíz de la crisis financiera, en este caso en el territorio de Galicia. En 2010 se fusionaron Caixa Galicia (creada en 1978 cuando se agruparon Caja de Ahorros y Monte de Piedad de La Coruña y Lugo y la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Ferrol) y Caixanova (nacida en 2000 en virtud de la fusión a tres bandas entre la Caja de Ahorros Municipal de Vigo, la Caja de Ahorros Provincial de Pontevedra y la Caja de Ahorros Provincial de Orense). La entidad resultante pasó a llamarse NovaCaixaGalicia y no mucho más tarde, siguiendo los movimientos que se estaban produciendo en el sector de las cajas, creó un banco llamado NCG Banco, que fuera de su territorio natural operaba con la marca EVO Banco. Pero como en muchos otros casos, la nueva entidad seguía sin estar suficientemente capitalizada, de manera que el Estado entró en el capital para dotarla de solvencia, con lo que los accionistas iniciales perdieron el control. El último paso se dio en 2014, cuando el venezolano Banesco Banco Universal adquirió la mayoría de las acciones y le cambió el nombre, que desde entonces pasó a ser Abanca. El propietario de Banesco es el venezolano nacido en Madrid y residente en Galicia Juan Carlos Escotet Rodríguez, un multimillonario que también es presidente y propietario del RCD Coruña, uno de los dos grandes clubes de fútbol de Galicia.
Veremos si esta fusión a tres bandas hace el rol de caballero blanco y salva al Banc Sabadell del ataque del BBVA, pero en caso de que se llegara a producir haría tambalear los equilibrios de poder de la entidad vallesana, porque el máximo accionista pasaría a ser el mencionado Escotet y la segunda fuerza sería la fundación Unicaja, de manera que volvería a ser muy dudosa la catalanidad del banco