
La OPA hostil del BBVA sobre el Banc Sabadell cierra hoy una de sus semanas más tranquilas. Después del revuelo de la operación durante la 40ª Reunió del Cercle d'Economia, esta semana las principales declaraciones las ha protagonizado la presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Cani Fernández, quien defendió en el Congreso de los Diputados el informe publicado por el regulador el pasado 30 de abril. Ahora bien, especialmente, esta semana la ha marcado la consulta pública abierta por el gobierno español a través del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, y que concluye este mismo viernes. Así, la semana que viene el ejecutivo deberá ultimar su reacción oficial a la operación, una vez recogidas las respuestas de los agentes sociales y económicos, clientes de los bancos y ciudadanía en general.
En realidad, el plazo máximo previsto para elevar la OPA a la fase tres es el 27 de mayo. Casualmente, un martes, día en que se constituye el Consejo de Ministros semanal. Si bien se desconoce cuándo y en qué términos activará el ministro Carlos Cuerpo este tercer período de análisis, todas las partes dan por hecho que el gobierno del Estado intervendrá en la operación, sobre todo si se tiene en cuenta la oposición que tanto Pedro Sánchez como el ministro de Economía han manifestado hacia la fusión. Aun así, la neutralidad que mostró Cuerpo ante los medios el pasado 6 de mayo -cuando ni siquiera quiso asegurar si elevaría la OPA a la tercera fase- ha contrastado con las filtraciones de su cartera a inicios de esta semana.
Filtraciones que avanzaban algunas de las fórmulas que el gobierno español tendría sobre la mesa para frenar la fusión del BBVA y el Sabadell. Una de ellas consistiría en enderezar el proceso de concentración bancaria: medios como La Vanguardia o Expansión informaron el pasado fin de semana que el Sabadell podría estar manteniendo "conversaciones preliminares" con Abanca, en una operación que tendría la complicidad del gobierno español y del Banco Central Europeo (BCE). La otra opción es Unicaja, una entidad que se ha relacionado mucho con el Sabadell desde antes de la OPA, a pesar de la negativa de ambas partes.
González-Bueno pronosticó la pasada semana que la probabilidad de fusionarse con bancos como Unicaja o Abanca "no es alta" en el medio-largo plazo, a pesar del deseo de gobierno español y el BCE
Sin embargo, ambas compañías desmintieron esta posibilidad a inicios de semana. "Abanca quiere insistir en que no tiene interés en esta operación", aseguró la entidad gallega en un comunicado en que subrayaron que solo participarían en operaciones que garanticen la preservación de su "modelo de gobernanza y de negocio". A su vez, Unicaja hizo lo mismo mediante un portavoz que afirmaba "desconocer" la existencia de ninguna conversación o negociación en una operación de fusión.
Cabe decir que desde el Sabadell tampoco se mostraban muy partidarios hace una semana, durante la presentación de resultados del primer trimestre. El consejero delegado del banco, César González-Bueno, sí que admitió que más allá de los tres grandes bancos de España (CaixaBank, Santander y BBVA), el resto de entidades "tendrían sinergias positivas de costes y de ingresos" y que, por lo tanto, "con una lógica puramente financiera, podría tener sentido que se consolidaran sin afectar a la competencia". Eso sí, prácticamente descartó que el Sabadell participara en este proceso. "La probabilidad en el medio-largo plazo no es alta", apuntó, aunque matizó que cualquier banco "siempre está abierto a explorar" estos escenarios.
Sánchez y Cuerpo se quedan solos
Con todo, la idea de una fusión alternativa se ha aparcado rápidamente y el gobierno español se ha quedado solo. Una vez recogido el "rechazo social unánime" que el Sabadell defiende que hay en contra de la OPA del BBVA, ahora es el momento de que la Moncloa determine las líneas rojas de la operación. No lo tiene que hacer inmediatamente; una vez activada la fase tres, dispondrá de 30 días hábiles (hasta el 26 de junio) para estudiar el caso y endurecer las condiciones de la operación. Es cierto que no tiene el poder de frenar la adquisición del banco catalán por parte del BBVA, pero sí puede prohibir la fusión temporalmente.

Sea como sea, deberá hacerlo alegando criterios de interés general establecidos en el artículo 10.4 de la Ley 15/2007 de Defensa de la Competencia. Los ámbitos que puede abordar son la defensa y seguridad nacional; protección de la seguridad o salud públicas; libre circulación de bienes y servicios dentro del territorio nacional; protección del medio ambiente; promoción de la investigación y el desarrollo tecnológico; garantía de un mantenimiento adecuado de los objetivos de la regulación sectorial. Asimismo, Cuerpo recordó que la disposición estaba "abierta a otros elementos", que son precisamente aquellos que ha solicitado el gobierno español a través de la consulta pública.
Más allá de la dificultad de acceso al crédito por parte de las pymes, hay otros factores que juegan un peso clave como es la reducción de la plantilla. Con el cierre de oficinas y la "falta de sinergias", el Sabadell previó que se producirían alrededor de 4.000 despidos, aunque reconocieron que el cálculo no estaba "del todo definido". De hecho, algunos sindicatos como UGT han elevado el pronóstico a 10.000 desempleados, una cifra que podría utilizar el gobierno de Sánchez a la hora de tomar medidas.
El divorcio definitivo entre CNMC y Banc Sabadell
Después de su resolución a finales de abril, la CNMC ha concluido su análisis de la OPA hostil. Su resolución, la cual consideraba razonables los compromisos del BBVA, levantó polvareda entre las asociaciones empresariales catalanas y el mismo Sabadell. La entidad vallesana reaccionó con un comunicado en el que hizo patente su malestar con la metodología utilizada por el regulador. "No es adecuada para analizar la unión de negocios bancarios para pymes y, por lo tanto, no permite conocer las consecuencias que esta concentración tiene para aquellos clientes", denunció. El jueves pasado, González-Bueno reafirmó estas palabras y no añadió ningún comentario.
Sí que lo hizo la presidenta de Competencia. Hasta ahora, el organismo había guardado silencio para mantener su neutralidad, pero una vez finalizada su participación en el proceso, Fernández se expresó con libertad en el Congreso, donde se mostró "orgullosa" de la "independencia" con que había actuado la CNMC. Además, defendió que los remedies previstos eran "proporcionados y suficientes". Un pensamiento muy extendido en el seno del regulador, ya que el informe se aprobó por unanimidad y ninguno de los cinco consejeros emitió un voto particular.
Por todo ello, la presidenta insistió en que los compromisos presentados por el BBVA eran "bastante amplios". ¿Por qué? Según la dirigente, el Sabadell está "bajando" en cuota de pymes: "Quienes están ganando esta cuota son bancos que ya existen, como CaixaBank, que no podemos olvidar que existe y que compite". Durante la pasada presentación de resultados del banco barcelonés, la entidad presentó un incremento del 4% en cuanto a crédito a empresas. Entonces, el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, aseguró que no estaban "pescando en río revuelto" y argumentó que simplemente lo estaban haciendo "un poco mejor que los otros".
Cabe recordar que CaixaBank participó en la primera fase de análisis de la OPA, junto con los otros competidores. Inicialmente, todos ellos fueron los únicos consultados, cosa que no gustó nada al presidente del Sabadell, Josep Oliu. "Es como preguntarle al zorro qué piensa sobre si sueltan a las gallinas", criticó a principios de abril. En cuanto al resto de entidades, Fernández reveló que valoraron las aportaciones de 58 entidades: entre ellas 12 bancos tradicionales, 19 asociaciones de empresas, ocho aseguradoras, siete neobancos, seis asociaciones de consumidores y seis fintech. En cuanto a las excluidas, esto es, los sindicatos o la patronal Foment del Treball, matizó que "el hecho de que no hayan sido admitidas como interesadas no implica que no hayan sido escuchadas".
Fernández (CNMC): "En ningún caso hablamos de que no exista suficiente competencia o que no la haya después de la fusión. Hay suficiente movimiento"
Las declaraciones de Fernández, ya fuera de esta partida de ajedrez, evidencian el distanciamiento de la CNMC y el Sabadell en todo momento del proceso. "En ningún caso hablamos de que no exista suficiente competencia o que no la haya después de la fusión", analizó la presidenta del regulador. La diferencia de criterio tan grande explica por qué Competencia no atendió las condiciones estructurales que tanto reclamó la entidad vallesana, y que defendían la venta de una parte del negocio de pymes del banco catalán. "Hay suficiente movimiento", replicó Fernández. Todos los detalles estarán disponibles en el informe final que la CNMC publicará durante las próximas semanas. Quién sabe, sin embargo, en qué punto estará la OPA por entonces.