De un pequeño taller familiar en Cerdanyola del Vallès a confeccionar los reposacabezas y otros materiales textiles de aviones para Shakira, Motörhead, Rolling Stones o Juan Luis Guerra. Es la increíble historia de Cabezalbus, nacida en los años sesenta para elaborar reposacabezas personalizados para la empresa familiar de autocares y que se ha convertido en un referente del sector. "La confianza de nuestros clientes es que siempre llegamos. En los últimos cinco años, hemos fallado dos veces, y no por culpa nuestra, sino por el transporte, el mundo es muy grande", resume Albert Graells, tercera generación y actual responsable, haciendo equipo con su hermano Daniel.
Los viajeros al extranjero, el origen de todo
Como muchas iniciativas empresariales catalanas, Cabezalbus nace a partir de viajes al extranjero y descubrir productos que aún no habían llegado a la España franquista. El abuelo de Albert fundó en 1964 la empresa de autocares Sant Martí y, en visitas al exterior, ve que algunas compañías de autobuses tenían reposacabezas de tela con el nombre de la empresa. “Mi abuela había tenido una tienda de modas y comienzan a hacer reposacabezas en casa, lo cortaban ellos mismos uno a uno”, explica Albert. Era solo para sus propios autobuses.
Como que los autocares de Sant Martí se movían por toda España y aquella idea gustaba a otras empresas: “Nadie lo hacía y la gente lo pedía”. Los primeros años, todo lo hacían en la tienda de la abuela y sin nombres. Pero en 1976 adquirieron una máquina de corte y montaron un pequeño taller de serigrafía que permitía impresión con el nombre. Cada vez más empresas de autobuses solicitaban sus reposacabezas personalizados y el proyecto iba creciendo, hasta que a finales de los 80 crean la Sociedad Anónima. “Mi madre y mi abuela, y mi abuelo al frente, lo hacen más industrial”, explica Graells.
Cabezalbus se eleva hasta el cielo
El nombre de Cabezalbus nace justamente del origen en el mundo de los autocares. “Mi abuelo conocía las necesidades del sector”, relata Graells. Por eso, también hicieron otras innovaciones, como carteles para poner en los laterales de los autobuses, de fibra de vidrio y colgados con ganchos, que patentó durante años. Pero no se quedó en tierra, y el proyecto se elevó hasta el cielo.
Los autobuses fueron la puerta de entrada a las agencias de viajes, que también fue la puerta de entrada de Cabezalbus a los aviones. Su primer cliente aéreo fue en 1995, cuando el broker más importante de alquiler de aviones privados en España los contrató. Entonces, la empresa de Cerdanyola aumentó su oferta con non wowen, un tipo de papel (el que todavía se encuentra en los aviones) y polipiel, en el que pegaban las marcas con un autoadhesivo.
Graells: “Se nos revolucionó el negocio”
La entrada a los aviones fue un boom: “Se nos revolucionó el negocio, porque nos empezaron a pedir marcar servilletas, posavasos, zapatillas, fundas de cojín...”. Desde entonces, Cabezalbus ha trabajado con casi todas las empresas de aviación de Europa y Estados Unidos, con especial presencia en el sector de vuelos privados, donde acceden a través de los operadores de referencia.
De la Premier a Shakira
Con los años, han personalizado productos de aviones privados que han utilizado grandes artistas mundiales y también equipos deportivos de primera línea. La lista quita el aliento: Shakira, Iron Maiden, Motörhead, Rolling Stones o Juan Luis Guerra. También todos los equipos de la Premier League, como el Manchester City, el Liverpool o el Manchester United. También los Arizona Cardinals de la NFL de fútbol americano o la escudería Ferrari. Incluso zapatillas para un equipo de fútbol de Egipto. Llegan a través de las compañías que alquilan los aviones privados y los reposacabezas son la puerta de entrada, pero después ofrecen todos los demás productos.
Actualmente, el avión es el 75% de la facturación de Cabezalbus, que este año duplicará cifras. El resto son autobuses y trabajos para administraciones u otros clientes que necesitan productos estampados. “Tenemos maquinaria de todo tipo y de última generación para dar cualquier servicio de manera rápida”, resume Graells. Algunos productos los confeccionan desde cero y otros solo los personalizan. Han llegado a poner el nombre en una bolsa de cacahuetes.
La clave del éxito de Cabezalbus
La pregunta es cómo una empresa que nace como un taller propio para reposacabezas de sus autobuses acaba estampando los reposacabezas que utilizan los Rolling Stones en sus aviones privados. Graells da el secreto: “El servicio es la clave. Lo que hacemos es imprimir productos, no es un gran descubrimiento. Pero lo que damos es el servicio. Me llama gente diciendo que somos los únicos que podemos hacer un trabajo y en el tiempo necesario”. Un servicio que se ha ganado la confianza de todo un sector muy exigente en cuanto a plazos: “Si un avión sale el día 22, tiene que estar todo para ese día. No puede haber retrasos”.
Este es el compromiso y la filosofía que ha marcado la trayectoria de Cabezalbus y que ha llevado a la empresa hasta los lugares más altos.