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Cómo empezar con buen pie en un nuevo trabajo: guía para los primeros 90 días

Harvard Business Review destaca que los primeros 90 días marcan la trayectoria de un directivo: si no consigue legitimidad y confianza en este tiempo, será muy difícil recuperarla

La selecció 'onboarding' és una tendència en recursos humanos | iStock
La selecció 'onboarding' és una tendència en recursos humanos | iStock
Jordi Marin | VIA Empresa
Experto en transformación digital e innovación
26 de Septiembre de 2025 - 05:30

En mi último artículo analizaba por qué septiembre es el mes de los cambios profesionales y por qué tantos directivos y profesionales deciden emprender nuevos retos en este momento del año. Ahora quiero poner el foco en el siguiente paso: ¿qué pasa cuando ya tienes el nuevo trabajo? ¿Cómo encarar los primeros días y semanas para que este cambio sea realmente un éxito?

 

La realidad es que un cambio de trabajo no se acaba con la firma del contrato o con el anuncio en LinkedIn. El verdadero reto empieza el primer día que atraviesas la puerta (física o virtual) de la nueva organización.

Diversos estudios confirman que los primeros meses son determinantes. Harvard Business Review destaca que los primeros 90 días marcan la trayectoria de un directivo: si no consigue legitimidad y confianza en este tiempo, será muy difícil recuperarla.

 

Además, informes de InfoJobs y LinkedIn indican que casi un 30% de los nuevos empleados deciden si se quedarán o se marcharán en el primer semestre.

Es decir, la manera como afrontamos este período inicial puede marcar la diferencia entre consolidarnos o quedarnos a medio camino.

Harvard Business Review destaca que los primeros 90 días marcan la trayectoria de un directivo: si no consigue legitimidad y confianza en este tiempo, será muy difícil recuperarla.

Por otro lado, sumamos nuestra propia experiencia tanto como profesionales cambiando de trabajo o asumiendo nuevas responsabilidades, como seguramente como muchos de vosotros de acompañar a muchas personas de nuestros equipos en nuevos roles, o de hacer onboradings de nuevas incorporaciones.

Fruto de todo ello, me atrevo a dar algunos consejos para empezar con buen pie:

  1. Escuchar antes de actuar
    Antes de proponer cambios, hay que entender la cultura, las prioridades y las dinámicas internas. La credibilidad se construye con empatía y capacidad de aprendizaje.
     
  2. Construir relaciones
    Invertir tiempo en conocer compañeros, colaboradores y responsables es clave. Además, un estudio de MIT Sloan Management Review apunta que los profesionales que construyen redes internas sólidas en los primeros meses tienen un 36% más de probabilidades de conseguir una promoción en los tres primeros años.
     
  3. Definir objetivos rápidos y visibles
    Conseguir pequeñas victorias iniciales da legitimidad y genera confianza. No hace falta cambiarlo todo, pero sí demostrar que puedes aportar valor desde el principio.
     
  4. Buscar mentores internos
    Encontrar personas de referencia dentro de la organización ayuda a acelerar la integración y a entender las reglas no escritas.
     
  5. Mantener la humildad
    El liderazgo no es imponer sino sumar. Un exceso de seguridad puede generar resistencias; la humildad, en cambio, abre puertas.

Errores frecuentes a evitar:

  • Querer transformarlo todo demasiado pronto.
  • Menospreciar la importancia de la cultura corporativa.
  • No gestionar bien las expectativas.
  • Cerrarse sólo en la tarea técnica y operativa y olvidar el networking interno y de la mirada larga.

Según datos de LinkedIn Learning, los profesionales que tienen un buen onboarding tienen un 62% más de probabilidades de permanecer más de tres años en la empresa. Es una cifra que confirma aquello que la intuición ya nos dice: un buen inicio multiplica las opciones de éxito y estabilidad.

Según datos de LinkedIn Learning, los profesionales que tienen un buen onboarding tienen un 62% más de probabilidades de permanecer más de tres años en la empresa

Cambiar de trabajo es mucho más que un cambio de despacho o de firma en el correo electrónico. Es una oportunidad de construirte un nuevo futuro, pero esta sólo se materializa si sabemos gestionar bien los primeros pasos.

Porque, al fin y al cabo, lo que diferencia a los profesionales que aprovechan el cambio de los que no lo hacen no es haber conseguido el trabajo, sino empezarlo, desarrollarlo y consolidarlo.