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El ‘boom’ de los cambios de trabajo llega en septiembre: ¿coincidencia o estrategia?

El 11% de los ocupados en el Estado cambian de trabajo en periodos relativamente breves, la tasa más alta de la Unión Europea

La rotación de personal del mes de septiembre tiene explicaciones económicas, organizativas y personales | nathaphat / iStock
La rotación de personal del mes de septiembre tiene explicaciones económicas, organizativas y personales | nathaphat / iStock
Jordi Marin | VIA Empresa
Experto en transformación digital e innovación
20 de Septiembre de 2025 - 05:30

Estos días, navegando por LinkedIn, es imposible no darse cuenta de una realidad: son muchos los profesionales que anuncian un nuevo reto laboral o un cambio de rol. De hecho, yo mismo comuniqué hace pocos días mi propio cambio, que iniciaré este mes de octubre. Creo que no es una coincidencia aislada: cada septiembre se repite el mismo fenómeno, y por eso vale la pena dedicarle un breve análisis.

 

Estos movimientos profesionales siguen un patrón que se repite año tras año y que va mucho más allá de la metáfora de la “vuelta al cole”. Tiene explicaciones económicas, organizativas y personales, a mi parecer.

Las cifras nos lo confirman. Según InfoJobs, en septiembre de 2024 se superaron las 209.000 vacantes de trabajo en España, un 14% más que las publicadas en el mes de agosto. Además, el 42,1% de las vacantes fueron de carácter indefinido. Es decir, el mercado laboral acelera claramente después del verano.

 

Este patrón no es nuevo: el informe anual de InfoJobs‐Esade indica que en 2023 se registraron más de 2,5 millones de vacantes y casi 4 millones de inscripciones de candidatos, cifras récord en un contexto de reforma laboral y mercado en transformación.

Según InfoJobs, en septiembre de 2024 se superaron las 209.000 vacantes de trabajo en España, un 14% más que las publicadas en el mes de agosto

La rotación laboral también es un factor relevante. Según Eurostat, el 11% de los ocupados en el Estado cambian de trabajo en períodos relativamente breves, la tasa más alta de la Unión Europea. Y casi un 29% de las empresas reconocen que esta rotación ha aumentado en los últimos años. Todo ello sitúa septiembre como un momento especialmente sensible para movimientos profesionales.

Desde mi perspectiva, hay tres factores principales que explican este repunte:

  1. Ciclo empresarial. Septiembre marca el inicio del último trimestre del año, cuando las empresas cierran proyectos y necesitan reforzar equipos.
  2. Calendario presupuestario. Muchas organizaciones concentran nuevas contrataciones o promociones en el segundo semestre, con presupuestos ya definidos.
  3. Ciclo personal. Las vacaciones actúan como un momento de desconexión y reflexión. Volver a la rutina pone en evidencia insatisfacciones y despierta la voluntad de cambio.

Todo ello hace que septiembre sea un momento natural tanto para empresas que quieren fichar talento (seguramente se fijaron objetivos con el cierre del primer semestre) como para profesionales que buscan nuevos retos.

Por otro lado, para las empresas es el momento de asegurar la retención del talento: si no hay una buena política de reconocimiento y oportunidades, el riesgo de fuga aumenta. Para los profesionales, es una oportunidad de encajar en proyectos que arrancan y de negociar mejores condiciones antes del inicio del nuevo ejercicio. Es un juego de espejos: la necesidad de talento y la voluntad de cambio se encuentran en un punto álgido después del verano.

Para las empresas es el momento de asegurar la retención del talento: si no hay una buena política de reconocimiento y oportunidades, el riesgo de fuga aumenta

Septiembre es, pues, mucho más que un mes de retornos. Es un momento de cambios estratégicos en el mercado laboral. Y si bien los anuncios de trabajo o de cambios en LinkedIn nos lo recuerdan cada año, la clave está en entender que estos movimientos no son casuales, sino resultado de un conjunto de factores que confluyen en este período.

Lo que marca la diferencia no es el movimiento en sí, sino la capacidad de empresas y profesionales de aprovecharlo y saber gestionarlo para ganar futuro, competitividad o, en su caso, generar nuevas oportunidades.