El juzgado número 15 de Barcelona ha decretado que 505 trabajadoras del hogar tienen una relación laboral con la plataforma Clintu, en un juicio iniciado por una demanda de la Seguridad Social. El magistrado ha certificado la opinión de Inspección de Trabajo que ya determinó que Clintu no hacía de intermediaria, sino que organizaba y prestaba el servicio de limpieza. La decisión no es firme y la empresa puede presentar recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC). Si las instancias judiciales superiores emiten una sentencia en el mismo sentido, la empresa deberá pagar 1,29 millones a la Seguridad Social por las cotizaciones que debe por no dar de alta a las trabajadoras entre diciembre de 2014 y febrero de 2019.
La defensa de las empleadas aseguraron en el juicio que las limpiadoras, que son mujeres, de más de 45 años y la mayoría extranjeras, no tenían capacidad de negociar las condiciones ya menudo eran de perfil vulnerable por edad u origen. A su vez, Clintu ha negado ninguna vinculación con ellas y defienden que sólo "facilitaban" el contacto entre las partes. La sentencia asegura que "hay indicios de alienidad" en la relación entre trabajadoras y Clintu, puesto que las limpiadoras "no asumen el riesgo y la ventura de la actividad, sino que corresponde a la empresa". El texto detalla que era Clintu quien organizaba la adjudicación, validaba y confirmaba la prestación de servicios.
La empresa tendrá que pagar 1,29 millones a la Seguridad Social por las cotizaciones que debe por no dar de alta a las trabajadoras en 2014 y 2019
El juez también apunta a que cualquier retraso o falta de presentación del limpiador se gestionaba a través de Clintu y no entre el cliente y el trabajador. Asimismo, la sentencia asegura que la aplicación permitía valorar los servicios prestados por las limpiadoras y que la empresa se había puesto en contacto "con las que acumulaban incidencias, solicitando explicaciones y avisando de que se les bloquearía el acceso a la plataforma".
A la hora de fijar el precio, la plataforma sugería uno por medio de un algoritmo en una franja limitada de entre 9 a 25 euros la hora. Clintu establecía recargos en caso de que los servicios se prestara fuera de la primera zona de transporte de Barcelona. Además, los horarios de trabajo estaban acotados de 8.00 a 22.00 horas.