Digi, el operador telefónico de moda

Los operadores virtuales, como es el caso de Digi, nacieron a partir la liberalización del mercado de las telecomunicaciones en el año 2006

Inauguración de la primera tienda de Digi en Vitoria, en gener del 2024, con el exfutbolista del Alavés Víctor Laguardia y el presidente del Deportivo Alavés, Alfonso Fernández de Troconiz | EP Inauguración de la primera tienda de Digi en Vitoria, en gener del 2024, con el exfutbolista del Alavés Víctor Laguardia y el presidente del Deportivo Alavés, Alfonso Fernández de Troconiz | EP

En muy poco tiempo, la presencia de la marca Digi, un operador de telefonía móvil, se ha multiplicado por la geografía española y ha llegado a ser la quinta firma de España, con previsiones de ser la cuarta cuando la fusión entre MasMovil y Orange esté a pleno rendimiento. Sin hacer mucho ruido, la empresa de origen rumano ha ido ganando cuota de mercado y bien pronto podrá decir que es el líder de los operadores virtuales (OVM, los que no tienen red propia y alquilan una a la competencia).

Cuando los tiempos de la telefonía con cable de cobre ya son pasado y la comunicación telefónica se hace mediante frecuencias de radio, llega a la élite esta firma con ADN rumano. Todo empezó en 2007 cuando el ingeniero de telecomunicaciones José Manuel Arnáiz de Castro (AT&T, Jazztel, Auna y Ono) puso en marcha lo que poco después sería la rama ibérica del operador rumano Digi Communications, gracias a un acuerdo con Telefónica para el uso de su red.

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Los operadores virtuales, como es el caso de Digi, nacieron desde la liberalización del mercado de las telecomunicaciones en 2006. Los orígenes del grupo hay que buscarlos en 1992 en Brasov (Rumanía), cuando un grupo de inversores liderados por Zoltán Teszári -rumano perteneciente a la minoría húngara del país- puso en funcionamiento una cadena de televisión por cable en la ciudad y también en Timisoara. Cuatro años más tarde se fusionaron con otro operador para formar RCS (Romania Cable Systems), que será el embrión de la compañía de telefonía que conocemos hoy.

Los orígenes de Digi hay que buscarlos en 1992 en Brasov (Rumanía), cuando un grupo de inversores liderados por Zoltán Teszári pusieron en funcionamiento una cadena de televisión por cable

En 2017 y ya con la nueva marca Digi, los accionistas de la compañía decidieron sacarla a bolsa a través de una OPV (operación pública de venta; IPO, en inglés) mediante la cual empezó a cotizar aproximadamente una cuarta parte (el 23,3%) del capital de la empresa. Los principales vendedores de acciones en este proceso fueron los fondos de inversión que habían apoyado el crecimiento del negocio: Carpathian Cable Investment y Celest Limited. El fundador, Teszári, retuvo un 56% del capital, equivalente a unos 460 millones de euros. La operación proporcionó unos ingresos de 190 millones a los vendedores, de forma que la globalidad de la firma quedó valorada, en aquel momento, en 820 millones de euros

Hoy en día, Digi factura, a nivel mundial, unos 1.670 millones de euros y proporciona unos beneficios antes de impuestos de unos 100 millones. El primer ejecutivo, aquello que se acostumbra a denominar CEO, es Serghei Bulgac, un economista rumano que en su currículum tiene un MBA al prestigioso Insead de Fontainebleau (Francia). Y en el consejo también encontramos un personaje muy vinculado al propietario; se trata de Bogdan Ciobotaru, accionista de la firma y banquero de cabecera del máximo accionista. A lo largo de su carrera, ha pasado por el banco de inversión ruso Renaissance Capital y también, durante una década, por la City de Londres trabajando para Morgan Stanley. En cuanto a España, el máximo responsable es Marius Varzaru, que en el último ejercicio cerrado y publicado, en 2022, cobró 1,17 millones de euros como retribución.

El conseller delegat de Digi a Espanya, Marius Varzaru | Europa Press
El consejero delegado de Digi en España, Marius Varzaru | Europa Press

En el ámbito global, un tercio de los ingresos de la empresa proviene de la telefonía fija y móvil, otro tercio de la televisión por cable y el tercio restante de actividades diversas, entre las que destaca la televisión por satélite. Dentro de la telefonía, España es su segundo mercado con diferencia, con un 36% de los ingresos, después de su territorio natural, Rumanía, que atesora un 57% del negocio. En España, la facturación se enfila hasta casi los 650 millones de euros, con un generoso flujo de caja que llega a los 130 millones, procedentes de sus seis millones y medio de clientes. Volviendo a la situación actual del mercado español, hay que decir que la fusión MasMovil-Orange provocará que, por primera vez en la historia, Telefónica (Movistar) pierda el liderazgo del mercado de la telefonía móvil, que pasará a manos de la compañía fusionada.

Los efectos de esta reestructuración en el mercado harán que Digi, como decíamos antes, suba un escalón en el ranking y se sitúe en la cuarta posición. Pero su escalada no solamente será ordinal y simbólica, sino que es muy probable que crezca en volumen porque tiene muchos números de comprar los activos de los cuales el nuevo líder se tenga que desprender en virtud de las normativas de competencia. En un mercado que está a punto de llegar al hito de los 60 millones de líneas móviles, el campeón del momento será MasMovil-Orange con una cuota de mercado que quedará cerca del 40%, seguido por Telefónica con un 28% y de Vodafone, que, como explicamos aquí, estrena accionista mayoritario, con un 22%. Es previsible que con los nuevos activos, Digi supere el 6% de cuota de mercado.

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